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Gracias a los tratamientos de fertilidad como la fertilización in vitro, muchas parejas que no podían tener hijos tienen la dicha de ser padres. Sin embargo, esta técnica de reproducción asistida puede tener una relación con un mayor índice de bebés que nacen con defectos congénitos. Así lo demuestra un nuevo estudio al respecto.

Es común que se hable de que las parejas que han estado sometidas a tratamientos de fertilidad con frecuencia terminen siendo padres de gemelos, trillizos o más bebés al mismo tiempo. Los tratamientos de fertilidad asistida pueden, en resumidas cuentas, resultar demasiado efectivos.

Sin embargo, algunos como la fertilización o fecundación in vitro, es decir, fuera del cuerpo de la madre, pueden traer otro tipo de sorpresas no tan agradables. Según un estudio reciente realizado por unos especialistas de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), la fertilización in vitro puede resultar en bebés con defectos congénitos. Las cifras concretas hablan por sí mismas: de acuerdo al estudio, los bebés concebidos naturalmente tienen un 6.6 por ciento de probabilidades de tener  defectos congénitos, mientras que los bebés concebidos in vitro, tienen una tasa de defectos de nacimiento del 9 por ciento.

Para llegar a esta conclusión, los médicos en esta investigación analizaron las estadísticas vitales de niños nacidos en California entre el 2006 y el 2007, así como la información pre natal de la familia y la historia clínica de los bebés durante su primer año de vida. Encontraron que cerca de 3,500 bebés nacieron con malformaciones congénitas importantes en un grupo de 51,000 bebés. De ese grupo, 4,800 fueron concebidos mediante fecundación o fertilización in vitro o fuera del vientre materno.

Los defectos congénitos encontrados incluyeron problemas de la vista (0.2 en bebés in vitro vs. 0.2 en bebés concebidos naturalmente); anormalidades del corazón (5 por ciento vs. 3 por ciento) y problemas genitales y urinarios (1.5 por ciento vs. 1 por ciento).

La investigación también tuvo en cuenta a los bebés nacidos gracias a otros tratamientos de fertilidad distintos a la fertilización in vitro, tales como ovulación inducida e inseminación artificial, pero no encontraron un riesgo de defectos congénitos significativos.

Pero a pesar de los resultados, los científicos aún no saben a ciencia cierta cuál es la causa de que los defectos congénitos sean más frecuentes cuando se hacen mediante fertilización asistida. Quizás se debe a que la fecundación in vitro se hace en materiales sintéticos, tal vez se deba a los medicamentos que se utilizan para la fertilidad o a otros factores relacionados con la salud reproductiva de la madre o el padre.

De cualquier modo, estos hallazgos son importantes pues la fertilización in vitro es el tratamiento más común de reproducción asistida. En los Estados Unidos, cerca de 48,000 bebés son concebidos a través de la fertilización in vitro cada año.

Los resultados de este estudio se presentaron en la reunión anual de la Academia Americana de Pediatría.

Imagen © iStockphoto.com / Henrik Jonsson

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