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Aunque las personas que padecen de diabetes deben cambiar su alimentación para poder controlar los niveles de azúcar en su sangre, eso no quiere decir que la preparación de los alimentos tenga que ser aburrida para quienes conviven con ellos, e inclusive para los mismos pacientes. Ya verás como puedes disfrutar de una dieta deliciosa. Ayuda a tus seres queridos con diabetes y participa también de los beneficios de seguir una plan alimenticio saludable.

Muchas personas viven o comparten gran parte de su vida con alguien que tiene diabetes. Esto les puede generar inquietud, ya que pueden pensar que deben eliminar de sus dietas todas las cosas que tanto les gustan. Si te encuentras en esta situación déjame decirte que no es necesario llevar una dieta simple, insípida y aburrida.

Te cuento de un matrimonio que viene a mi oficina. A él le diagnostiqué diabetes tipo 2 hace cinco años. Ella no tiene la enfermedad, pero desde el momento en que diagnostiqué a su esposo, ella decidió seguir las indicaciones de nutrición que sigue su esposo. Actualmente ella se siente mejor y hasta perdió peso. Todo el mundo los elogia por lo bien que se ven. Me platican que siempre les preguntan que ¿Qué están haciendo? ¿Qué dieta llevan?

En realidad, no existe una “dieta diabética” como tal. Más bien, existen una serie de cuidados que deben considerarse para controlar los niveles de azúcar en la sangre. ¡Esta es una gran noticia! Ya no tienes que pensar en cocinar dos cenas distintas, si vives con alguien con diabetes. Ahora tú también puedes disfrutar de comida deliciosa y saludable. A continuación te daré algunos consejos para que puedas compartir la dieta con una persona con diabetes:

Consejo 1: Piensa en lo que puedes comer.

Lo primero que puedes hacer para compartir una dieta rica y saludable con un familiar o un ser querido que ha sido diagnosticado con la diabetes, es cambiar de mentalidad. Si piensas que el seguir una dieta saludable significa que todo se vuelve aburrido, que ya no puedes comer lo que te gusta, te costará más trabajo cocinar y comer. Por el contrario, si piensas en todo aquello que sí puedes comer, en lugar de todo aquello que “no deberías” le encontrarás mucho más placer a la comida y al hecho de comer en familia.

Consejo 2: Controla las cantidades.

El secreto para comer de todo, pero con moderación consiste en controlar las cantidades , o sea, el tamaño de las porciones que consumes al día. Los carbohidratos son los que más afectan los niveles de azúcar en la sangre. Sin embargo, también debes monitorear lo niveles de grasas y de proteínas en tu dieta diaria. Tu médico junto con su equipo (educador y/o dietista registrada), te darán las instrucciones que necesitas para llevar una dieta, que contenga las cantidades  y los tipos de alimentos que debe consumir diariamente.  La dieta para las personas con diabetes debe ser variada pero es indispensable que las porciones se mantengan bajo control.

Consejo 3: Busca un libro de cocina diseñado para personas con diabetes

El problema con las dietas estrictas no radica en la cantidad de alimentos que puedas comer y en aquellos que se te prohíben. El problema radica en que muchas veces no sabes cómo prepararlos de una manera diferente y agradable. Cuando se tiene una dieta rigurosa, se necesita ser más creativo, de lo contrario las comidas se pueden tornar aburridas. No te dejes llevar por la rutina, busca ayuda profesional y creativa.  Deléitate y disfruta de los diferentes platos que sí puedes preparar.

Consejo 4: Toma decisiones inteligentes: aprende a conocer los diferentes alimentos.

En muchos casos, la falta de conocimiento de los alimentos y los procesos nutricionales puede llevarte a cometer errores. Por ejemplo, puedes hacer una cena muy saludable, deliciosa y apetitosa. Sin embargo decides acompañarla con alcohol en el aperitivo, y durante la cena. Debes saber que tu cuerpo procesa el alcohol de la misma manera que lo hace con las grasas. Este pequeño cambio, hace que las calorías que quitaste en una preparación saludable, los agregaste a través de la bebida. Si aprendes a conocer el funcionamiento de tu cuerpo, conocerás estos pequeños detalles que harán una gran diferencia en tu dieta y en la salud de tu diabetes o de tu familiar o amigo con diabetes.

El tener diabetes no significa que ya no se pueda disfrutar de comida deliciosa. Al contrario: el vivir con una persona que tiene diabetes, puede ser la oportunidad perfecta para comer sabroso y compartir hábitos saludables con él o ella.  Los alimentos que consumes marcan una diferencia fundamental en tu salud. Ya verás como el compartir tu dieta con alguien con diabetes, te puede ayudar muchos más de lo que te imaginas.

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2010.

Imagen © Thinkstock / Antonio Diaz

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