
Fotografía oficiál de la Casa Blanca por Chuck Kennedy
El Presidente Obama en su primer discurso del Estado de la Unión ayer habló de muchas cosas, mencionando como prioridad la generación de empleos. Pero también mencionó que, a pesar de los retos económicos ante los que se enfrenta el país, a pesar de las dificultades para cambiar los números en cuanto al desempleo se refiere, y a pesar de la politización de los legisladores en Washington, la reforma del sistema de salud – debido a sus costos – no es opcional. Dijo que millones de personas continuarían perdiendo sus seguros, sus co-pagos seguirían subiendo, que a muchos pacientes las compañías de seguros les seguirían negando cobertura y que muchos negocios seguirían dejando de ofrecer seguro de salud a sus empleados. Enfatizó que no iba a dar la espalda a estos Americanos y que los congresistas no lo deberán hacer tampoco.
Sugirió que en vez de continuar peleando las mismas batallas que han dominado a Washington por décadas, que probaran algo nuevo, “el sentido común”, para que cumplan con sus responsabilidades y logren lo que la gente los ha enviado a hacer.
No se usted pero yo estoy de acuerdo. Es hora de que nuestros legisladores establezcan diálogos, conversaciones, y busquen lo mejor para las personas que viven en este maravilloso país. Las decisiones que se toman en el congreso y en el senado no son como en un deporte en donde se vota por el pelotero favorito.
Las decisiones que toman nuestros legisladores afectan las vidas de las personas, tu vida y las de tus padres, tus abuelos, tus hijos y tus nietos. Yo lo se porque yo atiendo a pacientes en mi oficina y en el hospital que muchas veces creen que estaban cubiertos, o que ellos no se iban a ver afectados porque sus legisladores estaban velando por sus intereses.
El sistema de salud en este país requiere cambios. Esto no significa que es necesario firmar la propuesta que se tiene en este momento. Pero no es posible continuar con un sistema de salud que no cubre los servicios básicos de un alto porcentaje de la población y que va a llevar al país a la bancarrota. No sólo es ineficiente. Es inhumano y no es ético.