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No te estoy hablando de la llamada “piel de naranja” que padecen muchas mujeres y a la que otro tanto le temen. La celulitis es una enfermedad de la piel que afecta a los niños y si no se trata a tiempo puede afectar el sistema linfático o el torrente sanguíneo. Aquí te cuento acerca de esta condición causada por las bacterias.

Cuando se habla de la celulitis, muchas personas piensan que el término se refiere exclusivamente a los hoyuelos que se ven en la piel debido a la acumulación de grasa. Las mujeres en especial, le temen a la llamada “piel de naranja” y pueden batallar toda la vida para deshacerse de ella. Pero el término celulitis no sólo se usa para describir esa condición que se relaciona con la grasa corporal y tiene implicaciones estéticas, la celulitis es además, una enfermedad de la piel que afecta a los niños.

La celulitis en los niños se debe a una infección causada por bacterias o gérmenes como los estreptococos y estafilococos y hace que un área de la piel se inflame (se hinche), se enrojezca, se sienta caliente al tacto y duela. La celulitis se puede presentar en cualquier parte del cuerpo y puede empezar en un área de la piel e ir aumentando de tamaño poco a poco.

¿Cómo se produce la celulitis? Las bacterias entran al cuerpo a través de un corte, rasguño o herida en la piel. Un niño tiene más riesgo de contraer la infección si tiene la piel muy seca, descamada, si ha sufrido de quemaduras, cortes, raspaduras, arañazos; si tiene alguna picadura de insectos o arañas; si ha padecido de otras infecciones en la piel o si ha tenido una cirugía recientemente.

Si la celulitis no se trata a tiempo, puede llegar a afectar los músculos, las articulaciones, el sistema linfático (linfangitis) y puede infectar el torrente sanguíneo (bacteriemia), lo cual es muy grave.

Por eso, es importante mantenerse atento a cualquier cambio en la piel de los niños y en especial si encuentras que una zona está:

  • Enrojecida
  • Inflamada (hinchada) y aumentando de tamaño
  • Adolorida
  • Caliente y sensible
  • Escamosa
  • Con pus o hay líquidos saliendo de la herida

Otros síntomas que pueden presentarse si tu hijo(a) tiene celulitis pueden incluir dolor de cabeza, fiebre (por más de dos horas), aspecto de enfermo, somnolencia, pérdida de peso, vómito, debilidad y dificultad para caminar, convulsiones, rigidez en el cuello, problemas con la visión y cambios en el comportamiento del niño.

Si sospechas que tu hijo(a) podría tener celulitis, debes llevarlo de inmediato al pediatra para que confirme el diagnóstico y le de tratamiento para evitar complicaciones. El médico podría ordenar una prueba de sangre y recomendarle antibióticos que pueden administrarse por vía oral (tomados) o intravenosa (inyectados en la vena). También te podría recomendar que le apliques compresas tibias en el área afectada, que eleves la parte afectada (si es una extremidad: un brazo o una pierna) y que evites pinchar el área.

La mejor manera de prevenir que la celulitis aparezca es tomando medidas de precaución cuando tu hijo(a) tiene una herida en la piel, entre ellas:

  • Lava las heridas con agua y jabón
  • Usa una crema con antibiótico (de venta libre) y una curita para cubrir la herida
  • No permitas que el niño se rasque o frote el área afectada
  • Asegúrate de que tu hijo(a) tenga ropa que le cubra las extremidades cuando está jugando al aire libre o practicando algún deporte
  • Busca atención médica inmediata si tu hijo(a) sufre un corte profundo o punción en la piel

Los niños pueden cortarse o rasparse la piel con facilidad mientras juegan en el parque o incluso en tu propio patio, así que presta atención a las medidas que te ayudarán a evitar que desarrolle celulitis. Como siempre, la mejor medicina es la prevención.

Imagen © iStockphoto.com / lordalea

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