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Se han puesto de moda para dejar de fumar,  pero ¿son en realidad un sustituto inofensivo de los cigarrillos tradicionales? Su uso, incluso, se ha duplicado entre los adolescentes, lo que les preocupa a algunos expertos y con razón. Infórmate aquí para que descubras por qué los cigarrillos electrónicos o e-cigs pueden ser más perjudiciales de lo que aparentan.

Los cigarrillos electrónicos (o e-cigs) están de moda como sustitutos de los cigarrillos tradicionales entre los fumadores adultos que quieren dejar el tabaco, e incluso entre los adolescentes. El aparatito, de metal, tiene un aspecto similar al de los cigarrillos reales en forma y tamaño, pero la diferencia es que tienen en la boquilla un cartucho cambiable o recargable lleno de líquido en el que hay varias sustancias (entre ellas, a veces, nicotina). Funcionan por medio de pilas y se les pueden agregar distintos aromas, como vainilla, menta, frutas o tabaco y, como no son inflamables, no se fuman. En cambio, se inhala el vapor.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los e-cigs son cada día más populares. Se calcula que en los Estados Unidos, uno de cada cinco fumadores los ha probado, pero ¿son seguros desde el punto de vista de la salud, y ayudan realmente a dejar de fumar? Las opiniones de los expertos están divididas.

Según un estudio de los CDC,  el 21 por ciento de los adultos que fumaban cigarrillos tradicionales en el 2011 habían usado cigarrillos electrónicos, un aumento del 10 por ciento en relación con 2010. Este estudio es el primero en reportar cambios en el uso de los e-cigs entre 2010 y 2011. En ese tiempo,  aumentó el número de adultos de ambos sexos que usaron los e-cigs  entre los fumadores y los ex fumadores; pero su uso era significativamente más alto entre los fumadores en comparación con los ex fumadores y las personas que nunca habían fumado.

Desafortunadamente, entre el 2011 y el 2012 el uso de este tipo de cigarrillo no sólo aumentó, sino que se duplicó en otro segmento de la población: los estudiantes de escuela intermedia y secundaria, quienes además, siguen consumiendo los cigarrillos tradicionales. Y les resultan muy atractivos porque se venden en una gran variedad de sabores dulces que les agradan a los más jóvenes, como el de vainilla, cereza y hasta chocolate, dando la apariencia de que se trata de un producto inofensivo cuando no lo es.  Además, su venta no está restringida, como la de los cigarrillos tradicionales. Los e-cigs se pueden comprar con mucha facilidad, en quioscos, centros comerciales y hasta por Internet.

Según el Dr. Tom Frieden, director de los CDC, a pesar del incremento de su uso entre los jóvenes y los adultos, todavía hay mucho que no se sabe acerca de ellos, incluyendo si aumentan o disminuyen el uso de los cigarrillos tradicionales.

Datos anteriores suministrados por la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (o FDA por sus siglas en inglés) demuestran que uno de los ingredientes en los e-cigs es el glicol de polietileno, una sustancia química que se usa para simular humo en las representaciones teatrales. También tienen un aditivo para alimentos, aprobado por la FDA, y que se usa en desodorantes, hidratantes y pastas dentales. Pero además de esos ingredientes, los e-cigs contienen químicos tóxicos y carcinógenos, como el glicol de dietileno, un ingrediente anticongelante, y pequeñas cantidades de nitrosaminas.

Además, los CDC explican que no se sabe si los e-cigs ayudan en realidad a que los fumadores abandonen el tabaco. Algunos e-cigs contienen nicotina, por lo que el fumador tal vez no supere la adicción, y no está claro si ayudan a los fumadores a que reduzcan o a que aumenten el uso de los cigarrillos tradicionales.

De hecho, su uso entre los adolescentes resulta más preocupante, ya que podría incitarlos a pasar de forma relativamente fácil a los cigarrillos tradicionales. Según el doctor Tim MacAfee, director de la Oficina de Tabaquismo y Salud de los CDC, un adolescente que pruebe aunque sea sólo un cigarrillo de verdad, está duplicando su riesgo de llegar a ser fumador. Y aunque los fabricantes de los e-cigs mantienen que sólo los anuncian para los que ya son fumadores, como una forma de dejar el hábito, las estadísticas recientes de los CDC muestran que el mercadeo está haciendo que los niños empiecen con algo que podría convertirse en una adicción a los productos con tabaco para toda la vida.

Como herramienta para dejar de fumar tabaco, su efectividad es cuando menos, dudosa. ¿Y en cuanto al daño a la salud?  En un nuevo estudio de Tobacco Control, se analizaron los vapores de una docena de marcas y se hallaron algunas sustancias tóxicas, pero en niveles de 9 a 450 veces más bajos que en el humo de los cigarrillos tradicionales. Eso significa que los e-cigs son menos perjudiciales que los cigarrillos, pero de todos modos su efecto en la salud a largo plazo está por verse.

Es importante averiguar si el mercadeo de los e-cigs puede afectar realmente la iniciación y el uso de los cigarrillos tradicionales en el público, sobre todo entre los jóvenes, que podrían animarse a usarlos sólo para entrar en la moda, y pronto volverse adictos a la nicotina, corroborando la preocupación del doctor MacAfee: “Nos preocupa el consumo de la nicotina en la adolescencia, porque el cerebro adolescente tiene una susceptibilidad única a la adicción y la nicotina es perjudicial para su desarrollo cerebral”, explica en un informe publicado en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC.

Hay otro peligro: si muchos fumadores, tanto adolescentes como adultos, lejos de dejar el tabaco completamente, se acostumbran a usar los e-cigs además de los cigarrillos tradicionales, el efecto en la salud del público en general sería altamente negativo.

Si estás pensando en usar cigarrillos electrónicos con el objeto de dejar el cigarrillo tradicional, consulta con tu médico antes de tomar una decisión y analiza los pros y los contras. En todo caso, si los usas simplemente como una herramienta para dejar de echar humo, quizá te ayuden (aunque no tenemos estudios al respecto). Lo que es realmente importante es que dejes definitivamente el hábito, y te conviertas en un ex fumador.

Imagen © iStockphoto.com / Diego Cervo

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