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Los expertos en los Estados Unidos interrumpieron la administración de la vacuna Johnson & Johnson contra el COVID-19 para estudiar un efecto secundario muy raro. Aquí te explico de qué se trata. Esto te debe dar tranquilidad en cuanto al proceso y a la seguridad de las vacunas. Y que cuando hay cualquier duda, se estudia a fondo. Tu protección y la protección de todos es lo primero. Los expertos han establecido que los beneficios superan los riesgos.

Quizá te enteraste que recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en los EE. UU. decidieron interrumpir la administración de la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 por un periodo corto. La decisión se basó en la posibilidad de un efecto secundario potencial muy raro causado por la vacuna, un trastorno relacionado con coágulos sanguíneos.

Se pensaba que el riesgo de desarrollar este efecto secundario era sumamente pequeño comparado a los riesgos asociados al COVID-19 para las personas que no se vacunaban, pero querían estudiarlo con mayor detenimiento. Originalmente se reportaron 6 casos de problemas de coagulación en los Estados Unidos, de 7 millones de vacunas de Johnson & Johnson (J&J) contra el Covid-19 que se habían administrado. La FDA y los CDC decidieron evaluar la vacuna antes de continuar su uso, para ver si se presentaban más casos en las dos semanas en que se habían administrado vacunas adicionales cuyos efectos secundarios aún no se habían reportado, y para proporcionar recomendaciones sobre qué precauciones tomar si se requerían y cómo tratar el problema si se presentaba.

Específicamente, los seis casos fueron coágulos cerebrales en mujeres de entre 18 y 48 años. Una falleció. El panel que estaba investigando esta situación aprendió que también hubo un hombre durante los estudios clínicos que tuvo un problema similar. Estos casos representaban el 0.00001% de los 7 millones de vacunas J&J administradas en Estados Unidos – o sea, sólo un caso por cada millón de vacunas administradas. Las seis mujeres que presentaron esta condición la desarrollaron dentro de las dos semanas de recibir la vacuna. 

Desde que se inició la administración de vacunas J&J en los EE. UU. y ahora que se han contado todos los casos por los CDC, el total ha sido de 15 casos de coágulos en el cerebro en mujeres entre los 18 y los 59 años. Esto incluye a tres que fallecieron y a siete que permanecen hospitalizadas. Esto, de casi 8 millones de vacunas administradas desde el 21 de abril. Los funcionarios de los CDC dicen que es muy temprano para concluir que sólo las mujeres se ven afectadas (ya que hubo el caso de un hombre en los estudios clínicos).

Algo que le llamó la atención al Comité Asesor Sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés), un panel de asesores expertos independientes que aconseja a los CDC en sus políticas acerca de las vacunas, es que este trastorno de coagulación es diferente a los coágulos típicos que suceden en miles de personas todos los años. En este caso, las mujeres que los sufrieron también tenían los niveles de plaquetas en la sangre bajos. A esta combinación se le llama trombosis del seno venoso central. En este caso, debido a la reducción en las plaquetas, el uso de heparina (que es un anticoagulante) está contraindicado como tratamiento.

Ahora, los coágulos son bastante comunes y hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de que se formen como: haber dado a luz recientemente, tomar pastillas anticonceptivas o tomar remplazo hormonal en la peri-menopausia o en la menopausia, fumar, o incluso cuando se tiene COVID-19. Entre las 6 mujeres afectadas en el grupo inicial, sólo una de las mujeres tomaba hormonas.

Estadísticamente el riesgo de desarrollar un trastorno de coagulación es mucho mayor con el embarazo, el uso de hormonas anticonceptivas y/o fumar; y desde luego, si se desarrolla el COVID-19, que es de 1 a 5 en pacientes hospitalizados. Así que si recibes la vacuna, las probabilidades están a tu favor.

¿Por qué sucede el trastorno de coagulación?

Existe la posibilidad de que la vacuna AstraZeneca haya causado la formación de coágulos como una respuesta aberrante a la vacuna en unos cuantos casos en Europa. Tanto la vacuna J&J como la AstraZeneca utilizan adenoviruses. Se desconoce si esta tecnología pueda contribuir en el trastorno de coagulación en algunas personas que tengan algún problema biológico que las predisponga a tener esta reacción, ya que es sumamente rara. Se sabe que no ocurre con las vacunas que utilizan la tecnología de RNA mensajero como Pfizer o Moderna. Por otro lado, se ha visto ocasionalmente en personas que reciben la vacuna de AstraZeneca.

De acuerdo con el Dr. Robert Glatter, del Lenox Hill Hospital en Nueva York, “No tenemos una respuesta definitiva en estos momentos, pero parece involucrar una respuesta inmunológica relacionada con la vacuna J&J que afecta negativamente al funcionamiento de las plaquetas, que a su vez previene que ocurra el proceso normal de coagulación”. 

¿Qué debes hacer si recibiste la vacuna de Johnson & Johnson?

Las posibilidades de que te pase algo son de 1 en un millón, de acuerdo con el Dr. Schaffner. Quien dice, que es un testamento a la sensibilidad y a la seguridad de nuestro sistema de salud.

Las personas que recibieron la vacuna J&J deben estar pendientes de los síntomas descritos por la FDA y los CDC que incluyen: desarrollo de dolor de cabeza severo, dolor abdominal, dolor de pierna o falta de aire en las tres semanas de recibir la vacuna. Si presentan cualquiera de estos síntomas deben de llamar a su médico o ir a emergencias.

Obviamente no deben preocuparse de un dolor de cabeza ligero o de malestar general los primeros días después de la vacuna, esos son síntomas comunes e inofensivos que se deben a la producción de anticuerpos por el sistema de defensa (inmunológico o inmunitario). Si la recibieron hace un mes o dos, no se deben preocupar de coágulos, ya que generalmente suceden en los primeros 6 a 13 días de que se recibe la vacuna.

Los expertos en salud pública enfatizan que están de acuerdo que es importante investigar cualquier efecto secundario potencial de una vacuna. Es especialmente importante estudiar a fondo los trastornos de coagulación para tratar de entenderlos y tratar de prevenirlos si están asociados con ciertas vacunas ya que, aunque son extremadamente raros, podrían ser fatales. 

De acuerdo con la Dra. Angela Rasmussen, viróloga del Center for Global Health Science and Security del Georgetown University Medical Center, que, por cierto, recién recibió la vacuna J&J antes de que se interrumpiera su administración, dijo cuando se interrumpió la administración de la vacuna que, como este efecto secundario la vacuna es extremadamente raro, sería poco probable que los expertos retiraran la vacuna del mercado permanentemente. Que sería posible que recomendaran que se administre sólo a las personas que estén en bajo riesgo. Por ejemplo: no se recomienda que los niños que tienen una infección causada por virus tomen aspirina, ya que, en este caso, pueden desarrollar una condición que se llama Síndrome de Reye que les puede causar daño cerebral permanente y hasta la muerte.

Hasta ahora, las vacunas contra el COVID-19, han tenido muchísimos más beneficios que riesgos. El protocolo de los funcionarios de salud en las agencias en los Estados Unidos ha sido el de monitorear cuidadosamente lo que sucede cuando sale un medicamento o una vacuna nueva (basado en evidencia) y el de corregir el curso rápidamente de ser necesario. El cambiar el protocolo normal podría hacer que se perdiera la confianza, que aumentara la indecisión de las personas para ponerse la vacuna y le estaríamos dando la ventaja al virus del COVID-19.

El grupo de asesores independiente rindió su evaluación con respecto a la vacuna Johnson & Johnson el 23 de abril de 2021. Estableció que la rareza de los casos con problemas de coagulación los convenció en reanudar su aplicación y que las complicaciones podrían abordarse agregando una advertencia que describe los grupos con mayor riesgo de sufrir el evento adverso, que ocurrió más frecuentemente en las mujeres entre los 18 y los 49 años. Además, incluye una alerta para asegurarse que los médicos sepan cómo identificar y tratar el problema.

Al suspender la pausa y agregar la advertencia de la FDA, la posición de los Estados Unidos es similar a la que adoptó la agencia reguladora europea de medicamentos. La Agencia Europea de Medicamentos recomendó esta semana que la vacuna J&J lleve la advertencia, pero no impuso restricciones para su uso. Su posición fue que los beneficios de la vacuna continúan superando los riesgos. También se ha reanudado su administración en Sudáfrica.

El COVID-19 es miles de veces más peligroso que este rarísimo trastorno de coagulación causado por la vacuna Johnson & Johnson. La verdad es que vivimos expuestos a riesgos todo el tiempo. El comentarista y autor Fareed Zakaria dice: “Casi 40,000 estadounidenses fallecen cada año de accidentes automovilísticos ¿Estaríamos de acuerdo en bajar el límite de velocidad a 25 millas por hora si eso salvara la mitad de esas muertes?…….Debemos de pensar más de cerca, más cuidadosamente y más racionalmente, acerca de los riesgos, y recordar el balance con la otra mitad de la ecuación: la recompensa”.

Continuaremos siguiendo los reportes de las personas a medida que se vayan vacunando a nivel mundial. Y, definitivamente, debemos agradecer el hecho de que vivimos en el siglo XXI y que contamos con los avances de la ciencia que nos permiten aprovechar la tecnología de las vacunas que están ayudando a salvar tantas vidas y a controlar la pandemia. Si tienes oportunidad, vacúnate. Sé parte de la solución. Protégete y protege a los demás.

 

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Imagen: ©Shutterstock / Haris Mm

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