El bebé continúa con su rápido desarrollo, sobretodo en cuanto a cerebro y control muscular se refiere. Sus articulaciones están ya formadas; los brazos y piernas se mueven ágilmente, lo dedos de los pies se han separado. Dado que el bebé no tiene grasa se pueden ver sus huesos bajo su piel. Asimismo es posible ver las placas de huesos que componen el cráneo. Los hemisferios derecho e izquierdo comienzan a conectarse. En cuanto a la madre, durante el embarazo es más propensa a catarros e infecciones, los senos se hinchan, los pezones se oscurecen y las venas superficiales podrían hacerse más visibles.
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