El tabaquismo, el abuso del alcohol, el sobrepeso y la obesidad, así como el sedentarismo son hábitos nocivos (o consecuencias de los mismos) que afectan nuestra calidad de vida y hasta nuestra supervivencia, ya que conducen a varias enfermedades — entre ellas el cáncer. Este último es una de las causas principales de mortalidad en el mundo y desafortunadamente, su incidencia va en aumento. Podemos hacer mucho para prevenir el cáncer. ¿Estás dispuesta(o) a hacerlo?
Todos conocemos a alguien en nuestro entorno afectado por el cáncer. Y a pesar de que los avances en la detección y el tratamiento del mismo han logrado salvar y mejorar la calidad de vida de miles de pacientes, la amenaza de esta enfermedad sigue creciendo en todo el planeta.
¿Qué estarías dispuesto(a) a hacer para prevenir el cáncer y evitar un diagnóstico que te afecte a ti o a un ser querido? Con seguridad, si estuviera en tus manos, harías cualquier sacrificio. ¿Y si te dijera que hay mucho que puedes hacer para prevenir el cáncer y que quizás ignoras? Ese es precisamente el llamado de alerta que las autoridades sanitarias a nivel mundial lanzaron a raíz del Informe Mundial sobre el Cáncer que se publicó en el 2014 (World Cancer Report 2014). En este informe se enfatizó la necesidad de la prevención y se subrayaron comportamientos y hábitos que conducen al cáncer, específicamente fumar, beber alcohol, el exceso de peso y/o la obesidad, y la falta de ejercicio.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mortalidad debida al cáncer aumentará drásticamente en un par de décadas en el mundo entero. De 7.9 millones de víctimas en el 2007, se calcula que el cáncer cobrará la vida de 11.5 millones de personas, un aumento de un 45 por ciento. El número de casos nuevos de cáncer aumentará de 11.3 millones en el 2007 a 15.5 millones en el 2030.
Como te darás cuenta, es mucho lo que está en juego. Me dirás que qué puedes hacer para solucionar este problema tan grave. Pues mucho. Comienza contigo mismo. Esfuérzate por prevenir el cáncer mejorando tu vida y tu entorno.
La American Society of Clinical Oncology (Sociedad Americana de Oncología Clínica) destaca que por ejemplo, la reducción del uso del tabaco es la forma más poderosa de prevenir muchos cánceres letales, especialmente en países en desarrollo en los que el tabaquismo está más generalizado. Así que si vas a encender un cigarrillo, ¡apágalo!
Otro factor modificable es la obesidad, un factor de riesgo de muchos cánceres y otra de las prioridades de las autoridades sanitarias a nivel global. En los Estados Unidos, por ejemplo, 1 de cada 3 cánceres está relacionado con la obesidad, con una nutrición deficiente o la inactividad física. A medida que otros países en desarrollo adopten el estilo de vida de los países más desarrollados, estos hábitos perniciosos se extenderán.
La OMS, por su parte, enumera una serie de factores de riesgo de cáncer que se pueden evitar, repitiendo algunos que ya te mencionamos:
La batalla contra el cáncer empieza en tu propio entorno. Comienza por modificar los hábitos que perjudiquen tu salud y adoptar otros que la protejan y la mejoren. Aquí hay 9 pasos concretos que puedes tomar para prevenir el cáncer:
Evita el humo de segunda mano y no uses productos con tabaco. Se sabe que este hábito no sólo es la causa número uno del cáncer del pulmón sino que también puede influir en el desarrollo de otros tipos de cáncer (por ejemplo, el cáncer de la piel) así como también de otras enfermedades o condiciones que ponen en peligro tu salud. Según la OMS es cáncer del pulmón mata a un mayor número de personas que cualquier otro cáncer y su tendencia irá en aumento en décadas futuras si no tomamos medidas. Si fumas en la actualidad, proponte dar el primer paso para dejar de hacerlo hoy mismo. Busca ayuda profesional en caso necesario.
No es fácil deshacerse de todas esas libras/kilos de más pero no es imposible. Debes tomártelo en serio ya que el exceso de peso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de esófago, cáncer colorrectal, cáncer de páncreas, cáncer de endometrio, cáncer de riñón, y cáncer de mama (después de la menopausia). ¿Por qué no comienzas por eliminar de tu dieta los refrescos o sodas y las bebidas azucaradas? Ambos están relacionados con el aumento de peso a nivel global. Únete al creciente número de personas que las han sustituido por agua u otro tipo de bebidas más saludables. Un estudio reciente en el New England Journal of Medicine, informa sobre el afortunado descenso en el consumo de las bebidas de este tipo en los Estados Unidos. ¡Sigue el buen ejemplo!
La falta de actividad física (el sedentarismo) se relaciona con el cáncer. Las investigaciones científicas demuestran que las personas que practican actividades físicas tienen menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer (como el cáncer del colon, el cáncer del seno, el cáncer de próstata y el cáncer del pulmón). El ejercicio, junto con una dieta sana, te ayudará a lograr tu meta de llegar al peso ideal para tu edad y talla, reduciendo el riesgo que implica el exceso de peso en el desarrollo del cáncer.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR por sus siglas en inglés) recomienda que llenes dos tercios de tu plato con frutas, legumbres, granos integrales y verduras, que combinados entre sí multiplican sus propiedades individuales para prevenir el cáncer.
El consumir bebidas alcohólicas en exceso está relacionado con varios tipos de cáncer, por ejemplo, el cáncer del seno (mama), el cáncer de hígado, el cáncer del estómago y el cáncer de la boca.
Usa un protector o bloqueador solar para limitar el efecto de los dañinos rayos ultravioleta y evita exponerte al sol en las horas en las que brilla con más intensidad. Ten mucho cuidado con las camas de bronceado, que también se han relacionado con el aumento de los cánceres de piel.
Esta información es muy importante para que puedas hacer los cambios necesarios lo antes posible para reducir tu riesgo de desarrollar cáncer. Por ejemplo, se sabe que los fumadores tienen más posibilidades de desarrollar cáncer del pulmón y que exponerse a los rayos ultravioletas del sol aumenta las posibilidades de desarrollar el cáncer de la piel. Del mismo modo, la edad es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer y tener algún antecedente en la familia que haya sufrido esta enfermedad aumenta las posibilidades de que tú también lo tengas en algún momento de tu vida (aunque no significa que vayas a desarrollarlo con seguridad).
Consulta con tu médico si te beneficia (o a los adolescentes de la familia) recibir la vacuna del virus del papiloma humano (VPH), que se asocia con el cáncer cervical (el cuello del útero), de la garganta y la boca.
Las mamografías, los chequeos de la próstata, las colonoscopías, las revisiones de la piel… todas son pruebas diseñadas para detectar el cáncer en su etapa más temprana cuando es más sencillo tratarlo. Consulta con tu médico cuáles te corresponden de acuerdo a tu sexo, a tu edad y a tu caso en particular.
Aún queda algo más que puedes hacer para prevenir el cáncer: ¡correr la voz! Así van tomando conciencia todos los miembros de tu familia, tus amigos, o tus compañeros de trabajo. Y entre todos podemos ponerle freno al avance del cáncer. No esperes. ¡Comienza hoy mismo!
Publicación original: 2014
Ultima revisión: 2017
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