En televisión dicen que el cepillo de dientes eléctrico es mejor, y tus amigos insisten en que están felices con él. ¿Realmente vale la pena la inversión? En Vida y Salud te damos alguna información para que puedas tomar la decisión de comprarlo o seguir con tu cepillo de dientes manual.
Para empezar, lo primero que necesitas saber es que los cepillos de dientes eléctricos están reconocidos por la Asociación Dental Americana o la de tu país, lo cual quiere decir que no son nocivos para tu salud oral ni que son un engaño de la publicidad.
Pero… ¿realmente son mejores que los cepillos manuales que has usado toda la vida? La respuesta a esa pregunta no es tan clara ni directa. La Asociación Dental Americana y muchos dentistas dicen que los dos tipos de cepillo de dientes son igualmente efectivos para limpiar tus dientes, remover los residuos de la comida y evitar que se forme la placa bacteriana. Incluso se han realizado ya varios estudios comparando los cepillos eléctricos con los manuales y hasta el momento no se ha podido encontrar una diferencia significativa en la limpieza de los dientes o la prevención de las enfermedades de las encías como la gingivitis.
Te estarás preguntando entonces por qué tanta gente sigue comprando los cepillos de dientes eléctricos. Porque, aunque no sean notablemente superiores que los manuales en cuanto a los resultados de higiene bucal, sí tienen otros beneficios que hacen que la gente los prefiera. Por ejemplo…
Las razones para elegir uno u otro no faltan, pero la decisión final es tuya dependiendo de tus preferencias. Los dentistas generalmente recomiendan que compres el cepillo de dientes que más te guste, pues tu comodidad es determinante para que cumplas con tu higiene oral diaria y que la hagas correctamente para que puedas tener dientes y encías saludables.
Si te decides por un cepillo eléctrico, trata de elegir aquellos que tienen el sello de la ADA (Asociación Dental Americana por sus iniciales en inglés) o de la Asociación Dental de tu país, y no te olvides que también debes cambiar la parte del cepillo cada tres o cuatro meses, tal y como lo haces con un cepillo manual. Recuerda también que ningún cepillo puede reemplazar al hilo dental (seda dental) para limpiar entre los dientes.
Y si decides continuar con tu cepillo de dientes manual, al menos ya tienes argumentos para debatir tranquilamente con tus amigos que aman el cepillo eléctrico.
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