Cada mujer tiene sensaciones diferentes durante el proceso de parto. Y si bien el dolor es inevitable, es importante recordar que éste es un proceso natural y existen diversas técnicas para aliviarlo, sólo debes decidir cuál es la más apropiada para ti.
Muchas de mis pacientes me han confesado que lo que más les causa ansiedad del parto, es que saben que va a doler. Se sienten inquietas porque no saben cómo van a manejarlo. Si es tu caso, trata de estar tranquila, el dolor en el parto es algo natural y pasajero y hay formas de sobrellevarlo.
Durante las clases de preparación para el parto, te enseñarán ejercicios para mantener tu cuerpo mejor preparado, junto con algunas técnicas de respiración y posturales que tienen como objetivo ayudarte a aliviar los síntomas y a disminuir la ansiedad, cuando llegue el momento de dar a luz.
Paralelamente, suelen utilizarse distintas medicinas para disminuir el dolor del parto, que pueden ser analgésicas o anestésicas, y puedes hablar con tu médico sobre cuáles son las más convenientes para ti. Algunas mujeres no quieren ser medicadas pero finalmente lo terminan siendo. Cada caso es diferente, por eso debes informarte para elegir el que te haga sentir más cómoda y tranquila.
En los Estados Unidos, en general, hay dos corrientes de preparación para el parto, denominadas técnica Lamaze y método Bradley. La primera dice que el parto es un proceso natural y saludable, y que las mujeres deberían animarse a afrontarlo con confianza. Por eso, enseña formas para disminuir la percepción del dolor, como técnicas de relajación, respiración profunda, distracción o masajes del acompañante. Con respecto a la medicación, este enfoque adopta una postura neutral y fomenta que cada mujer se informe y tome una decisión en base a ello.
Por su parte, el método Bradley (o parto asistido por el padre) postula un enfoque natural del parto y fomenta la participación activa del padre del bebé como ayudante. Esta técnica trata de evitar la medicación, a menos que sea absolutamente necesaria, y enfatiza la alimentación sana y equilibrada, la práctica del ejercicio físico durante el embarazo y las técnicas de relajación y respiración profunda como formas de afrontar el dolor. En estas clases, a pesar de que se defiende al parto sin medicación, se prepara a los padres para posibles complicaciones, como una cesárea de emergencia.
Otras cosas que pueden ayudar a controlar el dolor y la ansiedad durante el proceso de dilatación y parto pueden ser el caminar, el recibir masajes, el cambiar la postura y el realizar alguna actividad que distraiga y que mantenga la mente ocupada.
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Imagen © Thinkstock / Konrad B?k
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