Aunque a veces te parezca incómodo y desagradable, el sudor es parte natural de un organismo saludable, ya que controla la temperatura y el líquido del cuerpo. Lo malo es el exceso de sudoración o hiperhidrosis, que puede perjudicar tu vida social y tus relaciones, y hasta causarte problemas emocionales. Si sudas demasiado, busca solución aquí.
Hiciera lo que hiciera, Carmen sudaba siempre “a chorros”. Lo mismo daba que estuviera sentada en la terraza o trabajando en la cocina. La estación del año tampoco hacía diferencia alguna. Trató de disimular las grandes manchas debajo de las axilas con capas de ropa, pero nada. Cansada de estropear sus blusas favoritas, siempre sudadas, optó por ropa holgada, le favoreciera o no. Y por último, se aisló completamente, para que nadie notara su “problema”.
¿Te ha pasado algo parecido a ti también? ¿Te sudan mucho las manos o te corren las gotas por la frente o por la nuca en el momento o en el lugar más inconveniente? Es posible que te preguntes de dónde surge todo ese sudor y para qué te sirve.
El cuerpo tiene aproximadamente de 2 a 4 millones de glándulas sudoríparas, concentradas principalmente en la frente, la cara, las axilas y la planta de los pies. El sudor que producen estas glándulas sale a través de los poros. Al evaporarse con el aire, la piel se refresca. El sudor, entonces, en ciertas circunstancias, es perfectamente necesario y deseable, ya que es el método natural del cuerpo para mantener su temperatura normal (ya que reduce la temperatura interna cuando es muy alta), y elimina el exceso de líquido. Cuando la temperatura interna sube por algún motivo, las glándulas sudoríparas producen más sudor, generalmente es señal de que tienes fiebre, te sientes nerviosa o estás haciendo ejercicio. Obviamente, también se suda más en el verano cuando hace más calor. Y la dieta juega un papel en la sudoración: los alimentos con especias fuertes y las comidas y las bebidas muy calientes provocan más sudor.
La cantidad de sudor normal que produce el cuerpo no es fija, sino que depende del estilo de vida de la persona y del trabajo que realiza. Si trabajas en una oficina con aire acondicionado, sudas mucho menos que si tu trabajo consiste en una actividad física en el exterior. También el ejercicio provoca más sudor. Por eso, es normal sudar poco menos de un litro al día (si la persona pasa la mayoría del tiempo frente a un escritorio en una temperatura agradable) que varios litros (si trabaja en el sector de la agricultura o de la construcción, expuesta a temperaturas extremas).
El exceso de sudor se produce cuando las glándulas sudoríparas son tan activas, que producen gran cantidad de sudor aunque el cuerpo no necesite refrescarse (una cantidad cuatro a cinco veces mayor de la que normalmente necesitaría el organismo de acuerdo a su nivel de actividad). Un caso típico es el de Carmen del que hablábamos al principio. Hasta que no se decidió a visitar al médico y le mencionó las molestias que sufría con el exceso de sudor, supo que su molestia tenía un nombre: hiperhidrosis, que significa, sudoración excesiva. Cada persona es diferente y a veces es difícil determinar cuándo se suda demasiado. Pero si piensas que estás sudando más que los demás, o más de lo que sudabas antes, probablemente tengas razón. La hiperhidrosis es más común en brazos, en las manos, en los pies, en la cara y en la cabeza, pero puede ocurrir en todo el cuerpo. El mayor problema de la hiperhidrosis no es sólo el exceso de sudor, sino el impacto que tiene en la vida de la persona.
Si estás sudando demasiado, al punto de que trastorna tu vida, te pasa lo que al 3% de la población. Puede deberse a diferentes causas y en esta lista puede estar lo que está causando tu problema:
Aunque la hiperhidrosis por sí sola no suele ser un trastorno médico serio, puede afectar la piel y tener consecuencias psicológicas desagradables. Las principales son:
Pon en práctica las siguientes recomendaciones:
Si te das cuenta de que sudas excesivamente, el primer paso es consultar con el médico para averiguar la causa. Podría ser consecuencia de alguna condición curable o de un medicamento. Si no es así, hay algunas medidas que puedes tomar tú mismo(a) para ayudar a reducir las molestias que lo causa. Pero hay otros tratamientos efectivos, que se llevan a cabo estrictamente bajo supervisión médica. Entre ellos el uso de antitranspirantes fuertes (con un contenido de 10 al 15% de hexahidrato de cloruro de aluminio. Tu doctor también puede recetarte un producto con una dosis más alta de cloruro de aluminio para que te lo apliques durante la noche en las áreas afectadas. Otros métodos efectivos consisten en aplicar corrientes eléctricas de baja intensidad e inyecciones de bótox, que bloquean la señal que activa las glándulas sudoríparas. Sólo en casos extremos se debe recurrir a la cirugía.
Habla con tu médico respecto a tu exceso de sudoración y no pierdas tiempo como Carmen. Así podrás vivir mejor sin tener que preocuparte y sufrir por la hiperhidrosis.
Ultima revisión: 2019
Copyright © 2019 Vida y Salud Media Group. Todos los derechos reservados.
Imagen © Shutterstock / Koldunov
Durante décadas, la medicina ha dependido de una lista limitada de antibióticos para combatir infecciones… Leer más
Desde las arenas del antiguo Egipto hasta los laboratorios modernos, el aloe vera, o sábila,… Leer más
La endometriosis es una enfermedad crónica que impacta la calidad de vida de más de… Leer más
La vitamina D y el sistema inmunitario tienen una conexión mucho más profunda de lo… Leer más
Tener hemorroides es una condición más común de lo que se piensa. Aunque puede ser… Leer más
Las plantas para curar heridas han sido, desde tiempos antiguos, un recurso vital en el… Leer más
Leave a Comment