Las “básculas personales” o “básculas de baño” no suelen ser las mejores amigas de nadie y es que todos los que por alguna razón, estética o de salud, hemos tenido que cuidar nuestro peso, nos hemos encontrado con que en más de una ocasión, el uso de este aparato llegaba a desanimarnos por completo. Lo grave es que muchas veces el resultado poco alentador se debe a que no usamos la báscula de manera correcta o, simplemente, no tenemos en casa la que más se ajusta a nuestras necesidades. ¿Qué tipos de básculas existen? ¿Y cómo podrías mejorar tu experiencia con ellas? Aquí te damos una mano…
El principio de la báscula fue la “balanza egipcia”, un instrumento que servía para poder medir y ajustar los intercambios comerciales que se llevaban a cabo hace casi 2000 años A.C. Los romanos siguieron su ejemplo creando una nueva versión de este instrumento de medición a base de un gancho en el que se colgaba lo que se iba a pesar. Tal fue el éxito de estos inventos que se volvieron indispensables y fue necesario crear diferentes modelos que se adaptaran a necesidades cada vez mayores. Así, surgió la báscula, un aparato cuyo fin era poder soportar cuerpos pesados o de gran volumen.
Al pasar de los años, los avances en medicina notaron que el peso corporal de las personas está íntimamente ligado a su salud por lo que comenzó a utilizarse con mucha mayor frecuencia, creando tablas de peso y estatura que hicieron que todos en casa saliéramos a comprar una “báscula de baño”. Además, hoy en día es claro que las tasas de obesidad siguen en aumento. El pesarse regularmente en casa puede ser una herramienta para combatirla.
Hoy por hoy podemos encontrar básculas casi en cualquier tienda de autoservicio, sin embargo, no deja de ser importante saber qué tipo de báscula es la que más nos conviene o más se adecua a nuestras necesidades, ya que de esto dependerá el éxito que podemos llegar a tener en cuanto a monitorear nuestro peso. Existen dos tipos de básculas, las “básculas analógicas o mecánicas” y las “básculas electrónicas”.
Básculas mecánicas o analógicas
Las básculas analógicas son las más comunes y su mecanismo depende de un pequeño resorte que se ajusta al peso que recibe, esto hace que gire una perilla numerada bajo una aguja que es la que nos indica nuestro peso. La ventaja de este tipo de básculas es que son baratas y no requieren mayor cuidado. La desventaja es que el resorte que hace la función de medidor perderá fuerza al paso del tiempo lo que nos obligará a calibrarla manualmente, sobre todo si su uso es constante. Cabe señalar que, para poder obtener una lectura precisa de nuestro peso en una de estas básculas, hay que mantenerse muy quietos y con el peso equilibrado sobre la plataforma para que la aguja logre detenerse.
Básculas Electrónicas
Las Básculas Electrónicas son mucho más modernas y funcionan a base de sensores que estabilizan la plataforma en la que nos colocamos de manera que cuando sufre algún cambio lo refleja en un visor digital marcando el equivalente al peso del cuerpo que esta sosteniendo. La ventaja de este tipo de básculas es que sus lecturas son muy exactas y su uso permite al usuario bajar de la plataforma y acercarse a la pantalla informativa para hacer una lectura más clara de su peso. La desventaja es que son más caras y más delicadas pues si se golpean los sensores podrían perder su utilidad y por lo tanto la báscula dejaría de servir.
Si estas preocupado por tu peso es probable que sea porque te has notado menos cómodo con la ropa que usas o porque algún médico te recomendó cuidar mejor tu salud. Lo cierto es que sea cual sea la razón por la que decidas llevar un control de peso, es importante saber si tu peso es saludable o no y a partir de ahí, entablar una relación sana con tu báscula.
Lo primero que debes calcular es tu Índice de Masa Corporal (IMC) y aquí te enseñamos cómo. Una vez que hayas determinado si tienes sobrepeso o no, es importante tener bien claro por qué quieres controlar tu peso después de todo mantener un peso ideal ayuda a tener una mejor salud física y mental.
Es importante que sepas que el pesarte, aunque puede ser un muy buen hábito, se puede convertir también en un problema si no lo haces de manera responsable. Por eso, te vamos a dar unos consejos para llevar un control de peso exitoso:
Por último, es importante que siempre consideres apoyarte de un profesional que pueda resolver todas tus dudas y ayudarte a lograr lo que te propongas. Recuerda que si tu situación es especial (si padeces de alguna enfermedad o estás embarazada) es importante que tu médico te ayude con el control de tu peso.
Publicación original: 2015
Ultima revisión: 2017
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