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Los pacientes de cáncer podrían recibir tratamiento con cualquiera de los más de 100 medicamentos para quimioterapia que funcionan de manera distinta y cuyo efecto sobre el organismo es diferente.  La edición de octubre de la “Mayo Clinic Health Letter” contiene un informe especial de ocho páginas respecto a cómo obtener el máximo beneficio de la quimioterapia y las maneras de controlar los efectos secundarios.  Entre las sugerencias presentadas están las siguientes:

Alimentarse bien: la náusea y el vómito son efectos secundarios comunes de algunas quimioterapias, pero no de todas.  Además, la persona puede perder el apetito y reducir de peso sin quererlo.  Es importante colaborar con el equipo médico para controlar estos efectos secundarios e ingerir comida balanceada cuando tenga hambre.

Existen medicamentos que previenen o tratan la náusea. Por otro lado, se ha demostrado con estudios que la acupuntura también podría ser un tratamiento eficaz para la náusea.  Entre otras tácticas útiles estarían el tomar pastillas de jengibre, beber refresco de jengibre (ginger ale) o participar en técnicas de relajamiento como meditación, respiración profunda o hipnosis.

Descanse mucho: el cansancio es uno de los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia y del cáncer.  Una persona podría sentir cansancio durante pocos días cada vez y recobrar la vitalidad entre uno y otro tratamiento.  Cuando se siente cansancio, éste puede ser debilitante.  Es importante permitir que el cuerpo descanse lo necesario para que la posibilidad de combatir la enfermedad sea mejor.  El objetivo debe ser dormir ocho horas todas las noches y, además, sería provechoso tomar una o dos siestas durante el día.

Hacer ejercicio moderado: el ejercicio puede ayudar a mejorar el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio y la fuerza muscular.  Además, puede mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional, además de disminuir el estrés, la pérdida del apetito y el cansancio durante el tratamiento.  Muchos estudios recientes han demostrado que la gente que, con regularidad, hace ejercicio moderado durante el tratamiento siente menos cansancio.  Andar en bicicleta, caminar, nadar, hacer yoga o tai chi pueden ser buenos tipos de ejercicio durante el tratamiento del cáncer.

Dedicar tiempo para relajarse: no cabe duda que el diagnóstico de cáncer y el tratamiento son estresantes, pero los científicos dicen que es especialmente importante esforzarse por disminuir el estrés mientras la persona se somete al tratamiento.  El estrés ejerce un efecto nocivo profundo sobre el ámbito físico, psicológico y conductual.  Existen pruebas que sugieren que el estrés desempeña alguna función en el avance de la enfermedad y que afecta el tiempo de vida.

Entre las técnicas útiles para disminuir el estrés están el realizar actividades como mantener un diario, respirar profundo o escuchar música relajante.  De igual manera, se ha demostrado que las prácticas de mente y cuerpo, como el yoga, el tai chi y la meditación ayudan a los pacientes de cáncer a controlar el estrés, la ansiedad y la depresión.

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Imágen © iStockphoto.com / Michael Courtney

 

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