El zinc contribuye a que el sistema inmunológico funcione bien y que el desarrollo en la niñez sea adecuado. Es un mineral fundamental para nuestro organismo. Aprende dónde puedes obtenerlo, qué alimentos lo contienen, qué precauciones debes tener y que interacciones puede tener el zinc cuando se toma en suplementos.
El zinc es un metal esencial que necesita el cuerpo para mantenerse saludable. Se encuentra en segundo lugar después del hierro por su concentración en el organismo.
Está presente en las células de todo el cuerpo y nuestro organismo contiene de 2 a 3 gr. de este mineral, principalmente en los músculos y en los huesos. Es indispensable para que el sistema de defensa del cuerpo trabaje adecuadamente, pues ayuda al sistema inmunológico a combatir a las bacterias y a los virus. Juega un papel en la división y el crecimiento de las células, al igual que en la cicatrización de las heridas, así como en el metabolismo de los carbohidratos. El cuerpo también necesita de este elemento para fabricar proteínas y el ADN. Es necesario para los sentidos del olfato y del gusto. Durante el embarazo, la lactancia y la niñez, el cuerpo necesita del zinc para crecer y desarrollarse apropiadamente.
Los alimentos que contienen grandes cantidades de zinc son aquellos ricos en proteínas, como las carnes de cerdo, res y cordero. La carne oscura del pollo contiene más cantidad de zinc que la carne blanca.
Otras buenas fuentes de zinc son las ostras, los mariscos como la langosta y el cangrejo, los granos enteros, las nueces, los cereales fortificados, la levadura y las legumbres. Las frutas y verduras no son buenas fuentes. Por lo que las dietas vegetarianas suelen ser bajas en zinc.
El zinc se encuentra en la mayoría de los multivitamínicos y suplementos minerales, aunque también se vende como suplemento solo o combinado con calcio, magnesio u otros ingredientes. En los suplementos, el zinc puede viene en diferentes formas, entre ellas, gluconato, sulfato o acetato de zinc, pero no está claro si una forma es mejor que las otras.
El zinc también se encuentra en algunos medicamentos de venta libre, en aerosoles y en geles nasales para resfriados.
Se han investigado las asociaciones que tiene el zinc con algunos problemas de salud. Entre ellos se encuentran:
El uso de geles y aerosoles nasales que contienen zinc se ha asociado con la pérdida del sentido del olfato; pero no sucede lo mismo con los productos de zinc de ingesta oral como las pastillas para los resfriados.
Este mineral puede incrementar el riesgo de sangrados, por lo que es importante tener cuidado si se toman medicamentos que tengan el mismo riesgo. También puede bajar los niveles de azúcar en sangre, por lo que personas diabéticas deben tener precaución al tomar zinc.
Como se elimina principalmente por la orina, las personas que tienen problemas renales (en los riñones) debe reducir la cantidad o evitar tomar suplementos de zinc. Ha habido casos de nefritis intersticial y necrosis tubular aguda (dos condiciones que pueden ser muy peligrosas.
Se debe evitar si alguna vez has tenido alguna reacción o alergia a los compuestos con zinc.
El zinc es seguro cuando se toma oralmente en las cantidades o en los niveles que se encuentran naturalmente en los alimentos.
Los suplementos deben tomarse con agua o jugo y si presentas malestar estomacal, puede tomarse con los alimentos. No tomes zinc la mismo tiempo que otros suplementos de hierro o calcio.
Una buena alimentación, puede proporcionarnos la cantidad de zinc que necesitamos. Sin embargo, hay ciertos grupos de personas que son más propensos que otros a no obtener suficiente zinc. Por ejemplo:
La cantidad adecuada de este elemento depende de la edad, sexo, condiciones de salud y embarazo. Pregúntale al médico cuál es la mejor dosis para ti.
La deficiencia de zinc puede disminuir el ritmo de crecimiento normal de los bebés y de los niños, y retrasa el desarrollo sexual en los adolescentes. También puede llegar a causar impotencia en los hombres, pérdida de cabello, problemas con la cicatrización de las heridas, lesiones en la piel y dificultad para concentrarte.
Si se consume zinc en exceso, pueden presentarse náuseas, vómitos, dolores de cabeza y/o diarrea. Éstos síntomas llegan a desaparecer en un periodo breve de tiempo después de suspender los suplementos.
Los suplementos de zinc pueden llegar a interferir o interactuar con algunos medicamentos y algunos de ellos pueden reducir los niveles de zinc en el organismo:
Por eso, aunque se venda sin receta, antes de tomarlo siempre consulta a tu médico para que te asesore en relación a si debes tomar suplementos, la dosis y la duración. Y si ya lo tomas, déjale saber.
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