Ya sabes que mantener tu casa limpia es un modo de proteger la salud de tu familia. Pero hay ocasiones en que la limpieza, por profunda que sea, no es suficiente, especialmente si alguien en casa sufre una enfermedad contagiosa. En esos casos necesitas desinfectar los objetos y las superficies para destruir los gérmenes, los virus y las bacterias.
Qué bien se ve y se siente tu casa cuando terminas tu limpieza habitual. Todo limpio, ordenado y reluciente. Casi siempre esto es suficiente, no solamente para que el hogar sea un entorno agradable, sino libre de polvo y mugre. Pero en otras ocasiones, hay que subirse las mangas y dar un todavía un paso más. Además de limpiar, conviene desinfectar.
¿Y cuál es la diferencia? Mientras que la limpieza elimina el polvo y la suciedad, no elimina los gérmenes, los virus y las bacterias. Esa es la labor de los desinfectantes. Para destruir o evitar la propagación de esos microorganismos, debes usar productos químicos especialmente diseñados para esta tarea. Los encontrarás en los establecimientos que venden productos de limpieza, sólo que en la etiqueta debe especificar que se trata de un desinfectante (no solamente un limpiador).
Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) recomiendan revisar que lleve el sello de aprobación de la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente) y que verifiques el tipo de gérmenes que es capaz de destruir: el virus de la influenza A, por ejemplo, una infección por estafilococo áureo o en el caso de sus cepas más resistentes, una infección con estafilococo áureo resistente a la meticilina o SARM. Además de su potencia, debes leer con cuidado las instrucciones de uso y seguirlas al pie de la letra.
Si no tienes al alcance un desinfectante registrado por la EPA, no te preocupes, ya que puedes preparar una solución de agua y cloro que te ayude en la tarea:
Asegúrate de permitir que la solución “trabaje” el tiempo suficiente para neutralizar a los gérmenes. Muchos productos pueden usarse tanto para limpiar como para desinfectar y el tiempo de aplicación es el que hace la diferencia entre una función y la otra.
Ahora ya sabes en qué consiste tu artillería pesada para desinfectar la casa. Úsala en los siguientes casos:
El objetivo es evitar el contagio y para ello, sigue las siguientes recomendaciones:
Una nota de precaución sobre los desinfectantes:
Como no podemos vivir en una cápsula aislante, estamos expuestos a los virus y a las bacterias y podemos contagiarnos, pero hay mucho que podemos hacer para protegernos. Sigue tu régimen de limpieza habitual y en casos especiales, utiliza tu arsenal de desinfectantes para proteger tu salud y la de tu familia.
Imagen © iStockphoto.com / Elenathewise
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