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El Comité Asesor de Medicamentos Antivirales que asesora a la FDA ha votado a favor del uso de una medicina para prevenir el desarrollo del VIH en algunos grupos de riesgo, como los hombres homosexuales y las personas con parejas infectadas. El medicamento se denomina Truvada, y ya se está usando en conjunto con otras para tratar la enfermedad.

Una nueva polémica surge en el ámbito científico, tras la recomendación del Comité Asesor de Medicamentos Antivirales que asesora a la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), a favor del uso de una medicina para prevenir el desarrollo del VIH en ciertos grupos de personas que están en mayor riesgo de contraer este virus.

Esta noticia puede resultar alentadora si se considera que el VIH es el virus responsable del SIDA. El VIH es una epidemia global con más de dos millones de casos nuevos por año en todo el mundo. Pero no todo es tan sencillo como parece.

Desarrollada por el laboratorio Gilead Sciences, la medicina en cuestión, se denomina Truvada y fue aprobada por la FDA en el 2004 para el tratamiento contra el VIH. Por eso, actualmente, Truvada es ampliamente recetada en combinación con otros medicamentos antirretrovirales para combatir el SIDA.

La novedad, ahora, es que luego de evaluar varios estudios de personas que tomaron esta medicina diariamente y de escuchar presentaciones científicas, el Comité Asesor de Medicamentos Antivirales votó 19 a 3 a favor de que se recete el medicamento a los hombres homosexuales que sean VIH negativos y tengan relaciones ocasionales con varias parejas; 19 a 2 con una abstención a favor de recetarlo a las personas no infectadas cuyas parejas sean VIH positivos y 12 a 8 con dos abstenciones para el resto de los grupos de riesgo (como quienes practican la prostitución).

Las preguntas incluyen: ¿realmente vale la pena tomar esta medicina?, ¿cuáles son los posibles efectos no deseados que puede causar en las personas sanas?, ¿hay otros intereses detrás de esta recomendación (luego de esta noticia, por ejemplo, las acciones del laboratorio que lo fabrica habían subido un 1.2 por ciento)?

Un estudio publicado en 2010 mostró que la medicina Truvada ayudó a prevenir el VIH en los hombres sanos homosexuales que tenían comportamiento de alto riesgo entre un 44% y un 73%.

Lo interesante fue que cuando los investigadores observaron de cerca el nivel de la medicina en la sangre detectaron que muchos no habían tomado la píldora todos los días. Entre quienes sí lo habían hecho, la disminución del riesgo fue de alrededor del 90 por ciento, aunque sólo el 10 por ciento de los hombres la tomó siguiendo las indicaciones exactas que recibió.

Por todo esto, la polémica en torno al uso de Truvada para prevenir la transmisión (el contagio) continúa: mientras que algunos científicos consideran que las pruebas sobre la efectividad de esta medicina para prevenir la transmisión del VIH son suficientes, otros se muestran preocupados ante la posibilidad de que la píldora desencadene comportamientos arriesgados y pueda dar lugar a una cepa resistente a los medicamentos del VIH.

Además, quienes cuestionan esta medida señalan que la píldora es cara (cuesta alrededor de $1,200 dólares por mes) y que podría ofrecer una falsa sensación de protección. El problema en este caso es que podría hacer que personas que hoy se cuidan con condones vuelvan a tener prácticas sexuales riesgosas, lo que va en contra de lo que se busca, ya que provocaría un nuevo aumento en los casos de SIDA.

En efecto, el uso de Truvada para la prevención del VIH no pretende eliminar o remplazar el uso del condón, que sigue siendo una de las medidas más segura para prevenir no sólo la transmisión (el contagio) de esta enfermedad sino también de otras enfermedades venéreas (o ETS enfermedades de transmisión sexual).

La FDA todavía no ha emitido su decisión final, que será dada a conocer posiblemente este mes. De ser a favor, será la primera vez que la institución aprueba una medicina para prevenir el contagio del VIH (aunque, en realidad, como el uso de Truvada está autorizado para el tratamiento del VIH, los médicos pueden recetarla para prevenirlo aunque el laboratorio no puede promocionarla para este uso).

Independientemente de lo que se decida, es importante que sigas teniendo prácticas sexuales seguras, no sólo para evitar el contagio de VIH sino también de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), como algunos tipos de hepatitis, el virus de papiloma humano (VPH) y la sífilis.

¿Recuerdas los principales cuidados que debes tener para prevenir el contagio de las ETS? No es tan complicado:

  • Mantén relaciones sexuales con otra persona que sólo tenga sexo contigo y que no use drogas intravenosas (inyectables).
  • Usa siempre condones si no tienes una pareja estable o si tienes dudas de si tu pareja tienen alguna ETS o si tiene relaciones sexuales con alguien más o no estás seguro.
  • Si eres mujer y tu pareja se rehúsa a usar un condón, usa un condón para mujeres. No son tan efectivos como los de los hombres, pero ofrecen cierta protección.
  • No dejes que la sangre, el semen, la orina, el flujo vaginal o la materia fecal de nadie penetre en tu ano, tu vagina o en tu boca.

Y si tienes alguna infección o sabes que puedes transmitir alguna ETS, es importante que hables honestamente con tu pareja. Es un acto de amor para que ambos puedan buscar el mejor modo de protegerse y para que puedan seguir disfrutando de una vida sexual saludable.

 

Imagen © iStockphoto.com / YanLev

 

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