En tu rutina de ejercicios seguro que incluyes movimientos específicos para fortalecer los abdominales y los muslos, o para tonificar los brazos y los glúteos, trabajando cada área de tu cuerpo. Pero….¿Alguna vez te acuerdas de los pies? Difícilmente podrías realizar tu entrenamiento sin ellos, así que no está de más que dediques unos minutos a mantenerlos en forma.
Tus pies son una maravilla de “ingeniería” biológica: están formados por 26 huesos y unos 100 músculos, estructurados de tal forma que te permiten desplazarte a todas partes, correr, jugar, pedalear, y servir de apoyo al cuerpo cuando te pones de pie. ¿Te imaginas todo el peso que aguantan y todo el trabajo que hacen por ti? Con el agravante de estar casi siempre encerrados en zapatos que muchas veces inclusivo no son cómodos. A pesar de todos sus servicios y sacrificios, casi siempre te olvidas de ellos a no ser que te duelan o te molesten. Para prevenir que suceda esto (y para aliviar las molestias que ya vayas sintiendo) conviene invertir unos minutos al día a fortalecer y a estirar los músculos de los pies. No necesitas tener ningún equipo especial, puedes usar objetos comunes como una toalla, una pelota de golf, canicas o lápices y, desde luego, un poquito de constancia.
¿Quieres devolverle el favor a tus pies? Aquí te proponemos una serie de ejercicios y movimientos sencillos, respaldados por la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Como parte de un programa estructurado de terapia, estos mismos ejercicios son los que realizan los pacientes que han sufrido lesiones o cirugías de los pies, pero tú puedes adoptarlos para mantener los tuyos fuertes (así podrás evitar lesiones) y sobre todo, dolor.
Como toda rutina de ejercicio, conviene que hagas unos minutos de calentamiento, 5 a 10 minutos de actividad de bajo impacto, como caminar o pedalear en una bicicleta estacionaria. Idealmente, debes realizarlos de 3 a 5 días a la semana, pero si no puedes comprometerte con esa frecuencia, ¡algo es mejor que nada! incluso unos pocos minutos mientras ves tu programa favorito en la televisión. Si sientes algún tipo de molestia o dolor, interrumpe el movimiento.
1. Ejercicios de estiramiento:
a) Rodando una pelota de golf (u otra de diámetro pequeño)
b) Estirando una toalla
2. Para aumentar la flexibilidad de la articulación del tobillo:
3. Ejercicios de fortalecimiento
a) Recogiendo canicas (o lápices) del suelo (para este ejercicio necesitarás unas 20 canicas o lápices pequeños, incluso crayolas, así como un recipiente para recogerlos).
b) Levantando una toalla
Otros ejercicios de fortalecimiento
¿Alguna vez has caminado de puntillas (o en las puntas del pie)? Pues puede ser un magnífico movimiento para fortalecer los dedos y la planta.
Caminar sobre los talones
Y para terminar, nada como un buen masaje. Siéntate cómodamente y coloca un pie sobre el muslo opuesto. Usa el dedo grueso de la mano opuesta para darte un masaje circular por toda la planta. Luego, coloca los dedos de la mano entre los dedos de los pies. Haz girar la mano suavemente para estimular el área entre los dedos. Da un masaje a cada dedo del pie para eliminar tensiones (con un poco de crema, sentirás todavía más alivio). Repite lo mismo en el pie opuesto ¡y te quedarán como nuevos!
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