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Uno de los mayores temores de los padres es que sus pequeños se enfermen. Sin embargo, es inevitable que los bebés sufran algún tipo de infección respiratoria, al menos una vez antes de que cumplan dos años. Las infecciones respiratorias pueden ser leves o severas y son causadas por virus o bacterias. Aquí te cuento acerca de ellas y qué puedes hacer para evitar que tu bebé se contagie.

Lola tiene 15 meses de vida y ya ha tenido que ir al hospital 3 veces por infecciones en las vías respiratorias. Su mamá dice que se debe a que el hermanito de Lola trae muchas enfermedades del jardín infantil. Y está en lo cierto. En la medida en que los bebés estén en contacto con otros niños que están infectados, pues mayor es el riesgo de que se enfermen.

Las infecciones respiratorias en los bebés menores de dos años conocidos como “lactantes” son transmitidas a través del aire que lleva gotas diminutas con secreciones y virus que otros niños enfermos expulsan al toser o estornudar. Estos pequeños son más vulnerables debido a que sus sistema inmunológico (de defensa) no ha madurado y los hace propensos al contagio. Pero como su nombre lo indica, por ser “lactantes”, una de las mejores maneras de cuidarlo, además de ser la más amorosa, es amamantándolos. La leche materna contiene una variedad de anticuerpos que protegen a tu bebé de las infecciones respiratorias y gastrointestinales.

Las infecciones respiratorias son causadas en la mayoría de los casos por virus y en ocasiones, por bacterias.

Las causadas por virus  como el rinovirus, el adenovirus, el de la influenza, el de la parainflueza, o el sincital respiratorio son frecuentes y ocasionan enfermedades que si bien pueden controlarse, si no se cuidan, pueden ser graves. Es el caso de la bronquiolitis, causada por el virus sincital respiratorio es la que presenta gravedad desde el principio ya que dificulta la respiración porque obstruye las vías respiratorias inferiores. Este virus también puede ocasionar neumonía.

Otras infecciones respiratorias causadas por virus son: bronquitis, neumonía, pulmonía, influenza o gripe y bronquiolitis.

Las infecciones respiratorias también pueden ser causadas por bacterias como el neumococo, el estafilococo, el estreptococo pyogenes, y el estafilococo aureus.  Entre las infecciones respiratorias bacterianas, se encuentran: amigdalitis, bronconeumonía, meningitis bacteriana y sinusitis. Las infecciones bacterianas se tratan con antibióticos.

Las infecciones respiratorias causadas por un virus pueden ser leves si es que el bebé está bien nutrido y recibe los cuidados necesarios. Es importante que aprendas a diferenciar una infección respiratoria de un resfriado o gripe, y he ahí el dilema, pues los síntomas pueden ser similares: estornudos, congestión nasal, dolor de garganta, tos, y fiebre. Si la fiebre es elevada, si el bebé tiene dificultad para respirar o escuchas silbidos cuando respira, si crees que le duele el oído, si tiene mucosidad verde o amarilla es importante que consultes al pediatra de inmediato, así como si los síntomas de “resfriado o gripe” persisten más de lo habitual.

Es importante que lo mantengas hidratado y que lo alimentes como de costumbre. Aunque no tenga mucha hambre, procura que coma lo más posible para que no se debilite. Si lo amamantas, no dejes de hacerlo.

También puedes limpiar su nariz con una solución salina para hidratar y facilitar la expulsión del moco.

Recuerda que la fiebre es una señal de que el cuerpo se está defendiendo. Dale un baño tibio y adminístrale los medicamentos de acuerdo a como te indique el pediatra.

Tú más que nadie conoces a tu bebé, así que mantente alerta ante cualquier síntoma que te preocupe. Los resfriados leves pasan en pocos días y por lo general, la mucosidad de la nariz es transparente. Por eso, si notas que lo síntomas siguen y la mucosidad cambian de color, puede ser que haya una infección bacteriana y que tu bebé requiera otro tratamiento. Si tienes dudas, consulta a tu pediatra.

También mantente alerta para detectar si tu bebé desarrolla dolor en el área de las costillas y hace mucho esfuerzo para respirar.

Recuerda que las infecciones respiratorias se pueden tratar pero, si se descuidan, pueden causar complicaciones graves en los pequeños. Llama o acude al pediatra ante cualquier duda que tengas. La salud de tu bebé es lo más importante.

Imágen © iStockphoto.com / Dmitry Naumov

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