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Siempre se habla de la diabetes en general o del aumento de la diabetes tipo 2 entre la población mundial. Pero y ¿qué hay de la diabetes tipo 1? Si quieres saber de qué se trata esta condición y por qué es diferente de la diabetes tipo 2, ¡no te vayas! Aquí te damos información útil al respecto.

Aunque es menos común, la diabetes tipo 1 también afecta a muchas personas en el mundo. Se le conocía anteriormente como diabetes “juvenil” o diabetes “insulino-dependiente”, debido a que es diagnosticada por lo general en niños y jóvenes y a que como su nombre lo indica, su tratamiento requiere de la insulina. Sin embargo, recientemente, la comunidad médica prefiere referirse a ella como diabetes tipo 1 ya que puede suceder a cualquier edad. Haz clic aquí para enterarte sobre los síntomas.

Con más frecuencia escuchamos hablar de la diabetes tipo 2 ya que más común.  De acuerdo con la Asociación Americana de la Diabetes, sólo el 10% de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 1. Pero eso no quita que no deba tener la misma atención que la diabetes tipo 2, ¿no es cierto? Muchas personas en el mundo la padecen y es importante que no se sientan solas.

¿Se puede prevenir la diabetes tipo 1?

En realidad, no. Y es simplemente porque sus causas aún no están claras. Se piensa que el sistema inmunológico del cuerpo (que se encarga de protegernos de infecciones causadas por bacterias y virus) ataca por error a las células que producen la insulina y que se ubican en el páncreas (las células beta). Es decir, se trata de una enfermedad auto–inmune. No se sabe bien por qué el cuerpo reacciona de esa manera, pero es posible que se deba a factores genéticos o quizá, que la exposición a cierto tipo de virus desencadene la enfermedad.  Las investigaciones al respecto, continúan. También se cree que el tener un padre o un hermano con diabetes tipo 1, puede aumentar ligeramente la predisposición para desarrollarla.

¿Qué pasa en tu organismo cuando tienes diabetes tipo 1?

Es sencillo: el páncreas no produce insulina o produce muy poca. La insulina transporta la glucosa o azúcar a los tejidos y a las células del cuerpo.  A diferencia de la diabetes tipo 2, en la cual la cantidad de insulina puede ser adecuada pero no funciona bien porque hay una resistencia a ella por las células y con menor frecuencia, hay deficiencia de insulina.  En la diabetes tipo 1, no se produce suficiente insulina desde el inicio y puede haber unos anticuerpos (anticuerpo de los Islotes) en la sangre, que son unas proteínas que tu cuerpo forma si existe el componente inmunológico que te platicaba, que indica que está atacando o luchando en contra de las células que producen la insulina (células beta en los Islotes de Langerhans).

¿Qué sucede cuando no hay insulina para transportar la glucosa a las células?

Pues que el azúcar se queda en la sangre y las células se quedan sin nutrientes para poder tener energía y desempeñar funciones vitales. ¿Te imaginas? Es como que el cuerpo se quedara sin gasolina para funcionar. Además, esa “gasolina” que no se usa, se queda en la sangre y se acumula, lo cual no es bueno. Los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden causar lo siguiente:

  • Deshidratación: El cuerpo, en su esfuerzo por eliminar el exceso de azúcar en la sangre trata de eliminar el azúcar por la orina. Pero cuando se produce demasiada orina, además de azúcar, se elimina demasiada agua, lo cual causa deshidratación. Por eso, si tienes mucha sed y muchas ganas de orinar, debes prestar atención.
  • Cetoacidosis diabética: el cuerpo, en su afán de tener energía, al no poder obtenerla de la glucosa, empieza a intentar obtenerla de la grasa. En ese proceso metabólico se producen ácidos que se acumulan en la sangre y eventualmente, junto con el azúcar acumulada, causa otros daños al organismo. En los casos severos la cetoacidosis es una emergencia que requiere hospitalización. Si hay náusea y/o vómito, cansancio, mareo, debilidad, respiración rápida y olor a acetona en el aliento hay que llamar a los paramédicos o si se trata de un familiar, llevarlo a emergencias.
  • Pérdida de peso: Si no se puede absorber la azúcar en la sangre, no se está aprovechando, se están eliminando todos esos nutrientes por la orina y hay disminución en el peso.
  • Daño a diferentes órganos del cuerpo: los niveles elevados de glucosa en la sangre hacen que poco a poco se dañen los nervios del cuerpo (neuropatía), los riñones (nefropatía) y los ojos (retinopatía) por mencionar algunos. Las complicaciones del corazón y los otros vasos sanguíneos del cuerpo que causan los ataques al corazón, los ataques cerebrales, la enfermedad arterial periférica, la arterioesclerosis, también son una consecuencia de la diabetes tipo 1 no controlada. Las complicaciones a los vasos de los pies y piernas es lo que causa las amputaciones.

¿Cómo se trata la diabetes tipo 1?

El tratamiento principal para la diabetes tipo 1 es la insulina. Las inyecciones o la bombita son la forma para aplicársela en este momento. Debes consultar con tu médico para determinar cuál es la mejor opción para ti, ya que hay varios tipos de insulina.

Al igual que en el caso de la diabetes tipo 2, las personas con diabetes tipo 1 deben llevar una alimentación saludable, siguiendo ciertos horarios y en ciertas cantidades dependiendo del peso y la actividad que realizan, deben hacer ejercicio diariamente y controlar regularmente los niveles de glucosa en la sangre. Las visitas con tu médico y tu equipo de salud serán de acuerdo a tu condición.

De acuerdo a las estadísticas, la diabetes tipo 1 es más común, en las personas de raza blanca y negra pero los hispanos también estamos en riesgo de desarrollarla.

La buena noticia es que el actuar a tiempo y el mantener tu diabetes bajo control es lo que determina que puedas vivir una vida larga y feliz, aún con diabetes tipo 1.

Imagen © Thinkstock / graffoto8

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