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Aunque muchos hombres preferirían no hablar de la disfunción eréctil, es importante hacerlo, especialmente si son diabéticos. La diabetes puede hacer que un hombre desarrolle impotencia muchos años antes que otros hombres. ¿Cómo? Sigue leyendo para que te enteres.

Probablemente te estarás preguntando, ¿qué tiene que ver el azúcar en mi sangre con mi vida sexual? Por muy absurda que te parezca la idea, tienen mucho que ver. Recuerda que la sangre recorre y toca todas las partes de tu cuerpo. Y por lo mismo, el azúcar que viaja en ella, también.

Pero el asunto es un poco más complejo que eso. Cuando los niveles de glucosa en tu sangre han estado elevados por mucho tiempo, y no has controlado tu diabetes de la manera adecuada, poco a poco la glucosa va afectando los nervios de varias partes del cuerpo. Los nervios son los que comunican a tu cerebro con el resto del cuerpo para que sienta, que se mueva, que reaccione, etc. Cuando la diabetes empieza a afectar a los nervios, esta complicación se llama Neuropatía Diabética.

¿Cómo se relaciona esto con tu vida sexual? Todos los órganos sexuales tienen nervios. Gracias a ellos el cerebro recibe las sensaciones de placer a través de la piel y les ordena que reaccionen de cierta manera, ya sea con lubricación, con erección (que también depende de que la circulación esté en buenas condiciones), con eyaculación, todo lo que te permite disfrutar al máximo una relación sexual.

Si la diabetes ha afectado tus nervios, lo que sucede es que muchas veces el cerebro no recibe bien la información que le envían los órganos sexuales, o ellos no reciben adecuadamente las órdenes que les envía el cerebro. Por eso, es común que algunas mujeres con diabetes y neuropatía diabética, también tengan problemas sexuales como poca lubricación o dificultad para excitarse o lograr un orgasmo.

En el caso de los hombres, lo que sucede más comúnmente es la disfunción eréctil. Incluso en algunas edades en las que no es tan común, hasta 10 o 15 años antes de que la impotencia sea un riesgo real para muchos hombres que no tiene diabetes.

Eso significa que, a pesar de que tengas un nivel alto de excitación y que todo tu cuerpo esté dispuesto para tener una relación sexual, tu pene no responda y no puedas mantener una erección o simplemente no la logres.

¿Qué puedes hacer? En primer lugar, todo empieza con la prevención. Si eres un hombre diabético, no dejes de cuidar tu enfermedad día a día, vigilando tus niveles de glucosa constantemente, siendo cuidadoso con tu dieta, con el ejercicio y con tus medicinas. Al mantener la diabetes bajo control, disminuyes el riesgo de que los nervios se dañen, o al menos, ayudas a que no suceda tan rápido.

En segundo lugar, tu médico podría recomendarte medicinas para el tratamiento de la disfunción eréctil, como el Viagra, Levitra o Cialis, o si están contraindicadas en tu caso porque tienes problemas cardiovasculares o por alguna otra razón, podría recomendarte alguna otra opción (hay una gama de tratamientos: inyecciones locales, hasta llegar a cirugía).

¿Buenas o malas noticias? Todo depende de ti. La diabetes se puede controlar, y de ahí en adelante puedes evitar o retrasar por muchísimos años las complicaciones: desde la neuropatía diabética hasta los problemas sexuales como la disfunción eréctil. ¡Esas son excelente noticias! Si pones de tu parte, no tendrás que preocuparte por eso y podrás seguir disfrutando de tu vida sexual con el mismo desempeño de siempre.

Obviamente la disfunción sexual puede deberse a varios factores. La neuropatía diabética es uno de ellos y es el que abordamos aquí. Una buena circulación tanto en los diabéticos como en los que no son diabéticos también es importante para evitar la disfunción eréctil. En otras secciones de VidaySalud abordamos otros factores de la disfunción eréctil. Pero lo que si es cierto es que seas mujer o seas hombre, cuidando tu diabetes, cuidas tu vida sexual. Una razón más para ponerte las pilas.

Imagen © Thinkstock / Tuzson TurjA!nyi

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