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Durante el mes de noviembre con seguridad encontrarás numerosas noticias e información sobre la diabetes en todos los medios de información, y es que este mes se dedica tradicionalmente a elevar la conciencia sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.  Esa cifra, desafortunadamente, va en aumento. Como hemos advertido previamente en vidaysalud, la educación y la prevención son las mejores formas de combatirla. ¿Padeces de diabetes? Mientras más información tengas sobre ella, mejor podrás controlarla y evitar sus consecuencias. Y si no la padeces, los cambios positivos en tu estilo de vida, como la dieta y el ejercicio te ayudarán a prevenir su desarrollo. ¡No esperes! Porque tu vida no tiene precio y una buena salud es fundamental para disfrutarla al máximo, es importante que prestes atención a las estadísticas sobre la diabetes que brinda la Asociación Americana de la Diabetes (con datos reportados hasta el 26 de enero de 2011):

  • 28.5 millones de personas (entre adultos y niños) en los Estados Unidos tienen diabetes y esto equivale a un 8.3% de la población,
  • 18.8 millones han recibido el diagnóstico de diabetes
  • 7 millones la tienen pero no lo saben, algo muy peligroso
  • 79 millones tienen prediabetes (significa que tienen niveles altos de glucosa en la sangre, lo que puede convertirse en diabetes si no cambian su estilo de vida)
  • Las personas de origen hispano son el grupo étnico que ocupa el tercer lugar en nivel de incidencia de diabetes con un 12.6 %, después de los blancos no hispanos (7.1%) y de los americanos de origen asiáticos (8.4%).

Y estas son tan solo las estadisticas en Estados Unidos. Imagínate al resto del mundo… ¿Cómo figuras tú en relación a las estadísticas? ¿La padeces ya? ¿Por casualidad te encuentras entre los que la padecen y no lo saben? ¿O los que a pesar de tener prediabetes están a tiempo de evitarla? Ignorar estas preguntas es como jugar a la ruleta rusa porque la diabetes es una condición peligrosa que puede causar y/o agravar otras enfermedades como:

  • Enfermedad coronaria (los diabéticos tienen el doble de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cardiovascular)
  • Insuficiencia renal
  • Dificultades con la visión y hasta ceguera
  • Enfermedades periodontales (en las encías)
  • Problemas circulatorios
  • Daño a las terminaciones nerviosas (trastornos en la sensibilidad como hormigueo o entumecimiento, pérdida en la sensibilidad, especialmente el dolor, lo que aumenta las probabilidades de lesionarse o desarrollar infecciones)
  • Dificultad para llevar una vida sexual satisfactoria

Además de las consecuencias de la diabetes, es vital que conozcas tus factores de riesgo. Verifica cuántos de éstos se aplican a tu caso:

  • El sobrepeso y la obesidad aumentan las probabilidades de desarrollar la diabetes tipo 2
  • Sedentarismo (el ejercicio es fundamental para controlar y/o perder peso, nivelar los niveles de glucosa en la sangre y reducir la presión arterial)
  • Tener más de 45 años
  • Pertenecer a un grupo étnico/racial (afroamericano, latino, indígena o asiático)
  • Historia familiar: si uno de tus padres o tus hermanos la padecen, aumentan tus probabilidades de padecerla también

Con seguridad no querrás quedarte con los brazos cruzados.  ¡Y hay tanto que puedes hacer! Estudia a continuación algunos cambios positivos que puedes incorporar a tu estilo de vida, sugeridos por el Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes (NDEP por sus siglas en inglés): Menos es más: reduce las porciones en tu plato:

  • Procura que las porciones de carne, pollo o pescado sean de unas 3 onzas (si no puedes pesarlas, guíate visualmente, comparándolas en volumen con un paquete de cartas o naipes)
  • Establece un horario para tus comidas. Así regulas el apetito.
  • Evitarás comer entre comidas si incorporas meriendas saludables (trocitos de apio o zanahoria que te brindan fibra, galletitas de grano integral o frutos secos)
  • No comas frente al televisor (las personas tienden a comer más cuando comen viendo la televisión).  En su lugar, escucha música relajante que ayude a tu digestión
  • No renuncies a los alimentos que más te gustan: simplemente reduce las cantidades
  • Usa platos y cubiertos más pequeños para que las raciones te parezcan más grandes
  • Come despacio. A tu estómago le toma unos 20 minutos enviar al cerebro la señal de que está lleno. Si comes “corriendo”, ingieres más cantidad
  • Si comes fuera, comparte el primer plato y el postre (o guarda la mitad de lo que te sirvan y llévatelo a casa)

Siempre que puedas, opta por lo más saludable:

  • En lugar de sal, condimenta los alimentos con hierbas aromáticas y especias
  • Cada vez que vayas al supermercado, adquiere una fruta o verdura que nunca has probado. Evita hacer la compra cuando tienes hambre para no comprar por impulso
  • Bebe agua con frecuencia. A menudo confundimos el hambre con sed
  • Lee y consulta las etiquetas de los alimentos.  Evita los que tengan ingredientes como grasas saturadas, niveles elevados de sodio o colesterol
  • Sustituye el postre por una porción de fruta

Ponte en movimiento

  • 30 minutos de actividad moderada tres veces a la semana es una meta razonable y que brinda muchos beneficios a tu salud
  • Si te aburren los ejercicios tradicionales, ¡baila! O decide aprender un deporte: el tenis, o el racquetball te permitirán compartir con amigos a la vez que te ejercitas.
  • Selecciona un video de ejercicios de la biblioteca pública y pruébalo. La música y los comentarios del instructor te mantendrán motivado y te dan una idea exacta de lo que debes hacer. Además, puedes realizar los ejercicios en casa, no importa si llueve o hace frío
  • Estaciona el automóvil un poco más lejos de tu destino o baja del autobús una o dos paradas antes. La caminadita extra te ayuda a flexibilizar los músculos y a quemar calorías
  • Opta por las escaleras en lugar del ascensor. O camina mientras haces esas llamadas telefónicas.

La combinación de una dieta saludable y más ejercicio te ayudará a contrarrestar los factores de riesgo. Pero no te confíes. En cuanto puedas, visita a tu médico para que te realice una prueba de glucosa de rutina.  Así saldrás de dudas y podrás saber si te encuentras o no en ese grupo tan nutrido de personas que tienen prediabetes sin saberlo.  Consulta rápidamente con tu doctor si experimentas algunos de estos síntomas:

  • Exceso de apetito o de sed
  • Necesitas orinar con frecuencia
  • Sientes fatiga y somnolencia
  • Tienes la visión borrosa
  • Sientes la piel seca y/o te pica
  • Se te entumecen las manos o los pies

Solamente tú puedes tomar el timón y la conducción de tu salud por el camino correcto. Motívate para que puedas escapar de las estadísticas y poder hacerle frente no solamente a la diabetes, sino a cualquier otra enfermedad que te afecte. Los cambios en el estilo de vida que te sugerimos, podrán ayudar a tu salud en general, no solamente a controlar tu nivel de glucosa en sangre. Proponte aprender más cada día, así que te invito a buscar más consejos para tu salud y específicos para los diabéticos en la sección dedicada a la DIABETES aquí en vidaysalud. ¡A cuidarte mucho!

Imágen © iStockphoto.com / Stockbyte

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