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Si tienes diabetes y estás buscando una opción natural para endulzar tus comidas y tus bebidas, este artículo es para ti. Descubre las propiedades de la stevia, un endulzante que no aporta ni calorías ni carbohidratos a tu dieta, produce saciedad y puede ser utilizada para cocinar.

¿Estás a dieta y necesitas un endulzante o edulcorante que reemplace al azúcar; tienes diabetes y debes eliminar la glucosa (el azúcar) de tu dieta, o simplemente estas buscando una nueva alternativa que sea más saludable para endulzar tus comidas? Muchas personas reemplazan el azúcar por endulzantes artificiales, como la sacarina y el ciclamato, mientras que otras cambian el azúcar blanca por azúcar morena, miel o jarabe de agave.

A diferencia de los primeros, las tres últimas alternativas no eliminan la glucosa (el azúcar) ni las calorías, por eso no se recomiendan ni para quienes tienen diabetes ni para los que desean bajar de peso. Por su parte, los endulzantes artificiales, como su nombre lo indica, son productos creados de manera artificial que pueden otorgar sabor dulce sin aportar calorías. Si bien son ampliamente utilizados tanto en el hogar como en la industria (para preparar sodas, gomas de mascar y otros productos dietéticos), muchos cuestionan posibles efectos negativos que puedan tener sobre la salud. Tal es el caso, por ejemplo, del ciclamato, que ya no se vende en los Estados Unidos porque se considera que puede causar cáncer (aunque se sigue utilizando en otros países).

Frente a estos endulzantes, hay personas que continúan buscando alternativas más saludables y muchos lectores — en especial aquellos con diabetes — nos han consultado sobre el uso de la stevia, un endulzante natural que permite endulzar las comidas sin hacerte engordar y sin afectar tu salud de manera negativa.

Su nombre técnico es stevia rebaudiana Bertoni y es una planta originaria de la zona del chaco paraguayo, en América del sur, que ya utilizaban los habitantes de esas tierras como endulzante pero que, cuando los conquistadores españoles descubrieron dicha parte del mundo, no le dieron importancia (ellos preferían la miel).

Fue hasta 1899, en que el científico Moisés Bertoni describió sus propiedades, al notar que los indios guaraníes que vivían en esa región utilizaban sus hojas como edulcorante. La llamaban kaá-hé-é, que en lengua guaraní significa hierba o yerba dulce.

Desde entonces comenzó a ser estudiada y a llamar la atención en todo el mundo, pero su uso tardó en ser reconocido. En 1995 la FDA lo reconoció como suplemento dietético, no sin antes cuestionar la seguridad de su uso, y hoy se produce principalmente en Brasil, Paraguay, Argentina, Japón, China, Corea, Taiwán, Tailandia, Indonesia, Laos, Malasia y las Filipinas. En los Estados Unidos se comercializó a través de marcas como Pure Via y Truvia.

¿Qué hace a Stevia apropiada para quienes tienen diabetes, o tienen problemas con el azúcar (o sea, los carbohidratos)? Básicamente, una sustancia denominada esteviósido que es entre 100 y 350 veces más dulce que el azúcar, que no contiene calorías y que además previene la formación de placas y caries en la boca.

Por cierto que, al menos en los Estados Unidos, no es la stevia en si la que tiene la aprobación como sustituto del azúcar, sino sólo ciertas preparaciones muy refinadas de la stevia que contienen rebaudioside A (que son las que se venden comercialmente con las marcas mencionadas anteriormente), y esto es importante en caso de que busques este compuesto en otros lugares. Por cierto, a algunas personas les puede causar náuseas y sensación de saciedad.

Otra ventaja de la stevia (y los esteviosidos) es que estable a temperaturas elevadas, lo que significa que puedes utilizarla para cocinar y para hornear, ya que soporta más de 200 grados centígrados/392 Fahrenheit sin que sus propiedades se modifiquen.

Lo único que debes tener en cuenta si quieres utilizarla para cocinar es que, como no es fermentable, no puedes utilizarla sola en masas con levadura. Además, no carameliza como el azúcar, por lo que los amasados de pastelería adquieren menos color dorado, ni cristaliza como el azúcar, lo que dificulta la preparación de merengues.

Por lo demás, utiliza tu imaginación: puedes usarla para preparar bizcochos, licuados, jugos y postres. Desde luego que si quieres perder peso recuerda que las calorías totales que consumas te harán subir de peso, aunque prepares tus alimentos con stevia, ten precaución.

En general, la stevia se vende en polvo o líquida, y en algunos lugares también venden las hojas sueltas (aunque esta opción no está disponible en los Estados Unidos ya que a la Administración de Alimentos y Medicamentos en este país le preocupa que pueda tener algunos efectos negativos para la salud en forma de hoja suelta o cruda). Como ves, la stevia te ofrece otra alternativa para endulzar tus alimentos y la puedes incluir en tu dieta si padeces de diabetes también. Pero, como todo en esta vida, hay que consumirla en moderación.

 

Imagen © iStock / Dirk Richter

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