Salud Sexual

¿Es posible tener un hijo sin riesgo de infección si tengo el VIH?

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Una de las epidemias más trágicas y graves recientes ha sido la del sida, enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana o VIH, que afecta tanto a hombres como a mujeres y se puede transmitir a través de las relaciones sexuales, la sangre y, en ocasiones, de la madre al hijo durante el embarazo o el parto, si no se toman las medidas necesarias. 

En el mundo hay 40 millones de personas que viven infectadas por el VIH. Durante el año 2018 casi 38.000 personas recibieron el diagnóstico de infección por el VIH en Estados Unidos. Esta cifra ya implica una reducción del 7% de los diagnósticos entre adultos y adolescentes que se experimentó en el periodo de 2014 a 2018 respecto al periodo anterior. Sin embargo, en América Latina el número de nuevos casos de infección por el VIH registró un incremento del 21% entre el 2010 y el 2019, de acuerdo con información dada a conocer por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Entretanto, las muertes por enfermedades relacionadas con el sida disminuyeron el 8% en el último decenio en América Latina y un 37% en el Caribe.

Los expertos recuerdan que hay una elevada incidencia de esta enfermedad en personas en edad fértil, lo que supone una complicación a la hora de tener hijos por vía natural para este grupo de población. En la actualidad no se dispone de vacuna, pero si de un tratamiento eficaz para controlar la replicación del virus y evitar la progresión de la enfermedad. El tratamiento antirretroviral es fundamental para que las mujeres seropositivas puedan tener hijos con un riesgo mínimo de transmisión del virus a su hijo. 

Avances en medicina reproductiva en personas que conviven con VIH

Gracias a estos avances y a la perspectiva actual, el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica y controlable, por lo que cada vez más parejas que conviven con el virus se deciden a dar el paso y tener descendencia. “El avance en el conocimiento y tratamiento del VIH ha hecho posible la concepción natural en las parejas en las que uno o los dos miembros de la pareja son positivos para el VIH, sin riesgo de transmisión para ellos ni para el hijo”, explica el Dr. Juan Carlos García Lozano, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida de Ginemed Sevilla, en España, y añade: “Para que esto sea posible se necesita que la carga viral sea indetectable al menos durante seis meses y bajo un estricto seguimiento médico”.

Sin embargo, hay otros casos en los que sí tienen que acudir a la Medicina Reproductiva: “Cuando la pareja rechaza mantener relaciones sin protección, presentan algún problema de fertilidad o no cumplen con los requisitos para la concepción natural, las técnicas de reproducción asistida representan la mejor opción para conseguir el embarazo sin riesgo de contagio de la infección entre los miembros de la pareja”, explica el Dr. García Lozano.

La Sociedad Española de Fertilidad ha publicado las recomendaciones para la aplicación de técnicas de reproducción asistida en parejas VIH positivas. Todas las parejas, antes de la realización de un tratamiento de reproducción, deben realizarse una prueba de detección del VIH. La principal medida de control de esta enfermedad es la prevención, el diagnóstico precoz y tratamiento de la persona infectada. 

“Las mujeres con VIH tienen mayor riesgo de baja reserva ovárica, de obstrucción de las trompas y pueden presentar peores resultados en los ciclos de fecundación in vitro”, explica el experto.

Diferentes técnicas de reproducción asistida en función de la persona seropositiva

Si el seropositivo es el hombre, es posible determinar cualitativa y cuantitativamente la presencia de virus en muestras seminales mediante el empleo de técnicas moleculares. Este tipo de técnicas nos informan de la presencia o no de este virus y, por tanto, de la posibilidad de contagio tanto al cónyuge como a la descendencia. Previa a la determinación de la carga viral en semen, la muestra es sometida a un proceso exhaustivo de varios lavados que elimina la presencia de virus. 

Posteriormente, esta muestra se fracciona en dos, una para analizar molecularmente la presencia de virus, mientras que la otra fracción se criopreserva, es decir, se somete a temperaturas sumamente bajas para su posterior uso en el tratamiento de reproducción asistida. Si se comprueba que la muestra no presenta partículas de virus, se puede utilizar para conseguir una gestación en la mujer. En función del resultado del estudio de esterilidad, la muestra de semen así obtenida se puede utilizar para inseminación artificial o fecundación in vitro.

Cuando es la mujer la afectada, se debe contraindicar el embarazo mientras la carga viral sea detectable. Las técnicas de reproducción se aplicarán en función del resultado del estudio de esterilidad. Se podría realizar una inseminación artificial o un ciclo de fecundación in vitro con el eyaculado de la pareja y, una vez embarazada, debe continuar con el tratamiento antirretroviral. “Cuando la carga viral es indetectable, el parto vaginal es posible según las indicaciones obstétricas. En caso de carga viral detectable se debe recomendar el parto por cesárea. No está recomendada la lactancia. Todo esto reduce a menos del 2% la posibilidad de transmisión del virus al recién nacido”, añade el Dr. García Lozano. 

¿Qué cuidados debo seguir durante el embarazo con VIH?

Además de los cuidados básicos de cualquier embarazo (no fumar, no consumir alcohol, seguir una dieta equilibrada…). es esencial mantener relaciones sexuales con protección durante todo el embarazo, aunque la pareja sea también seropositiva.

Para garantizar la no transmisión del virus al bebé, la madre debe llevar una buena adherencia al tratamiento durante el embarazo. Por otro lado, se deben realizar controles prenatales con un ginecólogo/a especialista y, al mismo tiempo, continuar con las visitas de seguimiento y control del VIH. 

“Todas las mujeres embarazadas seropositivas al VIH deben tomar medicamentos para controlar esta enfermedad durante el embarazo, por su propia salud, y para prevenir la transmisión del virus a su hijo/a”, concluye el Dr. Juan Carlos García Lozano.

Por Miguel Ramudo
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Imagen: ©Shutterstock / LittlePerfectStock

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