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Cuando tu pareja te abraza, muchas veces empiezas a sufrir pensando… “¡olvidé aplicarme la crema hoy!”. Con la edad, a muchas mujeres nos pasa lo mismo. Y daríamos lo que fuera por volver a tener esa piel suave y fresca que teníamos cuando éramos muy jovencitas. Aunque es difícil, no es imposible, especialmente con tantos productos que venden hoy en día. Pero, ¿cómo puedes elegir el adecuado?

La piel de las mujeres no siempre es tan suave como cuando éramos unas niñas. La edad, el agua, el jabón y el sol la resecan y la maltratan. Por eso debemos brindarle atención y cuidados, para mantener en la medida que sea posible, esa suavidad de años pasados.

No es difícil, ni imposible tener piel suave. Y menos cuando hay tanta oferta de productos, desde jabones hasta cremas. Pero, ¿cómo elegir el más adecuado para tu piel? Estos consejos pueden ayudarte.

1.  El cuerpo es diferente al rostro. Los productos para el rostro están hechos para la piel delgada, así que no insistas en usarlos para tu cuerpo. Lo mejor es que elijas productos expresamente diseñados para el cuerpo, que contienen compuestos ideales para esa piel que es más gruesa.

2.  Los jabones regulares generalmente son buenos para limpiar la piel, pero algunas veces remueven la capa de grasa natural que la protege, resecándola e irritándola. Mejor usa jabones humectantes, pueden ser líquidos o de barra, pues son más suaves que los jabones regulares, y tienen emolientes y lubricantes que ayudan a mantener tu piel suave y humectada.

3.  Busca jabones con glicerina, vaselina blanca, aceite de girasol o de soya. Y evita los jabones con fragancias cuando tienes piel sensible pues pueden ser irritantes. Si no los necesitas, no los compres.

4.  Los exfoliantes sirven para remover las células muertas de la piel y así permiten que el humectante entre más profundo. Pero ten cuidado, porque no todos son buenos para tu piel. Busca aquellos con granos sintéticos o granos diminutos de azúcar, pues son más uniformes en su tamaño que los exfoliantes de frutas y protegen más tu piel.

5.  Las cremas generalmente contienen emolientes y/o lubricantes. Los productos emolientes con base en aceite tienen un efecto más duradero que los hechos con base en agua, aunque te dejan una sensación grasosa sobre la piel. Los productos lubricantes o humectantes absorben el agua del aire y la mantienen en la piel, aunque no son muy buenos cuando no hay humedad en el ambiente.

6.  Si tienes piel normal, es recomendable usar una crema con base en agua que tengan aceites naturales livianos (jojoba, almendras, olivas).

7.  Si tu piel es reseca busca jabones líquidos o cremas con base en aceite, que contengan ácido glicólico, ácido láctico, urea (sí, aunque suene desagradable, es humectante), ceramidas o dimeticona (una forma de silicona).

8.  Si tu piel es grasosa, no significa que no puedes usar un producto para mantener la suavidad de tu piel. En ese caso, busca cremas suaves hechas con base en agua. Y si eres propensa a tener acné, busca que sean “no comedogénicas”  y que no causen acné, o sea,  que no bloqueen tus poros.

9.  Para la piel áspera de las rodillas y los codos, busca algunos productos especialmente diseñados para estas zonas que contienen ácido salicílico o ácido málico y que ayudan a disolver las asperezas.

Finalmente, el secreto clave para tener la piel suave es aplicarte la crema tan pronto salgas de la ducha, cuando la piel aún esté húmeda. Así, con tu piel humectada, no tendrás que sufrir el próximo abrazo, sino disfrutarlo.

Imagen © Shutterstock / RomarioIen

 

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