No todas las personas necesitan medirse la presión arterial en casa, pero, si padeces de presión alta, es conveniente que revises tu presión fuera del consultorio médico para que sepas cómo está durante tus actividades diarias. Obviamente estas mediciones sólo te ayudan si la forma como mides tu presión en casa es correcta y si tu monitor funciona adecuadamente. Aquí te explico más al respecto.
La presión arterial fluctúa (cambia) durante el transcurso del día. Cuando mides tu presión arterial, te dice cómo está en ese momento, por eso es conveniente tomarla en diferentes momentos y llevar un diario para que la puedas comparar. De esta forma tu médico puede tener una idea de las variaciones en las lecturas y, si estás en tratamiento, cómo está funcionando la medicina. Y si no tomas nada, si necesitas tratamiento.
En términos generales, la hipertensión tiende a no causar síntomas. Por eso, el United States Preventive Service Taskforce (USPSTF) recomienda que se mida la presión arterial para la detección de la hipertensión en los adultos a los 18 años y el Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure (JNC 7) recomienda que se mida nuevamente cada 2 años, si está en 120/80 mm de mercurio o cada año si está en 120-139 mm Hg (el primer número) y/o 80-90 mm Hg (el segundo número). Desde luego, se mide cada visita o antes, si alguien tiene síntomas o si se le diagnostica con presión elevada o hipertensión, o presión baja (hipotensión).
¿Cómo seleccionar el monitor para medir la presión arterial?
No selecciones los que miden la presión en el dedo o en la muñeca porque proporcionan lecturas menos confiables. Selecciona un monitor que se coloque en el brazo (arriba del codo), que tenga un brazalete automático y asegúrate que el brazalete sea del tamaño correcto. Asegúrate que puedes leer los números que enseña claramente (que son lo suficientemente grandes y brillantes). Algunos monitores te proporcionan un promedio de tres lecturas (esto no es indispensable). Algunos monitores tienen memoria y guardan algunas lecturas por un tiempo y/o te permiten enviárselas a tu médico utilizando una aplicación en tu teléfono inteligente (esto tampoco es indispensable). Te informo, únicamente para que estés enterado.
Finalmente, selecciona un monitor que haya sido validado por una organización confiable (pregúntale a tu médico o al farmacéutico si te recomienda alguno).
Cuando lo compres, prueba usarlo una semana en tu casa, anota las lecturas y llévalo a la consulta con tu médico para que compare tus lecturas con la que obtiene él o ella para asegurarte que funciona bien. Debes llevarlo a consulta mínimo una vez al año o si tienes dudas de si está funcionando correctamente.
¿Cómo medir tu presión en la casa?
Si te mides la presión tres veces seguidas puedes ver si tu monitor está replicando o reproduciendo los números adecuadamente, o sea, si los números en esas tres lecturas son bastante similares. Si lo son, quiere decir que tu monitor parece funcionar bien. Puedes anotar el promedio de los tres.
Si padeces de fibrilación auricular u otro trastorno del ritmo del corazón (arritmia), los monitores para medir la presión en la casa podrían no ser muy exactos. Pregúntale a tu médico si tiene alguna otra recomendación en tu caso particular.
Si tu presión tiende a estar elevada únicamente cuando estás en la oficina del médico o en un hospital, podrías tener algo que se conoce como “Hipertensión de Bata Blanca”. El medir tu presión arterial en la casa y saber que es normal es muy útil en estos casos.
¿Cuál es la presión arterial normal?
Por cierto, ¿te han revisado la presión arterial en ambos brazos? Te explico por qué es importante que tu médico lo haga. Hay estudios que sugieren que una diferencia de 5 milímetros de mercurio en el primer número (lectura sistólica) entre ambos brazos, significan que hay un aumento de 5 por ciento en el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Esto es lo que encontró un estudio reciente, publicado en la revista Hypertension, en casi 54.000 hombres y mujeres mayores de 18 años, durante el cual hubieron 4.939 muertes por cualquier causa, incluyendo 1.435 debidas a enfermedades cardiovasculares, y 5.800 eventos cardiovasculares (fatales y no-fatales) incluyendo ataques al corazón, episodios de angina de pecho (que es dolor en el pecho debido a disminución en el riego sanguíneo de las arterias al corazón) o ataques cerebrovasculares (trombosis, embolias o hemorragias cerebrales). Después de ajustar por edad, sexo, si fumaban, si tenían diabetes y/o presión alta, encontraron el 5% de aumento en el riesgo de enfermedad cardiovascular por cada 5 mm de mercurio de diferencia entre ambos brazos, un 6% en el aumento de muerte cardiovascular y un 9% en el riesgo de tener un primer evento cardiovascular.
Por cierto, si la diferencia entre ambos brazos era de 10 mm, el riesgo de sufrir un evento cardiovascular aumentaba un 10%. En ese caso es importante que tu médico se asegure de controlar tu presión arterial, y si tienes elevación del colesterol u otro factor de riesgo para ataque al corazón o ataque cerebrovascular (como diabetes, etc.), te trate más agresivamente. Consulta con tu médico.
Desde luego que el control de la presión arterial incluye cambios en tu estilo de vida como:
El medir tu presión en casa no sustituye las visitas con tu médico. Desde luego que si tu presión parece estar bajo control eso podría ayudar a tener cierta tranquilidad y a prevenir complicaciones en el futuro, pero los monitores tienen algunas limitaciones y, aunque una presión arterial normal podría disminuir la frecuencia con la que visitas a tu médico, él o ella te examina y revisa otras cosas que el monitor no puede.
Si tu presión arterial está muy elevada – por ejemplo, si está en 180/120 – espera 5 minutos y mídela de nuevo. Si la lectura sigue elevada, llama a tu médico de inmediato, podrías estar sufriendo una crisis hipertensiva. Si notas dolor de pecho, falta de aire, dolor de espalda, dificultad para hablar, debilidad, hormigueo y/o cambios en la visión, no te esperes, llama al 911. Esta es una emergencia médica.
Lo único que si te recomiendo es que no te obsesiones con estar chequeando tu presión constantemente. Esto puede ser contraproducente, la ansiedad que te podría producir esto, podría causar que te suba la presión.
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