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El cambio de vida suele ser la causa principal de los intensos sudores nocturnos que afectan a las mujeres cuando sus niveles hormonales comienzan a fluctuar, pero no es el único factor. ¿Podrías mencionar alguno más? Si no tienes idea, no te preocupes. En Vida y Salud te hablamos de 5 posibles causas que no tienen nada que ver con la menopausia.

Si es pleno verano, te has arropado demasiado y no has puesto ni el ventilador ni el aire acondicionado, no te extrañes si despiertas a media noche muerta de calor y empapada en sudor.  Pero aunque el efecto sea el mismo, esa sudoración no se debe a los molestos sudores o calores nocturnos.  Para poder considerarlos como tal, éstos deben producirse cuando no están relacionados con una temperatura ambiente demasiado elevada.

Causas de los sudores nocturnos

Los sudores nocturnos casi siempre se atribuyen a los cambios hormonales que ocurren durante la perimenopausia.  Estos y otros síntomas, como la resequedad vaginal, se pueden presentar incluso varios años antes de que se interrumpan los períodos, o sea, cuando llega la menopausia en sí. Sin embargo, hay otras causas que pueden provocarlos.  Si sudas abundantemente durante la noche, pero tus períodos son regulares y no esperas que llegue la menopausia por el momento, entonces conviene que consultes con un profesional de la salud.  Él o ella tendrán en cuenta tu historia clínica y te indicarán una serie de pruebas para determinar la causa. Entre las causas más comunes de los sudores nocturnos  se encuentran:

1. Medicamentos

Varios tipos de medicamentos pueden producir sudores nocturnos o enrojecimiento y calor en el rostro, por ejemplo, los antidepresivos y algunos medicamentos utilizados en tratamientos psiquiátricos; las medicinas que se utilizan para bajar la fiebre, como la aspirina y el acetaminofén, además de la cortisona, la prednisona y la prednisolona.  Otros, como la niacina, el tamoxifeno y la nitroglicerina también incluyen los sudores nocturnos y el enrojecimiento del rostro entre sus efectos secundarios.

2. Infección

La tuberculosis es la infección que con más frecuencia se asocia a los sudores nocturnos. Otras infecciones de tipo bacteriano, como la osteomielitis (que afecta los huesos), los abscesos en la boca o la inflamación de las válvulas cardíacas (endocarditis), pueden provocar sudores nocturnos. Muchas veces éstos indican que la persona puede estar infectada con el virus del VIH.

3. Hipoglucemia

¿Necesitas utilizar insulina o tomar otros medicamentos orales para controlar tu glucosa en la sangre? Es posible entonces que, ocasionalmente, tengas episodios de hipoglucemia durante la noche que podrían provocar sudores nocturnos intensos.

4. Hipertiroidismo

Si estás produciendo en exceso la hormona tiroidea, podrías experimentar varios síntomas, entre ellos los sudores nocturnos.

5. Hiperhidrosis idiopática

Es una condición en que la persona, ya sea hombre o mujer, suda excesivamente pero sin razón concreta. Se trata de una alteración genética que comienza a manifestarse casi siempre desde la adolescencia o la niñez, se cree que se deben a cambios endocrinos y/o metabólicos que provocan el exceso de sudor.  Se puede tratar utilizando una variedad de métodos que van desde el uso de ansiolíticos, medicamentos tópicos a base de sales de aluminio, el bótox y hasta la cirugía para brindar alivio a los síntomas. En este momento, no hay una cura definitiva.

Estas no son las únicas causas de la molesta sudoración nocturna: los trastornos neurológicos y hasta ciertos tipos de cáncer como el linfoma, pueden provocar los sudores nocturnos. Por esa razón es importante que visites a tu médico para que determine la causa de tus sudores y te indique el tratamiento adecuado. No sólo es importante para que duermas mejor, algunos de los problemas que los causan requieren tratamiento que entre antes, mejor. ¡Busca ayuda!

 

Imagen © iStock / MrKornFlakes

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