Las uñas son muchas veces olvidadas y sólo las recordamos cuando queremos elegir el color de moda para pintarlas en un salón de belleza. Pero aquí te invito a que las observes para saber si te están dando alguna clave sobre su salud. Y además te doy algunos consejitos para que las cuides y puedas lucirlas bellas y sanas.
Las uñas son duras y resistentes, pero no por eso son invencibles. Piensa cuántas cosas haces con ellas: desde pelar una naranja, hasta rascarte la piel. Si las miras, te das cuenta de que son indispensables para tener unas manos y pies bellos. No es por gusto que las mujeres estemos siempre tan preocupadas por tenerlas arregladas y pintadas a la moda.
Pero más que un color para ponerte, te invito a que observes con atención a tus uñas para saber si están sanas. Las uñas quebradizas y que presentan marcas o cambios de color pueden indicar problemas de salud que no has considerado.
Así que con los ojos afilados, responde a estas preguntas:
- ¿Tienen algún cambio en el color, manchas o tienen algún punto oscuro?
 - ¿Ves que hayan cambiado de forma y se hayan vuelto más curvas?
 - ¿Has notado que se han debilitado o se han vuelto más gruesas?
 - ¿Están tus uñas separadas de la piel que las rodea?
 - ¿Tienes sangrado alrededor de las uñas?
 - ¿Tienes las uñas rojas o hinchadas?
 - ¿Te duelen?
 
Si respondiste sí a algunas de estas preguntas, debes consultar con tu dermatólogo. Las uñas sanas son lisas, y no presentan hundimientos. Tienen un color uniforme y no tienen manchas. En ocasiones pueden aparecer rayitas blancas o puntitos blancos debido a algún golpe, pero a medida que crece la uña, éstos desaparecen.
Es indispensable que las mantengas secas y limpias para evitar que crezcan hongos y otros microorganismos en ellas. Te aconsejo que cuando vayas a lavar platos, uses guantes para que evites el contacto de tus uñas con ciertos químicos que pueden debilitarlas.
Además, para tener unas uñas saludables, es bueno limarlas y cortarlas de forma regular. La mejor manera es que las cortes rectas y luego las limes para redondear las puntas. Tenerlas cortas es mejor que demasiado largas, pues así se rompen fácilmente. Usar una crema humectante en las uñas y la cutícula ayudará a mantenerlas fuertes.
¿Qué puedes hacer para proteger tus uñas? Lo mejor es que evites abusar de ellas.
- No las uses como herramientas.
 - No las muerdas ni te quites las cutículas porque puedes abrir la puerta para que entren las bacterias, los hongos y las infecciones.
 - No te arranques los padrastros o pedacitos de piel que se despegan a los lados de las uñas ya que puedes rasgar el tejido y causar heridas e infecciones. Remuévelos cuidadosamente con el cortaúñas o con tijeras especiales.
 - No ignores las señales de alerta sobre la salud de tus uñas. Recuerda que ellas también son el espejo de la salud de tu cuerpo y cualquier cambio que no mejora con el tiempo debes consultarlo con tu médico o con el o la dermatólogo(a), que es el especialista en la piel.
 - Si te haces manicure y pedicure en un salón de belleza, recuerda verificar que cumple con las normas de sanidad e higiene indispensables para evitar la propagación de infecciones.
 
No te olvides de tus uñas. Cuídalas y quiérelas para que estén sanas y por consiguiente, lindas. Si tienes cualquier duda, consulta con el dermatólogo.
Imagen © iStockphoto.com / Valua Vitaly

				
						
						
    



