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Si por algún motivo tienes que extraerte todos o algunos de los dientes, la solución más frecuente para masticar bien y lucir una linda sonrisa es usar una prótesis dental (o dentadura postiza), completa o parcial. Y para mantenerla en perfecto estado, es importante que sepas cómo cuidarla.

En la actualidad, las prótesis dentales (o dentaduras postizas) se hacen de modo que se parezcan lo más posible a tus dientes naturales, para que no haya cambios notables en tu apariencia o la mejoren. Sin embargo, es posible que te sientas extraña(o) al empezar a usarlas, hasta que los músculos de tus mejillas y tu lengua aprendan a mantenerlas en posición y te sientas cómoda(o) al ponértelas y al quitártelas. También podrías experimentar alguna irritación en la boca, y un aumento en la producción de saliva al principio. Pero estos problemas generalmente van desapareciendo a medida que tu boca se va adaptando a su uso.

Lo más probable es que tu dentista te aconseje que uses tu prótesis nueva todo el tiempo (hasta para dormir) durante los primeros días. Aunque esto te resulte incómodo, es el modo más rápido de adaptarte e identificar las áreas que necesiten algún ajuste. Una vez que se hagan las adaptaciones necesarias y te sientas cómodo(a), debes quitarte la prótesis antes de acostarte para darles descanso a tus encías y permitir que tu lengua y tu saliva hagan una labor de limpieza en tu boca. Al día siguiente, te la puedes poner de nuevo.

En los primeros días, puede que también tengas alguna dificultad para pronunciar ciertas palabras. La solución más sencilla es practicar, pronunciando esas palabras en voz alta hasta que te suenen de modo normal. En cuanto a la comida, es posible que necesites unas semanas de práctica antes de que te sientas cómoda(o) al masticar. Lo mejor es que empieces con alimentos suaves cortados en trocitos. Mastica lentamente con los dos lados de la boca, hasta que te acostumbres a manejar la prótesis. Eso sí, ten mucho cuidado con los alimentos duros, pegajosos o muy calientes, y trata de evitar la goma de mascar.

Los implantes dentales son una buena alternativa a las prótesis dentales, ya que son lo más parecido a los dientes naturales. Pueden usarse para afirmar de modo permanente los puentes, eliminando así la necesidad de usar prótesis. Pero no todas las personas son buenas candidatas para los implantes, aparte de que su costo es bastante más alto.

Cuida tu prótesis para que te dure más y funcione a la perfección

Para que tu prótesis o dentadura dure más en buenas condiciones y se mantenga limpia y fresca todo el tiempo, tienes que dedicarle algunos sencillos cuidados. Por ejemplo:

  1. Recuerda que las prótesis son frágiles, y pueden quebrarse si se caen en el lavabo o en cualquier superficie dura. Cuando las manipules, hazlo sobre un paño suave, que las acolchen y protejan si se te deslizan de las manos.
  2. Cepilla tu prótesis después de las comidas para mantenerla limpia, igual que haces con tus dientes naturales. Pero usa un cepillo y una pasta o limpiador designados especialmente para las prótesis. Las cerdas de estos cepillos son muy suaves para que no se rayen los dientes; las pastas o limpiadores para prótesis son también suaves, sin sustancias abrasivas.
  3. Si te resulta inconveniente cepillar tu prótesis después de comer, enjuágate la boca con agua para eliminar cualquier partícula de alimento que haya quedado atrapada entre los dientes.  Además de limpiar tu prótesis, es necesario que te cepilles las encías, la lengua y la parte interna de la boca con un cepillo de cerdas suaves dos veces al día. Así eliminas la placa y estimulas la circulación, lo que conserva sanas tus encías. Y también es bueno que te laves la boca a diario con un enjuague bucal o con agua tibia con sal.
  4. Usa tu prótesis todos los días para asegurarte de que se adapta bien a tu boca. Con el tiempo, las encías y la línea de la mandíbula cambian y tienden a retroceder. Si usas la prótesis a diario, minimizas el problema.
  5. De todos modos, la prótesis debe ajustarse cada cierto tiempo para que se fije bien. Si la cuidas adecuadamente, suele durar de cinco a siete años antes de que debas reemplazarla por una nueva.
  6. Dale un descanso a tus encías: quítate la prótesis cuando te vayas a acostar. Y para evitar que se golpee o se deforme cuando esté fuera de tu boca, consérvala en agua, a la que puedes agregar alguna pastilla desinfectante.
  7. Si la prótesis te sigue molestando después de un tiempo prudente, ve al dentista. Probablemente necesite un ajuste. Si se mueve cuando hablas, o se suelta cuando te ríes, te sonríes o toses, habla también con tu dentista para que te la ajuste apropiadamente.
  8. Examina tu boca con frecuencia. Si te molesta, si hay algún área dolorosa, o si notas una llaguita que no sana, consulta enseguida con tu dentista. Eso es especialmente importante si padeces de diabetes.

Si tu dentista te recomienda el uso de una prótesis, considéralo. Con los grandes avances de los últimos tiempos, las prótesis dentales han perdido el estigma que tenían en el pasado. Actualmente se fabrican en distintas formas y colores para que parezcan naturales, y el mismo paciente puede escoger la sonrisa “a la medida” que siempre ha querido tener. Si usas una prótesis dental, piensa que sólo toma unos minutos al día para conservarla en buenas condiciones. Convierte su cuidado en un hábito, hasta que se vuelva parte de tu rutina diaria, y tu prótesis o dentadura mantendrá su apariencia, durará por años… y nadie se dará cuenta de que tu sonrisa no es enteramente natural.

 

Última revisión: 2017

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Imagen © iStock / Hengfen Li

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