Muchas personas se asustan y creen estar anémicas tan pronto y se sienten un poco cansadas. Otras en cambio no le dan importancia aunque les cueste mucho hacer sus actividades cotidianas con normalidad. Ni un extremo ni el otro. Descubre qué es la anemia, cuáles son sus síntomas y cómo puedes evitarla.
Desde la primera consulta, Delia llegó preocupada creyendo que estaba anémica, ya que siempre se sentía cansada. Después de que el primer médico que la vio le hizo los análisis necesarios y le descartó esa posibilidad, ella todavía no estaba convencida. Es cierto que el cansancio puede ser un signo de que tienes anemia, pero también puede ser señal de muchas otras enfermedades o, simplemente, de que necesitas dormir más y llevar una mejor calidad de vida.
Para despejar sus dudas, le expliqué entonces qué era la anemia, cuáles son los síntomas que la puede provocar, cómo prevenirla y por qué en su caso podía quedarse tranquila. Sigue leyendo y descubre tú también cuáles son los síntomas de la anemia y cómo se diagnostica, para poder actuar en caso de que lo necesites.
La anemia se produce porque la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos (que contienen a la hemoglobina) para transportar el oxígeno al resto del organismo. Tu cuerpo produce tres tipos de células sanguíneas: los glóbulos blancos (que se ocupan de combatir infecciones), las plaquetas sanguíneas (que ayudan en la coagulación) y los glóbulos rojos, que se ocupan de llevar el oxígeno a todas partes del cuerpo.
Los glóbulos rojos se valen de la hemoglobina, una proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo que la caracteriza, y además de permitirle a la sangre llevar el oxigeno desde los pulmones hacia otros lugares, también la ayuda a recolectar el dióxido de carbono de otras partes del cuerpo para llevarlo a los pulmones, desde donde lo exhalada para eliminarlo del cuerpo.
Si los glóbulos rojos (y la hemoglobina) son escasos (están por debajo de lo normal), el oxígeno no puede llegar a todas partes del cuerpo. Se produce así la anemia que, si no se controla, puede ir provocando problemas más o menos serios de salud, ya que se pueden dañar otros órganos y el corazón deberá trabajar con mayor esfuerzo, lo que también puede provocar fallas cardíacas.
Hay varios tipos de anemia que tienen causas y características específicas:
Lo importante es que entiendas que la anemia puede producirse por diferentes motivos:
A veces, los síntomas de la anemia son leves y puedes no darte cuenta. Los principales son el cansancio y la fatiga. Pero también podrías sentir:
De todos modos, es posible que tengas algunas de estos síntomas sin que sea anemia, pues muchas de ellos son comunes, como los dolores de cabeza leves o el tener las manos frías. Asimismo, todos pueden indicar otras enfermedades.
Por eso, antes de que te asustes, si notas que los síntomas no desaparecen o si tienes dudas con respecto a tu estado de salud, no tardes en pedir una cita con tu médico para que pueda hacerte los estudios necesarios para dejarte tranquilo(a). En general, para detectar la presencia de anemia, el médico te hará un chequeo físico completo y pedirá un análisis de sangre. El diagnóstico de anemia se establece con una biometría hemática (en inglés se llama CBC) que permite la cuenta de los glóbulos rojos, la hemoglobina y el hematocrito.
Ten en cuenta que hay personas que tienen más riesgos que otras de desarrollar anemia. ¿Quiénes son?
Algunos tipos de anemia se pueden evitar si llevas una alimentación sana. Por ejemplo, para que no te falte hierro puedes comer carnes rojas, vegetales de hojas verdes, frutas secas y nueces. La vitamina B-12 la puedes obtener de los lácteos y de la carne, entre otros alimentos. Y al ácido fólico lo encuentras en jugos de frutas cítricas como el limón y la naranja, en los vegetales de hojas verdes, las legumbres y los cereales fortificados.
En general, una dieta saludable es suficiente para obtener todos estos nutrientes, aunque a veces tu médico podría indicarte que tomes hierro, por ejemplo, si tu periodo es muy abundante (pero no los tomes sin su aprobación o sin antes consultarlo con un especialista). También puedes evitar la anemia si se combate su causa. Es el caso de las anemias causadas por otras enfermedades, como las que mencionamos anteriormente.
Por su puesto, si la anemia es de tipo hereditario no es posible prevenirla, pero en la mayoría de los casos las anemias pueden ser tratadas y controladas. Si tienes síntomas, consulta a tu médico y si hay dudas con respecto a la causa de a anemia, el especialista es el hematólogo. Sólo estableciendo la causa se puede establecer el tratamiento adecuado. Una vez que se trata la anemia podrás recuperar las energías, mejorar tu calidad de vida y evitar complicaciones.
Ultima revisión: 2019
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