¿Sabías que las niñas empiezan a quedarse atrás en matemáticas desde los 6 años?
Suena alarmante, pero un estudio realizado en Francia ha revelado que la brecha de género en matemáticas no es algo que surja de la noche a la mañana. De hecho, se empieza a notar muy pronto, incluso en los primeros meses de la escuela primaria. ¡Es un tema que hay que tomar en serio si queremos cambiar el rumbo!
La brecha de género en matemáticas desde el primer curso escolar
Este estudio masivo, publicado en la revista Nature, siguió a más de 2,6 millones de estudiantes franceses durante cuatro años. Al principio del curso escolar, tanto niños como niñas tenían más o menos el mismo nivel en matemáticas. Pero solo cuatro meses después, los niños ya estaban puntuando mejor que las niñas, y la diferencia seguía creciendo con el paso del tiempo.
Lo más interesante de este estudio es que la brecha de género en matemáticas no depende de factores como el entorno escolar o el nivel socioeconómico. Es un patrón que se repite en todos lados. Como explican los autores del estudio: “Nuestros resultados apuntan directamente al primer curso escolar como el momento clave en el que se empieza a generar esta desigualdad”. Es decir, la brecha comienza temprano, por lo que las intervenciones deben empezar desde el primer día de clase.
¿Por qué sucede esto?
Lo más sorprendente de este estudio es que la brecha no tiene una base biológica, sino que es cultural. Aunque los niños y las niñas tienen el mismo potencial en matemáticas desde pequeños, se empieza a filtrar la idea de que “las chicas son malas en matemáticas”. Y esa creencia se va interiorizando poco a poco, aunque no lo queramos. La Dra. Jodie Hunter, investigadora del Instituto de Educación de Massey University (Nueva Zelanda), explica en declaraciones al Science Media Center de España que: “Este estudio respalda lo que investigaciones anteriores han demostrado sobre lo que se conoce como ‘sesgo de brillantez’, la idea de que obtener buenos resultados en materias como matemáticas tiene que ver con tener talento natural”.
Es como si la sociedad estuviera diciéndoles a las niñas desde el principio que no se espera que sean buenas en matemáticas. Si no cambiamos esto, las niñas seguirán alejándose de las ciencias y la tecnología a medida que crecen. Por eso es tan importante actuar rápido, cambiando los estereotipos y empoderando a las niñas desde pequeñas.
¿Cómo podemos cambiar esta situación?
La clave está en la intervención temprana. Como señala la Dra. Marta Macho Stadler, profesora de Matemáticas de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), las brechas en matemáticas empiezan a ser visibles a los seis años, coincidiendo con el inicio de la escolarización. Y lo más importante: “Las habilidades matemáticas de chicas y chicos son similares”. Es decir, no hay razón para pensar que las niñas tienen menos capacidad para las matemáticas, ¡es un mito!
Pero también hay otro factor importante que afecta el rendimiento de las niñas: la presión competitiva. Un estudio anterior en un concurso de matemáticas en España encontró que la motivación y el rendimiento de las niñas y los niños pueden ser diferentes en un ambiente competitivo. Esto se debe a las expectativas del entorno familiar y docente. Según la Dra. Macho Stadler, “las expectativas del entorno familiar y docente pueden empujar a las niñas a limitarse y tener un rendimiento inferior al de los niños”. Así que si queremos que las niñas tengan las mismas oportunidades, es fundamental que los profesores estén bien formados y rompan los estereotipos.
¿Qué necesitamos hacer para cambiarlo?
Para que las niñas no se queden atrás en matemáticas, necesitamos empezar desde el primer año escolar. Cambiar los estereotipos, darles más apoyo en el aula y formar adecuadamente a los profesores son pasos clave. Además, empoderar a las niñas y mostrarles que sí pueden ser tan buenas en matemáticas como los niños es fundamental para cerrar esta brecha.
Conclusión: La brecha de género en matemáticas no es natural
La brecha de género en matemáticas no es algo que las niñas no puedan superar. Es un tema cultural y social que se forma desde muy temprano, y está en nuestras manos cambiarlo. No es que las niñas no sean buenas en mates, ¡es que el sistema no las está apoyando como debería! Cambiar este panorama desde el principio puede marcar la diferencia.
Preguntas frecuentes
¿Por qué las niñas se rezagan en matemáticas desde los 6 años?
La brecha de género en matemáticas comienza a notarse desde los primeros meses del primer curso escolar debido a estereotipos culturales que afectan las expectativas y confianza de las niñas.
¿Qué sugiere el estudio sobre la brecha de género en matemáticas?
El estudio sugiere que esta brecha no tiene base biológica, sino que está relacionada con factores culturales y sociales que comienzan a influir desde la escolarización temprana.
¿Cómo podemos reducir la brecha de género en matemáticas?
Es fundamental intervenir desde los primeros años de escuela, cambiar los estereotipos de género, y formar a los docentes para que fomenten la confianza y el interés de las niñas en las matemáticas.
¿Qué impacto tiene el entorno familiar en el rendimiento matemático de las niñas?
El entorno familiar y las expectativas sociales juegan un papel importante, ya que las niñas pueden sentirse presionadas a cumplir con ciertos roles de género, lo que limita su rendimiento en disciplinas como las matemáticas.
¿Cuál es la edad clave para intervenir en la brecha de género en matemáticas?
Según los estudios, los seis años, coincidiendo con el inicio de la escolarización, es la edad en la que comienzan a aparecer las brechas en matemáticas, por lo que es crucial intervenir en esta etapa.
¿Qué papel juega la formación docente en la brecha de género en matemáticas?
Una formación adecuada del profesorado es esencial, ya que las prácticas docentes cargadas de estereotipos pueden contribuir a la autolimitación de las niñas en áreas como las matemáticas.
Por Karla Islas Pieck
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