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Amaranta y Miguel hace unas semanas supieron que serán padres. Están muy contentos y, en sus palabras, “llega en un excelente momento”. Pero hay algo que no se les sale de la cabeza desde que empezaron a planificar su nueva vida: ¿Dormirá bien nuestro bebé? Si tú estás en una situación parecida este artículo quizá pueda ayudarte a no sentirte tan solo. Te adelanto, el poder está en tus manos…

Los datos

De cada 100 personas en Latinoamérica, 17 tienen sueño durante el día y 1 de cada 3 sufren insomnio, es decir, que no pueden conciliar el sueño en la noche. Eso es un porcentaje muy alto y bastante preocupante de la población. En los niños, la situación es similar. Se estima que, en promedio, duermen 1 o 2 horas menos de los esperado y muchos se despiertan por la noche. Algo similar ocurre entre los adolescentes. Un estudio del sur de Texas arrojó que a más de la mitad de los niños no les gusta dormir y prefieren hacer actividades a conciliar el sueño.

Suena como una perspectiva bastante desalentadora, pero no necesariamente es así. Los niños tienen una gran capacidad de adaptación y rápidamente pueden tomar un ritmo en su vida que sea sano y bueno para ellos. Pero la clave está en la constancia. Cada niño tiene sus propios procesos, pero mientras antes comiencen a tomar su ritmo, menos demorarán. 

Con constancia todo se logra

Vida y Salud conversó con Geraldine Cuitiño Monsalves, educadora con más de 30 años de experiencia con niños entre 2 días y 6 años. Ella cree que una razón por la que los bebés tienen dificultades para dormir radica en nuestra propia forma de querer que concilien el sueño: 

“Los niños desde que nacen captan nuestras energías, si nuestro máximo deseo es que se duerman y eso nos estresa, ellos también lo estarán. Es muy difícil que puedan dormir así. Si les das paz a los niños, ellos se entregarán a los brazos del sueño rápidamente”

Por otro lado, el uso de pantallas ha logrado mantener a los bebés y niños entretenidos por largos periodos de tiempo, pero al final repercute en sus ciclos de sueño y en sus ganas de ir a dormir. La OMS recomienda que los niños comiencen a utilizar pantallas recién desde los 2 años de vida y limitándolo solo a 1 hora diaria. “Esto también es válido para nosotros como adultos cuando estamos con nuestros niños -menciona la experta-, no podemos hacerlos dormir mirando una pantalla o cuando los acompañamos a que se queden dormidos”.

La crianza respetuosa es una línea que está ganando popularidad entre la comunidad. Supone tomar en cuenta las emociones y permitirles que tengan mayor libertad a la hora de modelar su personalidad, sin buscar la obediencia ciega, más bien que vayan aprendiendo a ser respetuosos con el otro y exigir respeto. 

El Pediatra Español Carlos González, especialista en crianza señala así: “Hasta los 7 u 8 meses el sueño del bebé está en un “periodo de construcción”, seguido de una etapa de maduración hasta que aproximadamente alrededor de los 6 años empieza a parecerse al sueño del adulto. Así que una vez que sabemos esto, lo que tenemos que hacer es armarnos de santa paciencia y estar dispuestos a acompañar a nuestros hijos en este proceso de la forma más respetuosa que podamos, sin reproches, sin gritos y sin amenazas. Todos los niños lo logran antes o después”.

¿Cómo lograrlo?, no hay una receta mágica, pero podemos considerar algunas claves:

  • Los bebés hasta los 2 meses quieren sentir que aún están en el útero, por lo que envolverlos suavemente les trae seguridad y calma. Recuerda el concepto de que traspasas tus sentimientos al bebé.
  • Los niños deben aprender que su cama es el lugar para dormir. Debemos intentar acostarlos despiertos y acompañarlos; leer cuentos y tener un momento juntos es importante para que asocien el dormir como algo placentero y bueno.
  • La siesta es un gran compañero de los niños, ayúdales a que siempre la tengan. Contrario a lo que a veces se piensa, un niño con muchas actividades o sin dormir en todo el día, en general le costará mucho más conciliar el sueño en la noche.
  • Nosotros somos quienes les enseñamos a los niños de qué manera y cuándo se deben dormir. Debes considerar que ellos captan nuestras vibras y también aprenden de lo que hacemos, por lo que, si estas mirando tu celular o no cumples con los acuerdos, ellos lo seguirán.
  • Desde los 2 años es importante poner los límites a los momentos en que deben dormir. En general debemos guiarnos por el ciclo circadiano de los niños y respetar los momentos donde la luz del sol ya no está. Deben dormir con la luz apagada y sin el uso de pantallas, si lees cuentos que sea con luz tenue.
  • Conoce los ciclos de sueño normal de los niños, que muchas veces incluye siestas: 
    • 12 meses – hasta 16 horas
    • 2 años – hasta 14 horas
    • 5 años – Hasta 13 horas
    • 12 años – Hasta 12 horas
    • 18 años – Hasta 10 horas
  • Si bien sus actividades cambian todos los días, pero sus horarios para dormir no. La rutina asegura que aprendan a dormir y tener un sueño reparador. “En las vacaciones se puede ser más flexible, pero antes que acaben vuelve al ritmo normal”, señalan los consultores del sueño infantil, Baby Lab sleep.

Como te puedes dar cuenta, el tener una crianza respetuosa también supone que consideres que tú eres el que sabe lo que es mejor para su hijo. Ellos tienen que aprender de ti, por lo tanto, con amor y mucha paciencia puedes lograr que tengan higiene del sueño. 

La clave está en acompañarlos y reducir el uso de pantallas; especialmente cuando ya no hay luz solar y las hormonas del sueño de tus hijos empiezan a producirse.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / TommyStockProject

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