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¿A quién no le gustan las fresas o frutillas? Además de ser riquísimas y servir de protagonistas en postres deliciosos, al parecer pueden ser grandes aliadas en asuntos de salud. Según un estudio, las fresas lograron una reducción sustancial del colesterol “malo” y de los triglicéridos de los participantes. ¡Y eso no es todo!   

Con anterioridad, en Vida y Salud te hemos informado sobre las propiedades beneficiosas de las fresas (frutillas). Su consumo está relacionado con la mejoría de la memoria, una reducción del riesgo de un ataque cardíaco y del cáncer del esófago.  Un estudio nuevo las asocia con la reducción del colesterol. La investigación se llevó a cabo en la Universitá Politecnica del Marche (UNIVPM, Italia), junto con expertos de las universidades de Salamanca, Granada y Sevilla (España). El objetivo era analizar los parámetros de la sangre y sus resultados se publicaron en el Journal of Nutritional Biochemistry.

El objetivo del estudio era comprobar si las fresas alteraban de alguna forma los parámetros de la sangre. Durante el mes que duró, se hizo un experimento. Consistió en añadir medio kilo de fresas a la dieta regular de 23 voluntarios saludables. Antes de comenzar el estudio y cuando concluyó después de un mes, se tomaron muestras de sangre de los participantes.  Así se comprobó que las fresas tienen un efecto significativo en el nivel de colesterol.

El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo. El cuerpo produce el colesterol que necesita, y que usa  para fabricar vitamina D y sustancias que te ayudan a digerir los alimentos.

Hay varios tipos de colesterol, entre ellos, hablaremos de dos de los más importantes: el de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y el de las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Es importante que tu cuerpo tenga la cantidad adecuada de ambos tipos de colesterol.

Si el LDL (llamado el colesterol malo) tiene un nivel elevado en la sangre, puede depositarse en las paredes de las arterias y aumentar tu riesgo de sufrir de algunas enfermedades cardíacas (como ateroesclerosis, ataques al corazón, ataques cerebrovasculares, etc.). Mientras más alto sea el LDL, mayor es el riesgo.

El HDL (llamado el colesterol bueno) viaja de todas partes del cuerpo de vuelta al hígado, que se ocupa de eliminarlo. Mientras mayor sea el nivel de HDL en tu sangre, menor es tu riesgo de padecer de algunas enfermedades cardíacas. Tiene un efecto protector.

El estudio realizado mostró un resultado muy positivo: la cantidad total de ambos tipos de colesterol, la cantidad de colesterol LDL y la cantidad de triglicéridos habían disminuido respectivamente un 8.78%, un 13.72% y un 20.80%. El colesterol HDL o colesterol bueno permaneció igual.

Además de lo anterior, las fresas mejoraron otros parámetros, como el perfil general de los lípidos en el plasma, los biomarcadores antioxidantes (como la vitamina C) y la función plaquetaria (de las plaquetas). Todos los parámetros volvieron a sus niveles iniciales a los 15 días de terminar el experimento con las fresas.

Según Maurizio Battino, investigador de UNIVPM y director del estudio, es la primera vez que se publica un estudio que apoya el papel protector de los compuestos bioactivos de las fresas frente a factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Y aunque no hay evidencia de cuáles de los compuestos de la fresa proporcionan los efectos beneficiosos, es muy probable que se deba al pigmento vegetal que les da su color rojo.

Algo más: el equipo de investigadores confirmó en otros estudios que consumir fresas también protege de los rayos ultravioleta, reduce al daño que causa el alcohol en las mucosas gástricas, refuerza los glóbulos rojos y mejora la capacidad antioxidante de la sangre.

¿Quieres entonces saborear algo delicioso y a la vez seguir una dieta beneficiosa para tu salud? Pues ¡disfruta de las fresas!

 

Imagen © Shutterstock / immstudi

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