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Una nueva persona ha entrado a tu vida, hay atracción mutua y tú sabes que muy pronto llegarán al tema del sexo. Pero… tienes una enfermedad de transmisión sexual (ETS). ¿Le cuentas o no le cuentas? ¡Claro que sí! No querrás contagiarlo a él o a ella. Lo importante es saber cómo decirlo. En Vida y Salud te damos algunos consejos.

Cuando tienes una enfermedad de transmisión sexual (ETS), es indispensable que le cuentes a tu nueva pareja y que tomes medidas preventivas con respecto al sexo. Y la razón es obvia, porque esa persona puede correr el riesgo de contagiarse también.

No te confíes en que una ETS no se nota o que supuestamente está controlada y que puedes tener sexo con preservativo sin decir nada, pues siempre existe el riesgo de contagiar a tu pareja. Por ejemplo, si tuvieras una ETS con posibilidad de cura, como sífilis, gonorrea o clamidia, lo recomendable es que evites tener relaciones sexuales durante tu tratamiento, y retomarlas sólo cuando tu médico te asegure que estás curado. Pero si tienes una ETS que no tiene cura, como el VIH/SIDA, el herpes genital o el VPH, la situación es un poco más compleja. En esos casos los tratamientos te ayudan a controlar los síntomas, y debes tomar medidas aún más radicales para evitar contagiar a tu pareja sexual.

Por eso es tan importante que te pongas en los zapatos de tu nueva pareja y se lo cuentes. Sabemos que no es una confesión fácil de hacer, especialmente cuando hay tanta estigmatización y discriminación hacia las personas que las padecen, y puedes temerle al rechazo. Pero lo importante no es lo que piensen los demás, sino lo que pienses tú. Si no quieres ser deshonesto ni poner en riesgo la salud de esa nueva persona que ha llegado a tu vida, actúa como indican tu corazón y tu conciencia.

En Vida y Salud te damos algunos consejos para ayudarte a pasar por este momento de la mejor manera.

Elige el momento adecuado. Elige un momento tranquilo, cuando estén de buen humor y tengan tiempo para sentarse a conversar del tema. Y sobretodo, no es recomendable que hables de esto justo cuando están en un momento de pasión.

Infórmate bien sobre tu ETS, los riesgos que puede correr tu pareja, y la forma de evitar que él o ella se contagien. Así estarás preparado para contestar cualquiera de sus preguntas.

Prepárate. Piensa cómo se lo vas a decir, qué palabras vas a usar. El tener una actitud segura y tranquila para decir sin muchos rodeos “tengo herpes”, siempre será mucho mejor que decir con nervios y timidez “te voy a confesar algo muy vergonzoso, tengo una enfermedad horrible…”. El usar palabras como “horrible, doloroso, incurable, contagioso”, son alarmantes. Es mejor ir directo al grano. Además, es importante no sólo contar el problema sino también su solución, así que incluye en tu conversación que sabes cómo puedes protegerlo de cualquier riesgo.

Dale tiempo. Es probable que tu pareja necesite reflexionar sobre el tema, dependiendo de los riesgos que pueda implicar para él o ella. Dale tiempo para pensar si lo pide, o para hablar si lo necesita, y responde todas sus preguntas con calma.

Nunca sabes cuál será la respuesta que obtendrás, por eso es importante que decidas hablar por tu propia convicción. Y si finalmente tu nueva pareja decide alejarse, no te desanimes ni te arrepientas por haber hablado, otros probablemente valorarán tu sinceridad y se quedarán. Y esas relaciones son las que valen la pena para ti a largo plazo.

 

Imagen © iStock / Gawrav Sinha

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