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No hay por qué mentir: el trabajo de parto es un proceso que puede causar molestias y/o dolores de diferente intensidad. Lo bueno es que hay varias maneras de ayudar a que este proceso antes de dar a luz a tu bebé sea menos doloroso. En Vida y Salud te contamos cuáles son las posiciones que pueden aliviarte mientras tienes las contracciones.

¡Llegó el momento de dar a luz! Tu cuerpo ya empezó el trabajo de parto. Tu bebé está listo para salir al mundo, pero tienes que abrirle camino.

El trabajo de parto consta de 3 etapas: contracciones (leves e intensas); el nacimiento y la expulsión de la placenta. Durante las contracciones, el cuello del útero o cervix se dilata hasta alcanzar aproximadamente 10 centímetros de radio. Por eso, no es sorpresivo que pueda doler: el cuerpo se abre para que todo el cuerpo de tu bebé pueda encontrar la salida.

Durante todo el trabajo de parto debes tratar de estar tranquila: es el momento de culminación de tu embarazo, lo cual es bastante emocionante ¡Por fin vas a conocer a tu bebé! Pero no hay que negar que puede ser un proceso doloroso.

Lo importante es que no te asustes ni te desanimes. Ya has pasado nueve meses esperando ver a tu bebé, y estas contracciones son la etapa final antes de por fin conocer a tu hijo(a). Por eso, ten en cuenta que es algo que pasará y que hay varias posiciones en las que te puedes sentir mejor y aliviar el dolor.

La clave es que escuches a tu cuerpo: tú misma sabrás en qué posición te molesta o duele menos. Aquí te aconsejamos algunas, para que vayas pensando en ellas en preparación para tu trabajo de parto. Puedes combinarlas e ir acomodándote de acuerdo a la intensidad de la molestia o dolor.

  • Para ayudar al trabajo de parto es bueno estar parada y caminar un poco. Pero cuando te canses puedes apoyarte en tu compañero o en alguien cercano, rodearlo con tus brazos y moverte suavemente, como bailando una canción lenta. Puedes también sentarte y mecerte.
  • Sentarse con almohadas que le den soporte a tu espalda es una buena idea. También puedes inclinarte hacia adelanta para aliviar a tu espalda. Otra buena idea es sentarte al revés en una silla. Pon una almohada entre el respaldo de la silla y tu abdomen e inclínate apoyando tu cabeza y brazos en la parte superior de la silla. Esta posición es buena para que la espalda se relaje. Puedes incluso pedirle a tu compañero que te haga un masaje en la espalda.
  • Hacer una media sentadilla (apoyada en una sola pierna) o zancada sobre una silla o taburete. Cada vez que tengas una contracción, inclínate hacia el pie que está sobre la silla.
  • Arrodíllate y abrázate a una bola de ejercicio (bola suiza) o a un montón de almohadas.
  • Siéntate y pon un pie estirado sobre una silla pequeña o taburete.
  • El asumir la posición de sentadilla ayuda a abrir tu pelvis, lo cual le da espacio a tu bebé para acomodarse mejor.
  • Ponte “en cuatro”. El apoyar las manos y las rodillas en posición de animal cuadrúpedo, puede aliviarte y estimular el flujo de oxígeno hacia tu bebé.
  • Recuéstate en la cama con almohadas en la espalda y las piernas dobladas y abiertas. Con cada contracción, inclínate hacia adelante o acerca tus rodillas a tu cuerpo.
  • Acuéstate de lado con una almohada entre tus rodillas. Esta posición te dará un descanso y estimula el flujo de sangre hacia el útero.

Espero que estos consejos te ayuden. Debes tener en cuenta que ninguna posición es perfecta durante el trabajo de parto. La mayoría de las mujeres encuentran la suya luego de intentar varias o las prueban todas. Si tienes dudas puedes hablar con tu médico. El o ella tendrá sugerencias.

Pero recuerda: Tu cuerpo es sabio y te indicará cómo está más cómodo durante el trabajo de parto en preparación para la llegada de tu bebé.

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