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Estoy segura de que has oído hablar de los tipos más comunes de errores de refracción: la miopía, la hiperopía o hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. Si no estás familiarizado con el tema de los defectos oculares o acabas de entrar en el “club” de las personas que tienen que usar anteojos o lentes de contacto, no dejes de leer esta columna.  

Tener gafas no significa que todas las personas que las usan padecen de la misma condición o el mismo problema en su salud visual. No es lo mismo que un niño use lentes a que las use una persona mayor de 60 años. Existen diferentes tipos de errores de refracción o funcionamiento del ojo, por así decirlo, los cuales alteran la visión ideal de 20/20.

En general, el ojo humano funciona como una cámara fotográfica. La luz entra y sus rayos se refractan (se desvían) al pasar a través de la córnea y el cristalino. El lente del cristalino forma una imagen invertida de los objetos que enfoca en la retina y la retina hace las veces de película sensible a la luz, enviando impulsos eléctricos al cerebro a través del nervio óptico. Este último interpreta estos impulsos eléctricos y los convierte en las imágenes que vemos.

En un ojo sano, la luz se enfoca sin problemas de manera directa sobre la retina. Sin embargo, con el paso del tiempo, o debido a factores hereditarios, se pueden producir los llamados errores de refracción.

Los errores de refracción ocurren cuando la forma del ojo evita que la luz se enfoque directamente sobre la retina. Esto puede ocurrir debido a variaciones en la longitud  del globo ocular, cambios en la forma de la córnea o deterioro en el cristalino.  Estos errores se pueden presentar tanto en los niños como en los adultos, aunque algunos son más comunes a medida que aumenta la edad o si existen antecedentes familiares.

A continuación encontrarás los errores de refracción más comunes:

  • Miopía: ocurre cuando la luz se enfoca delante de la retina y no sobre la retina. Como resultado, los objetos lejanos se ven borrosos y los cercanos en cambio, se ven con claridad. También se le llama visión de cerca.
  • Hiperopía o Hipermetropía: ocurre cuando la luz se enfoca por detrás de la retina en lugar de directamente sobre ésta. Como resultado, los objetos cercanos se ven borrosos y los lejanos, con mayor claridad. También se le llama visión de lejos.
  • Astigmatismo: se presenta cuando la luz no se enfoca de forma pareja sobre la retina, lo cual impide el enfoque claro de los objetos. Como resultado, se ve borroso o alargado.
  • Presbicia o presbiopía: sucede con el paso de los años y se refiere a la dificultad para enfocar los objetos cercanos.

Muchas personas no saben que tienen problemas de la visión. Sin embargo, en otras ocasiones, los síntomas no se hacen esperar y es necesario visitar al oftalmólogo para que haga el diagnóstico preciso. Debes consultar al especialista de los ojos si notas:

  • Visión borrosa
  • Visión doble
  • Dolores de cabeza
  • Fatiga visual

También debes consultarlo(a) si entrecierras los ojos para ver o ves halos alrededor de luces brillantes.

Los problemas o errores de refracción pueden corregirse una vez que se determina la causa. Generalmente se requiere un examen que frecuentemente incluye dilatación de la pupila, entre otros estudios. El tratamiento incluye anteojos o gafas, lentes de contacto o cirugía. Tu médico te guiará de acuerdo a tu caso para que vuelvas a tener una visión 20/20.

 

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Imagen: ©Shutterstock / chali_studio

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