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Tras un diagnóstico de cáncer, la principal preocupación es conseguir superar la enfermedad. En los últimos años los avances en los tratamientos han mejorado mucho y cada vez más personas logran sobrevivir. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), hasta un 53% de las personas con cáncer consiguen sobrevivir más de cinco años. Sin embargo, algunos de estos tratamientos pueden afectar a la calidad de vida de las personas y dañar su salud bucodental.

En este sentido es muy importante la prevención. Es recomendable hacer una revisión a fondo del estado de la boca y determinar si es necesario hacer alguna intervención de forma previa, ya que una vez que comience el tratamiento se desaconseja cualquier acción en la boca” explica el Dr. Antoni Gómez, vicepresidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC).

Coincide en esta apreciación el Dr. Marc Oliva, médico adjunto de oncología médica del Instituto Catalán de Oncología (ICO). Es importante valorar si es necesario realizar cualquier tipo de extracción para prevenir posteriores complicaciones, por eso hacer una valoración odontológica de entrada antes de empezar con radioterapia o quimioterapia es fundamental”.

En esta primera consulta también es importante valorar el estado en el que se encuentran las prótesis. Hemos de comprobar que todas estén ajustadas, para que luego no acaben produciendo heridas cuando la mucosa esté más sensible por los diferentes tratamientos. También vigilar que no haya dientes rotos que puedan causar alguna herida y que no exista enfermedad periodontal. En definitiva, buscar resolver cualquier problema que se pueda presentar antes de iniciar el tratamiento” comenta el Dr. Ventura Menardia, odontólogo.

¿Cómo afecta la radioterapia a la salud bucodental?

Uno de los tratamientos que se emplea habitualmente en el cáncer es la radioterapia. Esta consiste en la emisión de radiaciones controladas que ayudan a destruir las células tumorales. Aunque las nuevas técnicas permiten reducir cada vez más las dosis y focalizar el tratamiento en las zonas afectadas, en algunos tumores como los de cabeza y cuello siguen ocasionando algunas afectaciones a nivel odontológico.

No se trata solo de un daño de los dientes, sino que puede haber consecuencias en toda la boca, afectando también a las encías, las glándulas salivales o la mucosa oral. Estos efectos adversos de la radioterapia dependerán mucho de las dosis empleadas, pero el estado inicial de la salud de la boca de la persona. Si esta antes del tratamiento ya está muy afectada, la radioterapia causará más daños que si se encuentra en un buen estado.

Una de las principales afectaciones en los tratamientos de radioterapia es la relacionada con las glándulas salivales. Aunque se intenta que la dosis que las afecta sea lo más baja posible, no es extraño que su función pueda llegar a verse afectada y se acabe produciendo una xerostomía o sequedad de boca, que puede provocar otros problemas asociados como mucositis o infecciones oportunistas. “Intentar salvaguardar la función de la glándula salival es muy importante tanto para mantener un PH adecuado de la boca, y contrarrestar las infecciones bacterianas o micóticas, como para la masticación y deglución de los alimentos”, explica el Dr. Ventura Menardia.

Sin embargo, si la dosis es suficientemente alta la glándula salival dejará de funcionar o producirá una saliva que no cumplirá su función por ser muy espesa, a pesar de los esfuerzos que se pongan en evitarlo. “Pero tenemos algunos mecanismos que nos pueden ayudar a manejar este efecto secundario, como el uso de saliva artificial o de algunos fármacos que ayudan a que cuando la glándula salival pierde función y no queda totalmente inactivada pueda mejorar un poco”, comenta el Dr. Ventura Menardia.

Mucosas más sensibles con la quimioterapia

Hasta un 40 por ciento de los pacientes que reciben tratamientos de quimioterapia tiene alguna afectación a nivel bucodental. “La quimioterapia puede facilitar que se produzcan más infecciones” explica el Dr. Marc Oliva, quien señala como en algunos pacientes de cáncer de cabeza y cuello, la quimioterapia se emplea para potenciar los efectos de la radioterapia. “Esto supone también que aumentan los efectos secundarios, siendo uno de los más importantes la mucositis o inflamación de las mucosas de la boca”.

En aquellos casos en los que se produce una mucositis, es posible seguir algunos consejos que ayuden a controlarla. De esta forma es aconsejable realizar enjuagues con solución salina, bicarbonato o ambos cada dos o cuatro horas. También un enjuague o aplicación local de gel de clorhexidrina ayuda a prevenir la sobreinfección.

Los tratamientos de quimioterapia también inciden en el sistema inmunitario del paciente, pudiendo ocasionar una afectación a sus defensas. “Esto hace que disminuya la capacidad de respuesta ante las infecciones y se suman posibles complicaciones. Por eso es tan importante extremar la higiene para evitar en la medida de lo posible la aparición de focos infecciosos” comenta el Dr. Ventura Menardia.

En la quimioterapia también se puede producir un aumento de la sequedad bucal o xerostomía. “La hidratación es muy importante en estos casos. La saliva tiene una acción protectora y es necesario compensar su falta. En este sentido es más importante la frecuencia que la cantidad” explica el Dr. Antoni Gómez, quien comenta también la existencia de salivas artificiales que pueden ayudar, pero cuyos elevados costes motivan que se empleen solo como último recurso.

Sin embargo, a diferencia de la afectación de las glándulas salivales en los tratamientos de radioterapia, los efectos de la quimio suelen ser más reversibles. “Durante la radioterapia se produce la muerte de las células mientras que en la quimioterapia se produce un sufrimiento, pero nada más. En mayor o menor tiempo es posible recuperar la funcionalidad de las glándulas salivales” explica el Dr. Ventura Menardia.

¿Qué hacer durante el tratamiento oncológico?

Los expertos recomiendan que durante el tiempo que dura el tratamiento se ha de incidir mucho en mantener una higiene dental lo más exquisita posible. “Si además estos tratamientos son de larga duración, hacer revisiones más habituales es también recomendable” apunta el Dr. Antoni Gómez, quien comenta como el uso de colutorios para mitigar las mucositis es una opción. “Y evitar por supuesto alimentos más cáusticos y agresivos que puedan irritar estas mucosas” añade el Dr. Gómez.

Además del cepillado, también es aconsejable el uso de seda o hilo dental al menos una vez al día. “Aunque si el paciente no está acostumbrado es mejor prescindir de ella, porque un mal uso puede producir lesiones a nivel gingival o sangrado”, añade el Dr. Menardia, al tiempo que comenta que el uso de cepillos interdentales o de irrigadores bucales pueden ser técnicas complementarias, pero nunca sustitutos del cepillado.

“Cuanto mayor sea la higiene, menor serán los riesgos de complicaciones” concuerda el Dr. Marc Oliva, quien señala como es necesario también vigilar otros consumos. “El tabaco sería necesario eliminarlo y también el alcohol y vigilar mucho el consumo de azúcar. También se deberían evitar usar algunos colutorios que puedan contener mentol, pues pueden empeorar la sensación de mucositis”.

También para minimizar los traumas sobre los tejidos sensibles por los tratamientos oncológicos es recomendable utilizar cepillos más suaves. “Durante estos tratamientos se ha visto que hay un aumento en la frecuencia de las caries. Por eso también es recomendable emplear productos con alto contenido en flúor y otros con xilitol, que se ha demostrado que apoyan a la regeneración del esmalte dental” comenta el Dr. Ventura Menardia.

 

Por Miguel Ramudo
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