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Celebrar y disfrutar durante las fiestas de diciembre y Año Nuevo y a la vez mantener la diabetes bajo control podría parecer una misión imposible para los diabéticos, pero no lo es si sigues estos consejos.

Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son un verdadero reto a la hora de mantener el peso y controlar la diabetes. Pero ser diabético no quiere decir que tengas que privarte de las fiestas, las reuniones y las comidas. Solamente es necesario que tengas un poco de precaución y otro poco de fuerza de voluntad… y podrás disfrutar de la diversión navideña exactamente igual que los demás.

El  Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes en Estados Unidos (NDEP por sus siglas en inglés), así como otros expertos, te ofrecen algunas guías sobre lo que debes de hacer para comer sanamente en las fiestas. Entre ellas:

  1. Haz una lista mental de las cosas que puedes comer de antemano, y limítate a lo que hay en ella.
  2. Poco antes de salir de tu casa, come algún bocadillo saludable (tal vez una manzana, un yogur o un puñado de frutos secos). Si vas con el estómago vacío, comerás más de la cuenta.
  3. Ten cuidado con los aperitivos. Esas delicias por lo regular contienen grandes cantidades de grasa y carbohidratos. Selecciona la charola (bandeja) o plato de vegetales crudos, y acompáñalos con crema agria, queso crema sin grasa o yogur.
  4. Si la comida es de tipo buffet, sírvete carnes magras, de preferencia pollo o pavo asados sin la piel, y evita las salsas espesas y cremosas y los alimentos fritos. Una vez que termines de servirte, aléjate de la mesa para evitar las tentaciones.
  5. Otra opción excelente para el plato principal es el salmón u otro pescado similar.
  6. Si prefieres las carnes, aléjate de las que están bañadas en salsas o glaseados, y elige las que están cocidas al vapor, al horno o a la parrilla.
  7. Acompaña el plato principal con verduras frescas o congeladas bajas en sodio.
  8. Evita los aderezos o aliños a base de mayonesa, crema o mantequilla para la ensalada. Usa el clásico: vinagre o jugo de limón con aceite de oliva.
  9. Sírvete porciones pequeñas, y no repitas.
  10. Si el deseo de probar un plato “prohibido” es muy fuerte, toma una porción pequeñita y aléjate lo antes posible de la tentación.
  11. Come despacio. No comas con rapidez ni “hasta que te llenes”. Si comes muy rápido, no notarás el punto de saciedad y comerás más de la cuenta.
  12. ¿La mejor bebida? El agua. No hace daño ni tiene calorías. Si quieres darle un poco de sabor, añádele un chorrito de jugo de limón. Y si quieres otra cosa, selecciona agua carbonatada, té sin azúcar o refrescos dietéticos.
  13. No bebas alcohol, a no ser que tu médico te haya dado autorización para hacerlo (pero nunca lo hagas sin haber comido algo antes).
  14. A la hora de los postres, procura evitar los pasteles o tortas y de los dulces con almíbar, llenos de grasa, azúcar y calorías. Tu mejor opción: las frutas frescas.

¿Qué pasa si te has dejado llevar por tus impulsos y te has dado un verdadero atracón en la fiesta? No está bien hecho, pero ya no puedes dar marcha atrás. Además, el asunto tiene remedio. En vez de recriminarte por lo que hiciste, búscale solución al problema siguiendo una dieta estricta y haciendo ejercicios adicionales por unos días hasta que normalices tu nivel de azúcar en la sangre y tu peso. Y, sobre todo, ¡prométete que vas a tener más control la próxima vez!

 

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Imagen: ©Shutterstock / stockfour

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