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Existen varias investigaciones acerca de la importancia de la primera comida del día. Un estudio reciente encontró que quienes comen desayunos ricos en proteínas se sienten más satisfechos y tienden a comer menos bocadillos durante el resto del día porque les ayuda a controlar el apetito. Descubre más detalles sobre estos hallazgos y comienza a pensar si necesitas hacer algún cambio en tu primera comida del día.

¿Cómo es tu desayuno? Algunas personas no pueden empezar el día sin comer algo, otras toman café cuando llegan a la oficina, algunos prefieren desayunos abundantes y nutritivos porque piensan que así tendrán más energía para mantenerse activos durante el día y otros, por el contrario, evitan desayunar, ya sea porque prefieren sacrificar la comida para dormir un rato más o porque están a dieta y creen erróneamente que eso las ayudará a adelgazar.

En todos los casos, los especialistas recomiendan que no hay que pasar por alto el desayuno, hacerlo no es saludable y hasta se ha comprobado que quienes no desayunan suelen tener peores hábitos alimenticios y son más sedentarios y propensos a tener colesterol alto, entre otras condiciones.

Alguien podría decir que ciertas investigaciones rechazan la idea de tomar desayunos abundantes (de lo cual ya te hemos hablado antes en Vida y Salud), ya que muchas veces las calorías excesivas que se consumen por la mañana se acumulan durante el día, y si bien pueden hacer que el resto de las comidas no sean tan voluminosas, en total las calorías suelen ser más que cuando el desayuno no es tan grande.

Sin embargo, que un desayuno sea saludable no significa que sea excesivo o abundante. Al respecto, un grupo de investigadores de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, encontró que consumir un desayuno nutritivo, especialmente rico en proteínas, aumenta la saciedad y reduce el hambre a lo largo del día. Además, descubrieron que un desayuno rico en proteínas reduce las señales del cerebro que controlan la motivación por la comida.

Para llegar a estos descubrimientos, los investigadores compararon a dos grupos de adolescentes, uno que se saltaba el desayuno y otro que debía tomar desayunos de 500 calorías, a base de leche, cereales y yogurt, entre otros alimentos. Los autores eligieron a los adolescentes porque se estima que alrededor del 60% de ellos no desayuna regularmente, algo que está asociado a malos hábitos alimenticios, obesidad y sedentarismo.

Los nuevos hallazgos, entonces, sugieren que un desayuno rico en proteínas ayuda a desarrollar una estrategia efectiva para mejorar el control del apetito y prevenir los excesos en las comidas y entre ellas, ya que al sentirse satisfechos por más tiempo y tener menos hambre, hay menos posibilidades de tentarse y comer colaciones entre comidas.

¿Cómo son tus desayunos, qué alimentos eliges al despertar y cuántas veces estas comiendo golosinas y bocadillos a lo largo del día? ¿Te animas a hacer la prueba tú mismo? Agrega más quesos, yogurt u otras comidas ricas en proteínas a tu desayuno y presta atención a cuánto comes durante el día, luego toma un desayuno más liviano y compara como te has sentido en ambas situaciones.

No vale decir que tú no desayunas, pues es sabido que esa no es una opción saludable. Con respecto a las otras, ¿con cuál consideras que te has sentido más satisfecho, con la menor cantidad de calorías posibles?  Déjanos tus comentarios aquí o en Facebook.

Imágen © iStockphoto.com / Aldo Murillo

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