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A diferencia de lo que se pensaba, nueva evidencia indica que podría no haber relación

La creencia de que el consumo de acetaminofén, también conocido como paracetamol o por su nombre de marca Tylenol, durante el embarazo, podría causar asma en los recién nacidos, no parece tener suficiente evidencia que la respalde, de acuerdo a en un estudio nuevo.

Aunque por mucho tiempo se les recomendaba a las mujeres embarazadas que no tomaran acetaminofén (paracetamol o Tylenol) porque se pensaba que su bebé podría aumentar su riesgo de desarrollar asma, esto está cambiando. Un estudio nuevo realizado por el Dr. Adrian Lowe de la Universidad de Australia en Melbourne, no encontró relación entre el uso del acetaminofén en el embarazo y el desarrollo del asma en los bebés.

El Dr. Lowe y su equipo de investigadores analizaron 11 estudios previos sobre el posible vínculo entre el desarrollo del asma en los bebés y el uso del acetaminofén por ellos o sus madres durante el embarazo durante sus dos primeros años de vida.

Si bien los estudios encontraron una relación entre el acetaminofén  y el asma infantil, esta relación se debilitó cuando los investigadores tomaron en cuenta  las infecciones de las vías respiratorias (resfriados, gripe) que los niños tuvieron en sus primeros años de vida.  Su conclusión es que, los niños que tuvieron más infecciones respiratorias severas, y que fueron más propensos a desarrollar asma, podrían haber consumido más acetaminofén.

De acuerdo a los investigadores de esta universidad, en una entrevista en HealthDay,  concluyeron que “La evidencia que asocia  el acetaminofén (paracetamol o Tylenol) temprano en la vida y el asma infantil frecuentemente es exagerada, y actualmente no hay suficiente evidencia para apoyar un cambio en las pautas en cuanto al uso de este medicamento”.

En el estudio tampoco se pudo establecer el rol que juegan las infecciones respiratorias de la madres en el feto durante el embarazo,  o si éstas podrían influir en el desarrollo de asma del bebé.

El acetaminofén, se usa como analgésico, es decir, para tratar dolores y para bajar la fiebre pero carece de los efectos antiinflamatorios y como antiagregante plaquetario de la aspirina. Por años se había creído que, al ingerirlo durante la gestación, aumentaba el riesgo de que el bebé desarrollara asma, pero con estos estudios recientes, esa premisa queda en dudas.

Entonces, ¿qué puedes hacer si estás embarazada y necesitas un analgésico? Lo mejor es consultar a tu médico. También recuerda que varios remedios naturales, atomizadores nasales con agua con sal, tomar bebidas calientes, un buen descanso y muchos líquidos, podrían ayudarte, siempre y cuando tu malestar no sea muy serio.

Imagen © Thinkstock / Tatiana Gladskikh

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