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¡Buenas noticias! ¿Verdad que ese café que tomas por la mañana te ayuda a despertarte, y el té de por la tarde te da energía? Pues además de eso y gracias a la cafeína que contienen, ambas bebidas podrían tener un beneficio inesperado – y positivo – para la salud del hígado al ayudarlo a metabolizar las grasas.

¿Soñoliento en la mañana o tarde?

Unos no pueden vivir sin café, mientras que otros prefieren el té.  Sentirse más alertas y recobrar energías son algunas de las razones por las que millones de personas en el mundo los consumen. Estos efectos, que se obtienen gracias a la cafeína, se extienden más allá del sistema nervioso. Según parece, la cafeína podría tener una influencia positiva en la salud del hígado, específicamente, del hígado graso no alcohólico.

¿Tienes higado graso?

El hígado graso es una afección que consiste en la acumulación de grasa en el hígado, y que suele ir acompañada de otros factores, como hipertensión, resistencia a la insulina, obesidad abdominal y triglicéridos elevados. Ocurre en las personas que beben muy poco o no beben alcohol. La condición se conoce además como enfermedad del hígado graso sin alcohol (NAFLD por sus siglas en inglés).

Se considera una enfermedad silenciosa, ya que generalmente no da síntomas específicos, aunque algunos pacientes pueden experimentar una ligera sensación de presión o un poco de dolor en el abdomen, fatiga crónica o pesadez después de las comidas y a veces un tono oscuro de la piel del cuello y la región de las axilas.

Un estudio, llevado a cabo por Duke-NUS Graduate Medical School (Duke-NUS) y Duke University School of Medicine, sugiere que un aumento en el consumo de cafeína podría reducir la grasa en el hígado de las personas que padecen de NAFLD. El estudio se publicó en el número de septiembre de la revista Hepatology.

A nivel mundial, el 70% de las personas que sufren de hígado graso sin alcohol padecen también de diabetes y de obesidad, las causas principales de la enfermedad.

Se estima que el 30% de los adultos en los Estados Unidos padecen de NAFLD, y hasta hoy no existen tratamientos efectivos para combatir la enfermedad, con excepción de las dietas saludables y los ejercicios.

Recomendaciones

Normalmente se recomienda bajar de peso, mediante una dieta que aporte entre 1,200 y 1,500 calorías, aumentar el consumo de fibra y de grasas omega 3, reducir carbohidratos simples y las grasas saturadas y suprimir totalmente las bebidas alcohólicas.

Los autores del estudio, el Dr. Paul Yen, profesor e investigador, y Rohit Sinha del programa de Trastornos Cardiovasculares y Metabólicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, en Singapur, usaron ratones y cultivos de células.

En sus investigaciones, observaron que la cafeína estimula la metabolización de los lípidos almacenados en las células del hígado, y la disminución de la grasa del hígado graso en los ratones. Los ratones habían sido alimentados con una dieta alta en grasa.

Estos hallazgos sugieren que consumir el equivalente de la cafeína que hay en cuatro tazas de café o té diariamente, puede ser beneficioso para prevenir el hígado graso sin alcohol (NAFLD) en el hígado de las personas y para protegerlo del desarrollo de la enfermedad.

Según el Dr. Yen, es el primer estudio detallado sobre el mecanismo de la acción de la cafeína en los lípidos (grasas) del hígado, y los resultados son prometedores. Como tanto el café como el té se consumen en abundancia en todo el mundo,  la idea de que puedan en realidad tener valor terapéutico es una noticia esperanzadora para la mayoría de las personas.

Resultados de estudios

Según los investigadores, los resultados del estudio podrían conducir al desarrollo de medicamentos similares a la cafeína, que no tuvieran los efectos secundarios “malos”  que se asocian con ella (como la ansiedad, el nerviosismo y el insomnio),  pero que mantuvieran los beneficios terapéuticos para el hígado. Y hasta es posible que el estudio se convierta en un punto de partida para averiguar todos los beneficios que podría proporcionar la cafeína a los seres humanos.

En resumen, hábitos tan sencillos como beber té o café podrían tener repercusiones en nuestra salud, tanto negativas como positivas. Esta noticia, por suerte, le añade un tanto a la columna de beneficios de la cafeína. Desde luego, en moderación ¡Brindemos por eso con una tacita de humeante café, o un tecito helado!

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Imagen © Pixabay.com / Foundry

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