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A la lista de beneficios que brinda el ejercicio físico hay algo más que sumar: disminuir el riesgo de desarrollar glaucoma.  Un estudio reciente encontró que mantenerse en movimiento podría ayudar a mantener a raya el desarrollo de esta condición que afecta a los ojos y una de las principales causas de ceguera. En este artículo te contamos más detalles sobre estos hallazgos y qué otras cosas puedes hacer para cuidar la salud de tus ojos.

El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para el año 2020 habrá 80 millones de personas con glaucoma. Por eso es una de las principales preocupaciones en cuanto a la salud de los ojos.

En busca de nuevos datos al respecto, un grupo de investigadores del Instituto de Oftalmología del Colegio Universitario de Londres, en Inglaterra, encontró que la actividad física podría ayudar a proteger los ojos del glaucoma.

Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la revista Investigative Ophthalmology & Visual Science, los especialistas observaron la relación entre la actividad física y la presión ocular en 5.650 hombres y mujeres de entre 48 y 90 años de edad, en Gran Bretaña.

Según la información que proporcionaron los participantes sobre su actividad física en el trabajo y en su tiempo libre, se les calificó como inactivos, moderadamente inactivos, moderadamente activos o activos. La presión ocular de los integrantes de cada grupo se fue controlando de acuerdo a su variación con el paso del tiempo: fueron evaluados entre 1993 y 1997, primero, y luego entre 2006 y 2010.

Así, los investigadores detectaron que quienes habían realizado ejercicio físico moderado, durante unos quince años, tenían 25 por ciento menos posibilidades de tener presión ocular alta. Esto es importante ya que la presión ocular alta es uno de los principales factores de riesgo del glaucoma.

El glaucoma causa un daño progresivo del nervio óptico y causa la pérdida de la visión, ya que el nervio óptico es el encargado de transmitir las señales visuales del ojo al cerebro. La forma más común del glaucoma, conocida como glaucoma primario de ángulo abierto, está asociada con un aumento de la presión del líquido dentro del ojo, que es cuando la presión es demasiado alta para el nervio óptico.

Esto no significa que todos los que tienen presión alta en un ojo o en ambos desarrollarán la enfermedad. Del mismo modo, el daño en el ojo relacionado con el glaucoma puede ocurrir aún cuando la presión en el ojo sea normal, y lo peor de todo es que la mayoría de las personas ignora que tiene esta condición ya que no causa síntomas. Por eso es importante visitar al oftalmólogo, que es el especialista que se ocupa de la salud de los ojos, al menos una vez por año.

¿Qué causa el glaucoma? Lamentablemente, actualmente las causas no se conocen ni tampoco hay manera de evitar su aparición. Lo que sí se sabe es que algunas personas tienen más posibilidades de tenerlo que otras. Entre ellas:

  • Los diabéticos
  • Quienes tienen una lesión significativa en el ojo.
  • Las personas que usan esteroides.
  • Quienes tienen las córneas relativamente delgadas.
  • Quienes tienen miopía
  • Las mujeres, los hombres afroamericanos, las personas de edad avanzada y aquellos con historia familiar de glaucoma.

Si te han diagnosticado glaucoma, asegúrate de ir regularmente al oftalmólogo para que te haga todos los estudios necesarios y sigue al pie de la letra el tratamiento que te haya indicado. Muchas personas no siguen el tratamiento porque se sienten bien y no se dan cuenta de que van perdiendo la vista poco a poco. Con los medicamentos adecuados, es posible frenar este avance y mantener una buena visión por más tiempo.

Y sea cual fuere tu situación, no olvides hacer algún tipo de actividad física. Según los investigadores, ésta es la primera vez que un estudio observa la asociación entre el ejercicio y la presión ocular (otras investigaciones previas habían examinado el efecto de la actividad física sobre los dos componentes de la presión en los ojos: la presión intraocular y la presión arterial), y los resultados parecen ser prometedores. Entra en acción para sentirte mejor ¡y ver mucho mejor!

Imagen © iStockphoto.com / Alexander Raths

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