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Anualmente, más de medio millón de adultos en Estados Unidos atraviesa por un reemplazo de la articulación de la rodilla.  La edición de agosto de “Mayo Clinic Health Letter” hace una revisión de los reemplazos de rodilla, también llamados artroplastia de rodilla, que permiten aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad de aquella articulación de la rodilla que se encuentra gravemente enferma.

En una rodilla normal, las superficies de la articulación están recubiertas por cartílago, que es una sustancia lisa y acolchada que permite que la parte interior de la rótula (rodilla) y el extremo del fémur (hueso del muslo) y tibia (hueso de la parte inferior de la pierna) rocen entre sí con facilidad.  La osteoartritis y la artritis reumatoide pueden dañar el cartílago de la rodilla y hueso, ocasionando dolor entre moderado y fuerte, incluso en reposo.  Se piensa en reemplazar toda la rodilla cuando el dolor afecta de manera importante las actividades cotidianas, como caminar, subir escaleras, sentarse o levantarse.

En ese procedimiento, el cirujano primero extirpa el cartílago y hueso dañados, mientras prepara las superficies de la articulación de la rodilla para los componentes de la nueva.  Luego, coloca y alinea esos componentes especializados de metal y plástico para que las superficies de la articulación recuperen el movimiento, casi sin ninguna fricción.

Después de la cirugía, el paciente debe recibir buena rehabilitación que incluye hacer ejercicios y actividades de bajo impacto.  La mayoría de pacientes puede volver a realizar actividades no vigorosas, como trabajos ligeros en casa o ir de compras, dentro de 3 a 6 semanas.  La mayoría logra caminar sin bastón ni muletas después de un par de meses.

El reemplazo de rodilla alivia el dolor y mejora la calidad de vida de la mayoría de pacientes.  Si bien el nivel de actividad que el paciente tenía antes de la cirugía influirá sobre la recuperación, la mayoría de gente puede volver a realizar una variedad de actividades de bajo impacto, como nadar, trabajar en el jardín, jugar golf o andar en bicicleta.

El reemplazo de rodilla se puede realizar en adultos de todas las edades, pero normalmente se hace en personas mayores.  Este procedimiento se considera sólo cuando otros tratamientos y tácticas no han sido útiles para el paciente.  Entre otras alternativas menos invasivas están el modificar las actividades, perder peso, usar ayudas para caminar y tomar analgésicos.

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Imagen © iStockphoto.com /Jeannot Olivet

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