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Esta enfermedad, cuya aparición se debilitó significativamente gracias a las vacunas (y hasta se pensaba erradicada), ha resurgido nuevamente. Muchos padres de familia, asustados por informaciones equivocadas sobre los efectos de la vacuna contra el sarampión, dejaron de vacunar a sus hijos, y esta grave enfermedad ha vuelto. Infórmate para que tomes las medidas necesarias para evitar que el sarampión regrese para quedarse.

Luisa tiene una bebita de un año y siempre se reúne con sus amigas a tomar un café en un centro comercial. Pero a mediados del año pasado, cuando la nena tenía sólo meses,  dijo que no volvía pues escuchó en las noticias que había una epidemia de sarampión y prefería no arriesgar la salud de su bebita llevándola a sitios donde hay mucha gente.  Luisa vive en Estados Unidos, un país en el que se creía que el sarampión era una enfermedad que se había erradicado gracias a las vacunas (así lo habían declarado organismos de salud de dicho país en el año 2000).

Sin embargo, algunos movimientos contra las vacunas, que se inició a raíz de una investigación publicada hace un tiempo en The Lancet (una revista médica), que resultó siendo un fraude y que anunciaba equivocadamente que la vacuna contra el sarampión causaba autismo, hizo que muchas personas dejaran de vacunar a sus hijos. Pero aún cuando se desmintió esta información, muchos padres de familia continúan con esta práctica que pone en riesgo la salud de sus hijos y la salud de todos los demás. Para la muestra, está el regreso del sarampión que tuvo brotes en Estados Unidos, en Europa y en algunos países latinoamericanos.

En Estados Unidos, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el 90% de los nuevos casos de sarampión se presentaron en personas que no se habían vacunado, de los cuales, un 15% eran bebés menores de un año. Así mismo, la mitad de los niños menores de 5 años afectados por el sarampión, tuvieron que ser hospitalizados por complicaciones.

Sin ir más lejos, en febrero de este año, luego de las festividades deportivas del Super Bowl en Estados Unidos, se reportaron algunos casos de sarampión que encienden de nuevo las alarmas e invitan a que todos nos vacunemos contra esta enfermedad.

Pero más allá de las cifras y las polémicas, es muy importante recordarte de qué se trata el sarampión, para que no pienses que es sólo una enfermedad que causa tener puntitos rojos en todo el cuerpo. Tal es su gravedad, que las autoridades de salud de Estados Unidos ahora promueven la vacunación en los bebés de 6 meses, especialmente si van a viajar a Europa, un lugar en donde la epidemia del sarampión reportó alrededor de 26,000 casos.

El sarampión es una enfermedad respiratoria, altamente contagiosa que se transmite por un virus y que puede tener complicaciones graves y incluso puede causar la muerte en los pequeños. El virus del sarampión, crece en las células que recubren la parte posterior de la garganta y los pulmones.

Se transmite a través del aire que respiramos, por la tos y los estornudos. ¡Es así de contagioso! Simplemente respirando el aire contaminado, ya te puede atrapar.  Dos días antes de que aparecen los síntomas, es cuando el sarampión es más contagioso.

El sarampión tiene síntomas que pueden confundirse con el de otras enfermedades: fiebre, abundante mucosidad de la nariz y tos, pero lo que lo caracteriza es que aparece un sarpullido (una erupción) en todo el cuerpo. Además, se presenta con los ojos rojos (conjuntivitis) y con dolor en todo el cuerpo. Otro síntoma típico son los pequeños puntos rojos con centro blanco azuloso que aparecen dentro de la boca.

Pero el sarampión no viene solo. Las complicaciones no se hacen esperar: Alrededor de uno de cada 10 niños con sarampión también sufre de infección en el oído y uno de cada 20 contrae neumonía. Uno de cada mil se complica con encefalitis y dos de cada mil, mueren. El sarampión no es inofensivo: mata a 200,000 personas al año en todo el mundo.

Con estas cifras en mente, ¿no crees que es necesario proteger a los niños? La mejor forma de prevenir que el sarampión se convierta en una enfermedad ‘de moda’ es a través de la vacunación.

Los bebés recién nacidos están protegidos contra el sarampión hasta los 6 meses gracias a la inmunidad que reciben de sus madres (la vacuna se puede dar si existe una epidemia). En la mayoría de los casos, la vacuna para el sarampión forma parte  de la vacuna conocida como MMR que inmuniza contra el sarampión, la rubeola y las paperas o la MMRV que inmuniza contra el sarampión, la rubéola, las paperas y la varicela, la cual se administra entre los 12 y los 15 meses de edad y luego, entre los 4 y 6 años de edad.

Si tienes dudas acerca de cuándo y por qué debes vacunar a tus pequeños, consulta con tu médico. Recuerda que las vacunas, si bien tienen un pequeño riesgo de darles algunas reacciones, tienen muchos más beneficios que las consecuencias que puede traer una enfermedad grave como el sarampión. Tanto la Organización Mundial de la Salud, como la Academia Americana de Pediatría, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y muchas otras organizaciones médicas a nivel internacional recomiendan la vacunación para proteger a los niños.

Infórmate y actúa para proteger la salud de los niños, tanto los tuyos como los de los demás.

Imagen © iStockphoto.com / Levent Konuk

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