Skip to main content

Una investigación nueva confirma que hablar más de un idioma estimula al cerebro de tal forma, que podría retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Si te interesa este tema, sigue leyendo. La clave para protegerte de este tipo de demencia puede estar a tu alcance: aprende otro idioma.

“Do you speak English?” “Parlez-vous français ?” “Parla italiano?” Tal vez el psiquiatra alemán Alzheimer, que descubrió esta enfermedad, estaría muy interesado por saberlo. ¿La razón? El hablar más de un idioma puede hacer que este tipo de demencia se desarrolle con menos rapidez que en aquellas personas que sólo hablan una lengua.  Es decir, que ser bilingüe, aunque no evita que se desarrolle, sí protege contra la enfermedad de Alzheimer.

Una investigación recientemente divulgada en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (American Association for the Advancement of Science), así lo revela.

Si bien este estudio se enfocó principalmente en analizar a las personas que hablan dos idiomas o son bilingües desde pequeños, los científicos creen que aprender un nuevo idioma, en cualquier momento de la vida, puede retrasar la aparición de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.

Una profesora de psicología de la Universidad de York, en Toronto, Canadá, estudió a 450 pacientes con Alzheimer. Todos los participantes presentaban el mismo grado de deterioro en el cerebro en el momento en que fueron diagnosticados con esta enfermedad degenerativa. La mitad de ellos era bilingüe y la mitad no. Lo que los diferenciaba, además del dominio de una lengua adicional, es que aquellos pacientes bilingües fueron diagnosticados con Alzheimer hasta 5 años más tarde que aquellos que dominaban un solo idioma.  Es decir, que a pesar de que dominar otra lengua no evita por completo la aparición de este tipo común de demencia, por lo menos sí retrasa el momento en que lo hace y la manifestación de los síntomas.

Recuerda que la enfermedad de Alzheimer, es una enfermedad neuro-degenerativa que afecta las funciones cognitivas (conocimiento y pérdida de memoria, por ejemplo) y causa cambios en la conducta.  En este momento, es una condición que no se puede curar y que se caracteriza por la pérdida de la memoria, la desorientación, la pérdida del juicio, los cambios en el estado de ánimo y en las emociones.

El desarrollo de la enfermedad de Alzheimer comprende varias fases:

  • Durante la primera fase, las personas afectadas empiezan a perder su espontaneidad y se sienten desganadas. Pueden tener cambios en su estado de ánimo, lentitud en las reacciones y episodios de pérdida de la memoria que no son tan graves. También podrían tener dificultad para organizarse y ubicarse.
  • Durante la segunda fase, la enfermedad de Alzheimer se manifiesta de una forma más marcada: la persona olvida su historia personal y de los acontecimientos recientes. Empiezan a mezclar recuerdos del pasado con el presente y puede que ya no reconozcan a algunos familiares. Aumentan sus dificultades para comunicarse (para hablar, leer y comprender) y hasta se les pueden olvidar las palabras. Ya en esta fase, la persona puede calificarse como discapacitada.
  • En su fase más grave, la persona tiene serios problemas para hablar y la enfermedad puede interferir con las actividades cotidianas más simples. La persona puede requerir ayuda para comer e incluso deja de tener control sobre sus funciones corporales. La memoria llega a ser casi inexistente y el estado físico se debilita mucho, lo que hace que se sea propenso a otras enfermedades.

Si hay alguna forma de retrasar esta enfermedad, es aprendiendo a hablar otro idioma. ¡Nunca es tarde! No vale que te escudes en el famoso dicho de que “loro viejo no aprende a hablar”. Considera meterte a un curso de idiomas, por lo menos, aunque no salgas dominando la lengua completamente, vas a estimular el cerebro de una forma increíble que podría ayudar a protegerte contra el Alzheimer.

Imagen © iStockphoto.com / Julia Nichols

 

Comentarios de nuestra comunidad