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  • El fármaco ya está disponible
  • Es útil en pacientes con depresión resistente a tratamientos
  • Su efecto es inmediato, se administra por vía intranasal (por la nariz)

Los fármacos psicodislépticos son unas sustancias que producen cambios mentales que distorsionan la percepción normal de la realidad o que inducen alucinaciones. También se conocen como psicodélicos o alucinógenos y es muy probable que hayas oído hablar de ellos con estos nombres. Su investigación estuvo prohibida hasta finales del siglo XX. 

Pero, en los últimos 25 años, se han realizado diversos estudios científicos y se ha probado su utilidad para ayudar a las personas con enfermedades psiquiátricas, especialmente en:

Entre los diferentes fármacos estudiados, la ketamina es el que ha logrado mejores resultados. “Es un fármaco anestésico muy conocido, porque se utiliza mucho con esta indicación. A partir de la ketamina se desarrolló otro fármaco, la esketamina, que es un isómero. Es decir, que tanto la ketamina como la esketamina tienen la misma fórmula molecular, pero diferente estructura”, explica el doctor Víctor Pérez, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental. 

La esketamina ya está disponible para los pacientes en Estados Unidos desde hace más de un año, así como en otros países de Latinoamérica y, desde el 1 de noviembre de 2022, en España. 

“Los datos señalan que es un fármaco muy eficaz en depresión resistente, con tasas de respuesta del 35-40%. Debe tenerse en cuenta que se administra a pacientes que no han respondido a dos tratamientos previos. Además, frente a los fármacos que se utilizaban hasta ahora, tiene la ventaja de que tiene un efecto inmediato: al administrarlo por vía intranasal (por la nariz) en la consulta del médico, el paciente mejora en pocas horas. Aunque es cierto que recae luego y debe recibir un tratamiento de mantenimiento. Pero los psiquiatras tenemos unas expectativas muy altas de que puede dar respuesta a enfermos que no mejoraban”, señala el doctor Pérez.

El fármaco tiene efectos secundarios, por lo que debe administrarse en la consulta del médico bajo supervisión. Entre otros:

  • sintomatología disociativa (sentirse separado del cuerpo) 
  • agitación
  • aumento de la tensión arterial
  • interacción con otros tratamientos antidepresivos

En la actualidad, se está estudiando su utilidad en depresión en ancianos y en niños, en trastorno bipolar y en conductas adictivas (con ketamina).

 

Por Javier Granda Revilla
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Imagen: ©Pixabay / rebcenter-moscow

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