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Disimular o eliminar el vello que crece en el cuerpo puede ser una tarea tediosa pero necesaria si te molesta. Por suerte, actualmente existen distintas alternativas para lidiar con este inconveniente. Aquí te contamos las más utilizadas y los principales cuidados que debes tener para no dañar tu piel.

Todos queremos una cabellera abundante, pero del cuello hacia abajo, la preocupación es al revés: en lugar de darle más volumen y espesor, ¡queremos eliminar el vello! Y es que nadie quiere que se noten vellos en las piernas al usar minifalda, ni mucho menos que se noten al lucir un bikini o un juego de ropa interior muy sexy. Obviamente, cuando es excesivo en el caso de las mujeres, hay que descartar que no se trate de un problema médico conocido como hirsutismo que requiera un tratamiento que vaya más allá de algo cosmético, que es a lo que nos estamos refiriendo aquí. Si tienes dudas si es excesivo, consulta a tu médico.

Para eliminar el vello excesivo, cuando se trata de una cuestión cosmética, existen distintos métodos. Si tienes sobrepeso, una buena manera de comenzar es perdiendo esas libras o kilos de más. ¿Por qué? Porque perder peso disminuye la cantidad de hormonas que aumentan el crecimiento del vello corporal.

Otra forma de disimular el vello no deseado es decolorarlo con tinturas similares a las que se utilizan para el cabello. En este caso debes tener cuidado con el producto que utilices, que puede tener químicos que irriten y hasta quemen la piel. Es conveniente probarlo primero en una pequeña zona, para corroborar que no te hace daño.

Ahora bien, si quieres eliminar el vello de tu cuerpo, no hay nada como la depilación. Se dice que los griegos y los romanos ya practicaban la depilación y que los egipcios usaban una mezcla pegajosa de miel y cera para eliminar el vello corporal. De entonces a la fecha se han ido perfeccionando los métodos y las sustancias que se usan para eliminar el vello no deseado. Las más comunes son:

  • Depilación con cera: es uno de los más populares, y requiere la utilización de cera caliente que puedes comprar y usar tú misma, teniendo mucho cuidado de no quemarte, o puedes ir a algún salón de belleza que ofrezca este tipo de servicio. En este segundo caso, corrobora las condiciones de higiene y busca un lugar certificado, que respete las normas de calidad. Ya que la cera elimina toda la raíz del cabello, es necesario aplicar una loción antibacteriana luego de cada tratamiento. Si decides depilarte tú misma, basta con que te detengas frente a los estantes de algún comercio o perfumería y elijas el producto que más te agrade. Además de las ceras que se usan en caliente, disponibles para distintos tipos de piel, también puedes encontrar bandas de cera fría (que no necesitan calentarse pero que pueden no funcionar correctamente si tienes mucho vello), y otras fabricadas a base de soja (soya), que sólo se adhieren al vello.
  • Depilación con crema: puedes encontrar una amplia variedad de estos productos, para cada tipo de piel y las distintas partes del cuerpo. A diferencia de las ceras, la crema no arranca el vello de raíz, por eso tiende a crecer más rápidamente. Además, puede irritar la piel, por eso es preferible que la pruebes en una pequeña parte de tu cuerpo, antes de utilizarla.
  • Depilación por rasurado: muchas mujeres eligen quitarse el vello con máquinas similares a las que utilizan los hombres (con rastrillos). Si éste es tu caso, trata de limpiar bien la maquinita y cambiar la(s) navaja(s) o cuchilla(s) a menudo para asegurarte de que siempre esté(n) filosa(s), ya que puede(n) provocar la aparición de granitos e irritarte la piel. Antes de utilizarla siempre humedece la zona con agua y jabón, y luego pásala suavemente siguiendo el sentido en el que crece el vello (no al revés). Ten mucho cuidado de no cortarte y considera que este método no modifica el crecimiento del cabello, por lo que a los pocos días ya notarás que el vello se asoma sobre tu piel, lo que a veces puede picar y puede ser un poco molesto.
  • Depilación con pinzas: puede demandar mucho tiempo pero con una buena piza puedes sacar el pelo de raíz. Resulta eficaz para eliminar vellos en áreas pequeñas o que hayan quedado al depilarte con otro método.
  • Máquinas de depilación: al igual que la cera, suelen quitar el vello de raíz y no evitan que vuelva a crecer. En general, son un poco más dolorosas que la cera tibia pero algunas personas las prefieren para utilizarlas en cualquier momento.
  • Depilación definitiva: es una alternativa costosa que debe ser realizada por profesionales calificados que te garanticen que cumplen con todas las normas de higiene y seguridad necesarias. Uno de los métodos utiliza electricidad y se conoce como electrólisis (los productos para electrólisis casera y las pinzas electrónicas no funcionan tan bien y no son recomendables). La otra forma emplea láser, pero puede producir enrojecimiento, oscurecimiento o aclaramiento de la piel y cicatrices.

Las zonas del cuerpo que te depiles, el método que utilices y la cantidad que desees quitarte son factores que sólo dependen de ti. Lo más importante siempre es controlar la higiene del lugar, la calidad de los productos, la temperatura de la cera y la experiencia y garantías que brindan los centros de estética. El tratamiento con láser se debe de reservar para un médico especializado.

Si nunca te has depilado, no te avergüences en pedirle ayuda a alguien de confianza, o a un profesional con experiencia, para evitar accidentes que puedan dejarte marcas y cicatrices. Recuerda que cada tipo de piel es distinta y que, con el tiempo y probando, verás qué métodos y qué productos te dan mejor resultado.

Imágen © iStockphoto.com / Inga Marchuk

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