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Muchas de las causas que llevan a la pérdida de la audición se pueden evitar con estrategias de salud pública e intervenciones clínicas sencillas a través de la vida. En los adolescentes y en los adultos algunas de las causas más comunes, como la exposición a los sonidos fuertes y a las medicinas tóxicas, se pueden prevenir. Infórmate acerca de las causas de la pérdida de la audición, cuándo se considera que un ruido es peligroso, cuáles son los síntomas y qué puedes hacer para no perder este valioso sentido. 

El pasado 22 de junio de 2021, la Hearing Health Foundation (HHF, por sus siglas en inglés), que es la fundación no lucrativa para la investigación de la audición en Estados Unidos, lanzó una campaña, dirigida especialmente a la gente joven, advirtiendo que escuchar la música muy fuerte, especialmente en los dispositivos personales, puede dañar permanentemente la audición. Llamaron a su campaña “Sigue Escuchando”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la pérdida de la audición es una emergencia mundial, ya que 1.1 mil millones de personas jóvenes, o el 50 por ciento de la población mundial de entre los 12 y los 35 años, están en riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva al ruido, especialmente de los dispositivos personales. En los Estados Unidos uno de cada 5 adolescentes entre los 12 y los 19 años ya muestra señales de Pérdida Auditiva Inducida por el Ruido (o NIHL, por sus siglas en inglés). 

En realidad, se puede perder la audición a cualquier edad y puede deberse a diferentes factores. 

Causas de la Pérdida Auditiva:

Existen tres categorías básicas de esta pérdida:

  • la neurosensorial
  • la conductiva y
  • la mixta

La pérdida auditiva neurosensorial sucede cuando se daña el nervio auditivo en el oído interno. Generalmente algunas de las células ciliadas en la cóclea están dañadas. 

Es la causa más común de pérdida auditiva. Entre los factores de riesgo están:

  • El envejecimiento, 
  • La exposición a ruidos fuertes. Ya sea por el trabajo (en una fábrica, en construcción) o en forma recreativa (carpintería, con motocicletas o escuchando música fuerte. 
  • También la exposición a ruidos explosivos, como los de armas de fuego y motores a reacción, pueden causar una pérdida auditiva inmediata y permanente.
  • Algunas enfermedades, por ejemplo: las que causan fiebre elevada, como la meningitis, y dañan la cóclea, 
  • Algunos medicamentos. Por ejemplo: gentamicina, algunas medicinas que se usan para quimioterapia, o el sildenafil (Viagra). Tomar dosis altas de aspirina y cierto tipo de diuréticos pueden causar tinnitus (que se refiere a un zumbido en el oído) temporalmente.
  • La herencia.
  • Las lesiones.

La pérdida auditiva neurosensorial no se puede tratar, pero los audífonos pueden ayudar.

Ocasionalmente, cuando sucede súbitamente, si se acude con un especialista de inmediato, se podría tratar con medicamentos. De todas formas, cuando ocurre rápidamente, es importante ver a un otorrinolaringólogo o a un especialista en oídos lo antes posible.

La pérdida auditiva conductiva ocurre en el oído externo o el oído medio. Esto indica que el sonido no llega al oído interno. Podría ser por obstrucción – ya sea por cera o por un objeto extraño en el canal – porque haya líquido en el oído medio, por una infección, por una anormalidad en el hueso, o por un tumor o una lesión en la membrana timpánica o tímpano (que separa al oído medio del oído externo).

El tratamiento depende del problema. Por ejemplo, remover la cera o el objeto extraño. En el caso de infecciones recurrentes, el tratamiento puede ser médico o con cirugía. Este problema tiende a ser más común en los niños que tienden a tener infecciones repetidas.

La pérdida auditiva mixta es cuando se tiene una combinación de ambas. Es necesario hacer una prueba auditiva para ayudar a determinar la solución.

Existen diferentes tipos de audífonos de diferentes tamaños y tecnologías así como alternativas al uso de audífonos, dependiendo del problema. 

¿Cuándo es peligroso el ruido?

El sonido se mide en unidades llamadas decibeles (dB). En la escala de decibeles, un aumento de 3 dB significa que el sonido duplica su intensidad (o sea, suena casi dos veces más fuerte). Por ejemplo, el ruido de un refrigerador o hielera es de 45 decibeles, de una conversación es de aproximadamente 60 decibeles, y el ruido del tráfico pesado de una ciudad puede alcanzar 85 decibeles. 

El ruido puede ser peligroso por la exposición una vez a un ruido muy intenso (por ejemplo, una explosión), o por la exposición a sonidos fuertes continuos por períodos extendidos (por ejemplo, en una fábrica con motores ruidosos o un taller de carpintería).

Desde luego, puede haber otras fuentes de sonidos que causen pérdida de la audición: las motocicletas, las armas de fuego y los explosivos pueden emitir sonidos entre 120 y 150 decibeles. La exposición a sonidos de 85 decibeles o mayores extendidos o repetidos pueden causar pérdida de la audición. Entre más fuerte sea el sonido, se necesita menos tiempo de exposición para que ocurra la pérdida auditiva inducida por el ruido (o NIHL). Los sonidos de menos de 75 decibeles, aún después de exposición prolongada, no tienden a causar pérdida de la audición.

Si te preocupa el ruido, las siguientes son unas reglas básicas:

  • Si necesitas gritar para escucharte o para escuchar a otra persona, el nivel del ruido puede ser dañino.
  • Si desarrollas zumbido en los oídos después de haber estado expuesto a un sonido fuerte, el daño ya está hecho y debes evitar ese sonido (ruido) o debes de usar protección en los oídos en el futuro.
  • Si desarrollas una reducción en tu audición o una sensación de llenura en los oídos después de la exposición a un ruido, el nivel de ese ruido es dañino.

Prevención de la Pérdida Auditiva:

  • Protege tus oídos. La mejor protección es limitar la duración y la intensidad del ruido, y esto incluye la intensidad de la música que escuchas, inclusive en el auto, con los dispositivos y en los conciertos a los que vas. En el trabajo puedes usar tapones para los oídos u orejeras. Puedes usar los tapones para los oídos en los conciertos también.
  • Considera que te hagan pruebas auditivas si tu trabajo es muy ruidoso o si has perdido audición, para que tomes medidas para proteger la que te queda.
  • Evita los factores de riesgo que aumenten tu riesgo de perder audición y aprende a protegerla. 

Síntomas de la Pérdida Auditiva:

Los síntomas varían en cada persona. Podrían incluir:

  • Enmudecimiento o silenciamiento del habla y de otros sonidos.
  • Dificultad para entender algunas palabras, especialmente si hay ruido de fondo o en una multitud.
  • Dificultad para escuchar las consonantes.
  • Pedirles a otros frecuentemente que hablen más despacio, más fuerte, con más claridad. 
  • La tendencia de mirar a las personas cuando están hablando para ayudar a entender lo que están diciendo.
  • Necesidad de subir el volumen de la televisión o el radio.
  • Retirarse de las conversaciones.
  • Cansancio al final del día por esforzarse para escuchar.
  • Evitar situaciones sociales por la dificultad de seguir las conversaciones en ambientes ruidosos.
  • La tendencia a disimular cuando no escucha a alguien, por miedo a pedirle que repita de nuevo.

Desde luego que prevenir, cuando es posible, es mejor que lamentar.

La pérdida de la audición afecta tu calidad de vida y tu estado mental. Puede aislarte de los demás, causar ansiedad y depresión, afectar tu memoria y causar deterioro cognitivo. Si notas cualquier síntoma que sugiera pérdida de la audición, acude a un especialista y sigue sus recomendaciones. Y, si te sugiere intentar usar audífonos, pruébalos. Ya existen modelos que ni se notan. El tratamiento de la pérdida de la audición podría mejorar tu vida significativamente. Tu habilidad de comunicarte con otros podría mejorar tu autoestima y podría cambiar tu vida.

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Imagen: ©Shutterstock / New Africa

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