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La violencia por armas de fuego es algo que debe interesarnos a todos. Y en algunos lugares como Estados Unidos, se ha convertido en un problema de salud pública. Sigue leyendo para que te enteres de qué se trata y qué dicen los expertos de lo que necesitamos hacer para entender las soluciones y controlar el problema.

Es increíble, la lista de tiroteos masivos nada más de 1982 a 2016 en Estados Unidos es larguísima. Para que te des una idea, nada más en el 2015 y lo que vamos del 2016, son 15. Y como seguramente sabrás, el tiroteo más reciente, el de Orlando, el 12 de junio de 2016, ha sido en el que han fallecido el mayor número de personas.

A raíz de la matanza en la escuela de Newtown en Connecticut (en donde fallecieron más de 24 niños y algunos adultos) Harvard School of Public Health (HSPH) y Reuters realizaron un evento llamado “La Violencia Armada: Una Crisis de Salud Pública” en ella participaron un profesor de política y gestión de la salud, David Hemenway, y un profesor de psiquiatría infantil, Felton Earls de Harvard Medical School, entre otros. Hemenway dijo que “Los Estados Unidos tiene un problema con las armas enorme. Comparado con otros países del primer mundo, tenemos más armas, las leyes más débiles y muchos más homicidios” Señaló que un niño en este país tiene 13 veces más probabilidades de que lo maten con un arma que en cualquier otro país del primer mundo.

Por su parte, el Dr. Earls dijo que “el comportamiento violento es un comportamiento que se aprende, se refleja en el cerebro pero no se lleva en los genes. Hemos hecho un buen trabajo en cambiar las normas en cuanto al abuso de menores. Ahora tenemos ampliar esto para incluir la exposición a la violencia.”

Las heridas por armas de fuego son cada vez más severas en EEUU

Independientemente de lo que causa que se usen las armas de fuego, de acuerdo a un reporte en Science Now, publicado en JAMA, las lesiones que sufrieron las víctimas de la violencia causada por armas de fuego entre 2000 y 2013 aumentó tanto en severidad como en fatalidad, mientras que la fatalidad de otras lesiones traumáticas disminuyó.

En el estudio se observó de cerca la naturaleza de las heridas por balas en los pacientes en el centro de trauma más grande de Denver. Lo que se encontró es que basado en el aumento en la severidad de las heridas por balas y en el aumento en el número de pacientes a quienes les habían disparado varias veces, era más probable que los pacientes fallecieran ahora de sus heridas por los balazos de lo que hubiera sido hace 10 años. Lo que no se aplicaba a otros traumas como caídas, accidentes o apuñalamientos.

Resultados de las leyes para el control de armas en Australia en los tiroteos masivos

Yo sé que hay una controversia enorme en relación a las personas que están a favor y en contra de que haya leyes para el control de armas. Pero veamos lo que reporta otro estudio en el Journal of the American Medical Association basado en leyes para el control de armas que se iniciaron en Australia en 1997 y que en base a los resultados, contribuyeron a una reducción en la violencia en el tiroteo masivo en Australia desde que se promulgaron.

Por ejemplo, entre las cosas que cambiaron en 1997, el National Firearms Agreement (NFA) en Australia, incluyó una prohibición y una recompra obligatoria de los rifles de asalto semiautomáticos como el que se usó en el tiroteo masivo en Tasmania en 1996. Desde la recompra, Australia, no ha tenido ningún tiroteo masivo, ya han pasado 20 años.

Por cierto, un tiroteo masivo en el estudio, se define como aquel en el que mínimo 5 personas mueren, sin incluir al que dispara. Antes de que se promulgara el contrato o las leyes por el NFA en Australia, había habido 13 tiroteos masivos en 18 años.

La Asociación Médica Americana considera a la violencia por armas una “crisis de salud pública”

La Asociación Médica Americana en su reunión anual adoptó una política en la que decidió llamar a la violencia por armas una “crisis de salud pública” y a instar al Congreso a financiar investigación en violencia por armas. El Presidente del AMA que está saliendo de su puesto, el Dr. Steven J. Stack, dijo que “A pesar de que los Estados Unidos se enfrenta a una crisis al que ningún otro país del primer mundo se enfrenta, El Congreso prohíbe al CDC realizar precisamente la investigación que nos permitiría entender los problemas asociados con la violencia por armas y determinar cómo reducir la tasa tan elevada de muertes y lesiones asociada con la violencia causada por armas de fuego”

En su sitio de internet en 2013 el AMA decía que “el uso y la propiedad sin control de las armas de fuego, especialmente de las pistolas, es un peligro para la salud pública”. También ha apoyado el requerir la verificación de antecedentes de todos los compradores de armas de fuego y que se aplique de forma más estricta la legislación de la seguridad de armas federal y estatal que existe actualmente.

Carta al Congreso por miembros de varias organizaciones nacionales

La Asociación Médica Americana no es la única organización interesada en entender la violencia causada por la armas de fuego. Varias organizaciones de cuidados de salud, de salud pública, organizaciones científicas y universidades de investigación representando a un millón de miembros en Estados Unidos se unieron en abril de este año para (con sus palabras) terminar el dramático efecto de la ley actual que prohíbe que los CDC investiguen los efectos de la violencia de las armas de fuego como problema de salud pública.

En una carta a los miembros del Congreso (que son los que autorizarían los fondos), con fecha 6 de abril del 2016, delinean claramente que la violencia por armas es una epidemia de salud pública seria que resulta en la muerte sin sentido de 91 estadounidenses al día, en promedio y que causa 108 heridas por balas diariamente. Mencionan que una parte de prevenir tragedias en el futuro es la de realizar investigación científica rigurosa como parte de un enfoque exitoso en la reducción de las muertes debidas a otras lesiones.

Dicen que los proveedores de salud y los profesionales de salud pública están abrumados en las salas de emergencia, en las clínicas, en las oficinas y en las comunidades con las víctimas de tiroteos masivos, de homicidios, suicidios, disparos accidentales y lesiones por armas de fuego. Que los profesionales médicos y sus comunidades trabajan para lidiar con los devastadores y duraderos efectos emocionales y físicos de la violencia armada en las víctimas, sus familias, y sus amigos, pero están limitados por la falta de evidencia basada en investigación que puedan utilizar para poder guiar a las comunidades hacia las políticas y los programas de prevención de la violencia armada que se ha probado que son más efectivos.

En la carta incluyen varias de las preguntas críticas que la investigación ayudaría a resolver. Hasta ahora, ellos y los ciudadanos de este país esperamos que actúen para ayudar a los expertos a mejorar la salud y para proteger la seguridad las personas que vivimos en Estados Unidos.

Algunos están dispuestos a enfocarse únicamente en la salud mental pero, cuando se trata de la violencia armada esto no es suficiente ya que, aunque la salud mental es sumamente importante, no previene que un niño tenga un accidente con un arma en una casa si no estaba bien guardada, no hace diferencia si alguien usa el arma en una pelea en una discoteca o en un bar, si alguien mata a otra persona porque estaba enojado, porque lo corrieron, porque su pareja lo dejó por otra persona o por la razón que sea.

Lo que sabemos ahora es que los tiroteos masivos continúan y que  la controversia continúa. El péndulo en este país se está moviendo muy lentamente. De acuerdo a un reporte por Pew, actualmente el 50% de los estadounidenses dicen que es más importante controlar la posesión de armas, mientras que el 47% dice que es más importante proteger el derecho de los estadounidenses de tener armas. Este es un cambio comparado con Diciembre del 2014, cuando los porcentajes estaban invertidos y más personas estaban a favor de proteger los derechos de tener armas (52%) contra controlar la posesión de armas que era 46%. Y la división actualmente sigue de acuerdo a los partidos políticos. Y más hombres 52% comparado con mujeres 45% favorecen proteger el derecho de tener armas.

Independientemente de la posición que tengas en el debate, si tienes un arma en tu casa, asegúrate que no está al alcance de tus hijos para que no suceda un accidente. Si hay alguien con problemas de salud mental en tu casa, ayúdalos a buscar ayuda y asegúrate de que no tengan acceso a armas de fuego. Es mejor prevenir que lamentar.

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Y hablando de prevenir, si no tienes seguro de salud y vives en Estados Unidos, quizá califiques para cobertura médica para personas de bajos ingresos, me refiero a Medi-Cal o Medicaid, puedes obtener información en una agencia de departamentos humanos de tu localidad. Si vives en California puedes obtener información en www.CoveredCalifornia.com/es, en el resto del país visita https://www.cuidadodesalud.gov/es/

También puedes visitar el intercambio de seguros médicos de tu estado. En California puedes ir a www.CoveredCA.com/es o llamar al 1-800-300-0213. Los centros comunitarios de salud en tu comunidad podrían ayudarte a tener acceso a servicios médicos si no calificas para un programa de cobertura de salud, en California podrías encontrar un centro de salud en www.californiahealthplus.com.

 

Imagen © iStock / 4×6

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