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Por Mayte Prida

Parece que fue ayer que estábamos celebrando el 4 de julio, pero aunque parezca increíble, el otoño esta a la vuelta de la esquina y debemos preparar a nuestros niños para el regreso a la escuela.  Para muchos padres, esto significa acudir a las tiendas a comprar los artículos necesarios para el regreso a la escuela, como crayones, borradores y libretas.  Pero, los padres no pueden pasar por alto el ritual que conlleva volver a la escuela: llamar a los pediatras de sus hijos  para saber si han recibido todas las vacunas necesarias para volver a la escuela o guardería.  Es muy importante que los padres consulten con los doctores antes de que comiencen las clases.

La inmunización juega un papel crítico en la protección de la salud de sus niños.  Las vacunas engañan al sistema inmunológico haciéndole creer que ha sido infectado, cuando en realidad no es así.  Pero cuando la persona se expone a la enfermedad, el sistema inmunológico se activa y protege al organismo de la infección.  De esta manera su hijo no se enfermará y ayudará a prevenir que no se propaguen las enfermedades a otros niños.

De acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las vacunas han contribuido significativamente a la reducción de muchas enfermedades de la niñez, tales como el polio, el sarampión, y la tosferina.  Ahora somos muy afortunados porque muchas de estas condiciones suenan como reliquias de tiempos pasados.  Un niño que nace hoy en día cuenta con la expectativa de vivir 30 años más que un niño nacido el siglo pasado, de acuerdo al Centro Nacional de Estadísticas de la Salud (NCHS).  Hoy en día, es raro para los niños que viven en los Estados Unidos experimentar los efectos devastadores de estas enfermedades.  Pero las vacunas aún son una parte importante y necesaria para proteger la salud de sus hijos.  ¿Porque? Vivimos en una sociedad global en crecimiento, por lo tanto estamos expuestos a los gérmenes que causan enfermedades y que pueden llegar a causar la muerte, pero que  se pueden evitar mediante vacunas. Las personas que no están vacunadas pueden no están protegidas.

Como cualquier otra medicina, las vacunas tienen sus beneficios así como sus riesgos, y ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva para prevenir la enfermedad.  Pero el hecho es que un niño está más expuesto a ser seriamente afectado por una de estas enfermedades que por la misma vacuna, de acuerdo al CDC.  Por lo general, los efectos secundarios de las vacunas son pequeños y de corta duración.  El niño puede que sienta un poco de dolor en el lugar de la inyección o experimentar fiebre en un grado ligero.  Reacciones más serias a las vacunas son extremadamente raras.

Las compañías Americanas para la investigación están realizando grandes esfuerzos en descubrir y desarrollar vacunas y otras medicinas para tratar condiciones que afectan a nuestros niños.  Hoy día, existe una vacuna rutinariamente recomendada para niñas entre los 11 y 12 años de edad que las protege contra cuatro distintos tipos del virus del papiloma humanos (HPV), los cuales en conjunto causan el 70 por ciento del cáncer cervical, según el CDC.  Y, recientemente el CDC reportó que una nueva vacuna contra el rotavirus – una condición que causa vómitos severos y diarrea entre infantes y niños de menor edad, resultando en más de diez mil hospitalizaciones al año – está teniendo un impacto significante, llevando a la menor tasa de incidentes desde que el CDC empezó a monitorearlo hace 15 años.

El regreso a la escuela puede causar revuelos en  las familias – algunas veces es difícil recordar empacar ¡el almuerzo de tu hijo! Es normal que a veces sea difícil llevar record de todas las vacunas que ellos necesitan durante su infancia.  Pero vale la pena el esfuerzo, inclusive es requerido por ley en algunos estados.  Llama a tu pediatra o a la oficina de administración del colegio para saber cuáles vacunas podrían necesitar tus niños.  También puedes visitar la página electrónica del CDC, www.cdc.gov para obtener información de las vacunas para los niños de acuerdo a sus edades.  Si tu niño o adolescente omitió alguna vacuna, habla con tu doctor para que se la pueda suministrar. Esto puede salvar la vida de tu hijo o el de algún otro.

Mayte Prida es una reconocida personalidad  de la televisión nacional, productora y autora,  portavoz nacional de la Sociedad para la Asistencia en las Prescripciones (PPA). Su libro más reciente es “CON FE: como transformar tu vida y comenzar de nuevo”.

 

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Imagen: ©iStockphoto / monkeybusinessimages

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