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Los pequeños necesitan el sueño para crecer sanos y fuertes, y al parecer, más delgados. Un estudio realizado en el University College London afirma que los niños menores de tres años que duermen menos de 10 horas al día tienden a consumir más calorías, lo cual los pone en peligro de sufrir sobrepeso y obesidad desde temprana edad, con todas las consecuencias que eso tiene más adelante en la vida.

El exceso de calorías, especialmente las que provienen de la comida chatarra y las bebidas azucaradas, así como el sedentarismo suelen ser las causas más comunes del aumento en la tasa de obesidad infantil. Pero quizás debamos explorar y ahondar en otras posibles razones, como la cantidad de horas que los niños y, específicamente, los más pequeñitos, duermen al día.  Aunque ya se habían encontrado asociaciones entre la alimentación, el peso y el sueño entre niños de mayor edad y los adultos, un nuevo estudio realizado en el University College London (UCL) se convierte en el primero en su clase al concentrarse en las posibles relaciones entre el sueño y el consumo calórico en niños menores de tres años.

El estudio, patrocinado por Cancer Research UK, participaron 1,303 familias británicas con sus hijos. A estos se les monitoreó el sueño a los 16 meses y la dieta a los 21 meses. ¿Y qué se encontró? Los investigadores británicos hallaron que los niños de 16 meses de edad que durmieron menos de diez horas al día consumieron, como promedio, unas 105 calorías más al día que los niños que durmieron más de 13 horas diarias. El grupo con mayor horas de sueño consumió unas 982 calorías al día en contraste con 1,087 calorías de los que durmieron menos horas, es decir, un 10 por ciento más.

La asociación entre las horas de sueño y el contenido calórico se observó antes de que comenzaran a aparecer las diferencias en el peso, lo que indica que la ingestión de calorías es la ruta a través de la cual el sueño contribuye al aumento de peso en las primeras etapas de la infancia.

Según el Dr. Abi Fisher, del Health Behaviour Research Center en UCL, el mensaje clave que se deriva de la investigación es que menos horas de sueño pueden inducir al niño a consumir demasiadas calorías. Pero, enfatiza, que en esta etapa de la vida, los padres son los que toman las decisiones de qué y cuánto comen sus hijos y por lo tanto, deben estar conscientes de esta relación entre el sueño y el apetito para evitar que el aumento de peso sea excesivo.

¿Cuántas horas duermen tus hijos como promedio?  ¿Están durmiendo lo suficiente de acuerdo a su edad? Si tienes dudas, consulta la información que hemos publicado en Vida y Salud previamente sobre las horas recomendadas según cada etapa de la infancia.  Es importante que desde muy temprano te esfuerces en ayudar a tus hijos a establecer buenos hábitos de sueño que garanticen un desarrollo sano tanto físico como mental.

En cuanto a la alimentación, la cantidad de calorías que deben consumir y si tienen o no un peso normal para su edad, es algo que debes consultar con su pediatra también. No te dejes llevar por antiguos patrones culturales que nos hacían creer que un bebé o un niño gordito está más sano y es más hermoso.

Llenarlos en exceso, con la mejor intención del mundo puede hacerles daño en el futuro al traducirse en sobrepeso y obesidad. No lo tomes a la ligera: la tasa de obesidad infantil, según informan los Centros para la Detección, Control y Prevención de Enfermedades, se ha más que duplicado en los últimos treinta años.  Esto trae como consecuencia una serie de condiciones negativas para la salud, como mayor riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares, entre otros, que con seguridad no quieres para tu hijo. Comienza desde ahora a normalizar su patrón de sueño y a vigilar su alimentación bajo la supervisión de su pediatra para que disfrute de una vida larga y saludable, libre de la amenaza de la obesidad infantil.

Imagen © Thinkstock / Ratsanai

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